Al pasar por delante de la fachada del número 12 de la calle de Don Felipe nada nos hace pensar que tras las ventanas enrejadas que casi tocan con la acera se esconde la casa-taller de la pintora María Jesús Hernández Sánchez, un lugar de creación artística insospechado que, de manera excepcional, abrirá sus puertas al público el próximo fin de semana durante la celebración de Los Artistas del Barrio, el open studio más antiguo de Madrid. Como el de María Jesús, otros 69 espacios de Malasaña y de Chueca harán lo propio y cualquiera de nosotros podrá visitarlos y descubrirlos. En su interior nos esperarán 200 artistas.
Al taller de María Jesús llegamos de la mano del belga Sebástien Rouyet, uno de los tres organizadores de Los Artistas del Barrio, propuesta nacida en 2004 y que celebra su edición número 11 cambiando su hábitat hasta ahora habitual de Lavapiés-La Latina por el de Malasaña-Chueca. Cuenta Rouyet que a partir de ahora piensan alternar las ediciones anuales del open studio en una y otra zona: en los años impares volverán a Malasaña.
“Necesitamos difusión para nuestras obras, que se vea que existimos y lo que hacemos”, asegura María Jesús. “Los Artistas del Barrio es una oportunidad única para que eso suceda. Nuestro trabajo es solitario y viene bien de vez en cuando abrirse al público y a los mismos colegas de profesión, tener un feedback de lo que haces'”. María Jesús lleva 17 años en Malasaña y vive desconectada del movimiento artístico que hay en el barrio. Comenta Sébastien que una de las cosas buenas del open studio es que sirve para que los artistas que viven en la misma zona se conozcan entre ellos. “Durante el fin de semana crean redes y de ahí surgen proyectos y exposiciones conjuntas. A partir del lunes nosotros desaparecemos pero la conexión surgida entre ellos permanece”.
Lo de María Jesús es el expresionismo abstracto, utilizando la técnica del estofado, la misma que se empleaba en retablos e imaginería. Su última exposición ha sido en el aeropuerto de Madrid. Para este fin de semana de puertas abiertas mostrará al público obras de distintos formatos y a precios asequibles y ha invitado a su taller, además, a dos artistas amigos suyos, el escultor Leandro Alonso García y la fotógrafa María Jesús Velasco. Espera vivir un fin de semana “fructífero” y sacar tiempo para visitar el resto de espacios que participan en la acción.
La llave que franqueará el paso a los 70 espacios que se han unido a Los Artistas del Barrio cuesta sólo 5 euros y podrá adquirirse sábado y domingo, entre las 12 y las 21 horas, en tres puntos distintos: restaurante Conache (plaza de San Ildefonso), Aleatorio Bar (Ruiz, 7) y Laocoonte Escuela (Luna, 20). Un mapa con información y localización exacta de todos los espacios participantes en la acción permitirá que cada cual organice a su gusto la ruta a seguir.
Por su experiencia en ediciones anteriores, Sébastien destaca lo heterogéneo del público que atrae su iniciativa. “Hay un público especializado que sabe de arte y coleccionistas en busca de joyas por descubrir -los artistas suelen vender bastante durante la edición-, pero sobre todo predomina un público familiar que gusta de conocer de cerca al artista, charlar con él y también visitar el barrio por dentro”.
La selección de espacios y de artistas participantes en Los Artistas del Barrio no obedece a una selección previa, sino a una convocatoria abierta. Cualquiera con un espacio de trabajo en Malasaña ha podido apuntarse. Además, artistas que carecían de él se han ido acomodando en talleres de amigos. Aún así ha faltado sitio para tanto interesado en unirse a la acción y algunos han encontrado hueco en distintos bares del barrio, donde montarán efímeras exposiciones, cuando no realizarán performances y otras acciones en la calle.
Ni en museos ni en galerías. El arte más vivo de Madrid este próximo fin de semana podrá encontrarse en casas particulares, talleres, academias, bares y calles de Malasaña y Chueca, lugares que se podrán visitar de forma distinta, saltando de artista en artista y con los ojos bien abiertos, en busca de sorpresas y tesoros por descubrir.