Con una valentía encomiable y nada habitual, la marca coreana Kia ha abordado la renovación de uno de los modelos, el Sportage, que ha gozado de mayor popularidad y nivel de ventas, especialmente desde que en 2015 se puso a la venta su cuarta generación. La quinta, que llegará al mercado el próximo enero, propone un estilo de lo más audaz -hay que verlo en persona, como acabamos de tener ocasión de hacer, para apreciarlo adecuadamente-, además de una carga tecnológica que incluye motores de hibridación ligera, híbridos puros e híbridos enchufables.
La versión específica del Sportage hecha al gusto europeo mide ahora 4,51 metros de longitud, 30 milímetros más que su antecesor, y tiene una distancia entre ejes de 2,68 metros, 10 mm superior, que permite ampliar el espacio en las plazas traseras en todas sus cotas. El maletero cubica 591 litros, casi 90 más que el más capaz de los Sportage de la anterior generación, y puede alcanzar los 1.780 si se abate el asiento trasero, divisible en tres partes y reclinable en distintas posiciones para mayor comodidad de sus ocupantes.
El rompedor diseño del nuevo SUV coreano muestra su lado más atrevido en el frontal, cuya parrilla negra combina el tradicional entramado Tiger Nose con unas singulares luces led de marcha diurna de estilo futurista y con forma de bumerán, que a su vez crean el contorno para los llamativos faros Matrix Led.
En la vista lateral destacan un techo de color negro que está disponible por primera vez en la gama Sportage y un peculiar tratamiento del pilar trasero en el que se observan dos trazos cromados discontinuos: el que forma el contorno de la ventanilla trasera y el que prolonga la línea del alerón posterior. Según el equipamiento y la versión, el comprador tiene a su disposición llantas de aleación de 17, 18 o 19 pulgadas.
En el capítulo de motores, se ofrecen opciones para todos los gustos y con especial hincapié en las versiones de propulsión alternativa a la combustión, que Kia España espera que sumen alrededor de la mitad de las ventas del modelo. El bloque de gasolina 1.6 GDi, de 132 CV, deja paso a dos variantes del propulsor 1.6 TGDi (con turbo) de 150 y 180 caballos, ambas con sistema mild hybrid y etiqueta Eco de la DGT. El motor diésel 1.6 CRDi estará a la venta en versiones de 115 y 136 CV.
Junto a ellos se comercializará un Sportage híbrido equipado con el motor 1.6 TGDi de 180 CV, otro eléctrico de 44,2 kW y una batería de 1,49 kWh, conjunto que desarrolla 230 CV de potencia y que da derecho al distintivo ambiental Eco.
Por su parte, el híbrido enchufable, al que corresponde el de 0 emisiones y que llegará unos dos meses más tarde que las demás versiones (hacia marzo), incorpora idéntico motor de gasolina y uno eléctrico de 66,9 kW, más una batería de 13,8 kWh de capacidad. El empuje de ambos propulsores genera una potencia total del sistema de 265 CV.
Un interior limpio y muy tecnológico
La carrocería ultramoderna del Sportage tiene su correspondencia lógica en un habitáculo caracterizado por la limpieza visual y por una extensa dotación tecnológica. Sin duda los ojos se ven atraídos por las dos pantallas digitales, de 12,3 pulgadas cada una, que se enseñorean del salpicadero, una para reunir la información clásica de cualquier cuadro de instrumentos y la otra, curvada y orientada hacia el conductor, que agrupa las funciones de infoentretenimiento.
Debajo de la pantalla central se ha dispuesto un display táctil independiente, gracias al cual se dispone de acceso directo a las funciones básica del vehículo, entre ellas la regulación del climatizador y del exclusivo equipo de sonido Harman Kardon.
Más abajo, ya en la consola central, encontramos el botón de arranque y parada del motor, el mando giratorio del cambio automático -salvo en los modelos de combustión equipados con transmisión manual, que llevan la acostumbrada palanca- y los que permiten elegir entre los diferentes modos de conducción y, en su caso, seleccionar el modo Terrain para circular fuera del asfalto.
En la unidad de preserie que hemos podido ver y tocar por primera vez, nos han llamado la atención detalles como las tres tomas USB, dos de ellas enclavadas en el lateral de los asientos delanteros, dotados también de unas pequeñas perchas donde colgar la chaqueta o el abrigo, así como de unos ganchos en los que pueden dejarse bien sujetos los bolsos.
De los muchos sistemas de ayudas a la conducción que incorpora el nuevo Sportage destacaremos como más avanzados la navegación basada en el control de velocidad de crucero adaptativo y con reducción de velocidad al acercarse a las curvas, el dispositivo que previene colisiones en intersecciones y al salir de plazas de aparcamiento o el asistente de tráfico trasero.
El modelo cuenta además con reconocimiento de señales, cámara de visión 360º, asistencia de conducción en autopista, sistema de estacionamiento remoto y el celebrado monitor de ángulo muerto, heredado del Kia Sorento -hermano mayor del Sportage-, que se sirve de los relojes del cuadro de instrumentos para mostrar los vehículos situados en los fatídicos puntos ciegos que se ocultan a cualquier conductor.