El juicio del año, o de la década, en Castilla y León ya tiene fecha. Una vista oral, con jurado, que tratará de concretar las causas que llevaron a una mujer, Montserrat González, de 60 años, a asesinar a Isabel Carrasco, que entonces era presidenta del Diputación de León, presidenta del PP provincial y consejera de 13 empresas públicas. También se busca determinar el grado de participación de su hija, Triana Martínez, de 36 años; y la agente de la Policía Local de León, Raquel Gago, de 42.
El día 18 de enero de 2016 comenzará el juicio en la Audiencia Provincial de León. Y durará 18 días, hasta el 17 de febrero. Durante esos días pasarán por el estrado policías nacionales, locales y otros testigos para corroborar cualquiera de las tesis de las partes.
Pero para ello, el magistrado Carlos Fernández ha firmado hoy un auto en el que concreta que los hechos justiciables pudieran ser constitutivos de un delito de asesinato con alevosía en concurso con un delito de atentado y otro de tenencia ilícita de armas.
En este auto judicial, notificado hoy a las partes, se hace un pormenorizado relato de los hechos, para lo que se han tenido en cuenta las versiones de la acusación y de la defensa. Y mantiene la idea de que tanto Montserrat González como su hija, Triana, realizaron seguimientos a Isabel Carrasco con la “intención de matarla otros días anteriores al de los hechos, en los que también habría participado” la policía Raquel Gago.
Añade que Raquel Gago “conocía los propósitos homicidas de las otras dos acusadas” y que colaboró con ellas por su “amistad” con Triana, aunque el impacto que “le produjo conocer la detención de su amiga Triana le provocó una situación de estrés y bloqueo que le impidió asumir la realidad de los hechos”.
En el auto judicial se recoge, además, la versión de la defensa de Montserrat González, quien “no tuvo intención alguna de menoscabar el principio de autoridad, ya que dio muerte a Isabel Carrasco, no como presidenta de la Diputación de León, sino como persona física con una maldad fuera de lo común, que había hecho a su hija víctima de la indicada persecución”.
Sobre Triana Martínez, la defensa apunta a “un trastorno dependiente de la personalidad, con una especial vinculación con su madre”, lo que lo hizo que “las ideas homicidas contra Isabel Carrasco por parte de su madre no encontraron en un principio contestación enérgica y contraria” por su parte. Incluso le llegó a mirar “en Internet revólveres y armas”, aunque “llegó un momento en que vio que era una locura y trató de convencerla para que se olvidara del tema”.
Tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares han solicitado 23 años de prisión para cada una de las tres acusadas por el crimen ocurrido el pasado 12 de mayo de 2014. Mientras que Montserrat González y su hija Triana siguen ingresadas en la cárcel de Mansilla de las Mulas, Raquel Gago salió en libertad, con una fianza de 10.000 euros, el pasado 29 de enero.
