Las campanadas de Malasaña cumplieron con creces su objetivo de reunir a un buen puñado de vecinos en la plaza de San Ildefonso para compartir juntos la llegada de 2019. Personas de todas las edades se juntaron para comer las uvas. Alrededor de las 23:45 horas el ambiente era estupendo y el campanero Luis Baldó se encaminó hacia las torres de la iglesia desde donde poco después, tras toque de carrillón y cuartos, anunció el nacimiento del nuevo año a golpe manual de la campana San Yldefonso, una pieza de más de 400 kilos de peso fundida en 1860. Si fuiste de los que se lo perdieron, en el siguiente vídeo podrás hacerte una idea de cómo fue todo:
Antes, el pregonero Lope de Aixela, principal impulsor de la iniciativa, había lanzado su último pregón del año, en el que repasó algunas de las noticias vividas en 2018 en el barrio y deseó que 2019 trajera buenas nuevas a la zona y a sus vecinos y visitantes. Un poco antes todavía, desde las 20 horas, los vecinos que quisieron habían comido juntos en una 'cena del traje' celebrada en el retaurante Slow Mex de la calle San Vicente, en la que compartieron la comida y la bebida que cada quien quiso aportar. Fueron medio centenar de personas las que decidieron participar en esta propuesta, cuyo objetivo de nuevo era el de hacer barrio y que quien cenara solo ese noche lo hiciera porque quisiera y no por falta de una alternativa próxima.
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El éxito de una primera vez
El éxito de una primera vez
Tras las campanadas la plaza de San Ildefonso quedó llena de gente durante un buen rato, vecinos mayoritariamente que brindaron, cantaron e, incluso, bailaron hasta una hora prudencial y en medio de un buen ambiente intergeneracional. Los organizadores de la iniciativa habían llamado a que al finalizar la celebración todos fueran responsables de lo que habían podido ensuciar y no cayeran en el error de dejar basura abandonada en cualquier sitio. En líneas generales, el toque de atención no cayó en saco roto, aunque se puede mejorar en años venideros.
Un Lope de Aixela, emocionado, resume lo vivido este día 31 como un éxito vecinal y confía en que haya sido el arranque para seguir teniendo campanadas en Malasaña en años venideros. Por su parte, el campanero Luis Baldó coindice con Lope en calificar de éxito la convocatoria y la propuesta, al tiempo que declara no haberse puesto nervioso a la hora de cumplir con su cometido.
Entre los vecinos que se congregaron anoche en la plaza de San Ildefonso, veteranos del barrio como Maruja García -conocida como 'La Abuela Maravillas'- y Manuel Valero, presidente de la Asociación de Comerciantes de Maravillas, también bendijeron una iniciativa que, si bien había sido ideada principalmente como alternativa para la gente de Malasaña, había generado algún que otro recelo ante el temor de que atrajera a muchas personas de fuera y la cosa se pudiera descontrolar. Nada de eso pasó. Hubo gente joven de fuera, pero también personas mayores y familias habitantes de la zona.