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Al Fiat 600 le sienta muy bien la hibridación

El Fiat 600 toma los rasgos más agraciados del popular 500.

Pedro Urteaga

En el Fiat 600, recientemente incorporado al catálogo de la firma italiana, confluyen dos factores que, sobre el papel, permiten augurarle una buena acogida en el mercado español. El primero es la estética, que no en vano sigue siendo argumento primordial en cualquier proceso de compra y en este caso se beneficia del tirón del muy popular y atractivo Fiat 500, del que deriva el 600. El segundo elemento que invita al optimismo está más vinculado a la tecnología que al diseño, y concretamente a la hibridación ligera con que el grupo Stellantis ha comenzado a regar a múltiples modelos de sus diferentes marcas.

Para no extendernos en cuestiones subjetivas, demos por sentado que el nuevo modelo de Fiat es un acierto desde el punto de vista del estilo, pues conserva los rasgos más sugerentes del 500 en una carrocería que, siendo notablemente más larga y espaciosa, sigue resultando armoniosa. Si además luce el vistoso color verde Océano de la unidad de pruebas, el coche entra directamente por los ojos.

Tenemos, pues, un coche muy chulo que, con 4,17 metros de longitud, dispensa en su interior la suficiente amplitud para cuatro personas y, en la versión mild hybrid de la que vamos a tratar, cuenta con un maletero que cabe considerar grande en un modelo del segmento B: 385 litros que pasan a ser 1.256 cuando abatimos los respaldos de los asientos traseros.

Si el vehículo es tentador en su aspecto externo, no lo es menos de puertas adentro, especialmente si se elige la terminación más lujosa de las dos disponibles, llamada La Prima. Como se puede apreciar en las fotografías, el cálido color marfil dominante en el interior, incluida la pieza que recorre de lado a lado el salpicadero, contribuye a crear un ambiente acogedor. Los asientos de esta versión llevan la mención Fiat impresa en su piel sintética y pespunteada de azul.

El 600 es uno de los numerosos modelos de Stellantis que ha recibido en los últimos meses la tecnología de hibridación ligera de 48 voltios, que el grupo abraza con entusiasmo ahora que las ventas de coches enteramente eléctricos se ralentizan en toda Europa. Compuesto por un motor de gasolina de 1,2 litros, otro eléctrico de 21 kW integrado en la caja de cambios, automática de doble embrague y seis velocidades, y una pequeña batería de 0,9 kWh, el sistema tiene la singularidad de poder mover el coche a baja velocidad. Y, lo que con toda seguridad le importará más a un número creciente de usuarios, da acceso al precisado distintivo Eco de la DGT.

En el 600 Hybrid, el motor eléctrico se encarga de iniciar la marcha durante los primeros metros sin necesidad de que intervenga el térmico, y además lo asiste cuando el conductor requiere de mayor aceleración. Al maniobrar o circular despacio, pues, dicho propulsor se ocupa de poner y mantener en movimiento el vehículo. Y este puede también desplazarse a vela, esto es, con el motor de combustión apagado, durante los descensos o cuando el conductor no pisa el pedal del acelerador. Estas cualidades se traducen en un ahorro de combustible que oficialmente se cifra en alrededor del 15%.

El sistema mild hybrid del modelo italiano está disponible en variantes de 100 y 136 caballos. Hemos conducido la primera, que dispone a nuestro parecer de la fuerza necesaria para un coche de este tamaño y peso, inferior a 1.300 kilos, y presenta un consumo muy comedido. En nuestro recorrido habitual de pruebas ha firmado un registro medio de 5,8 litros/100 km, que está lejos de los 4,9 obtenidos en ciclo WLTP combinado pero no deja de ser frugal.

Algún aspecto por mejorar

Nos ha gustado que el 600 Hybrid monte levas en el volante para poder cambiar manualmente de marcha, pero nos agrada menos el tipo de selector elegido para gestionar esa misma transmisión automática, a base de teclas que quedan un tanto alejadas del conductor y lo obligan a incorporarse desde el asiento para pulsarlas. También nos ha sorprendido, al menos en un primer momento, que la pantalla central de 10 pulgadas no esté ligeramente orientada hacia quien se sienta al volante.

Una última pega que podemos ponerle al vistoso 600 es que Fiat haya decidido suprimir los modos de conducción que sí encontramos en modelos de la propia Stellantis que comparten con él la tecnología mild hybrid, como el Opel Corsa del que te hablamos en este reciente artículo. Con un elemento como este, el usuario puede regular mejor, a nuestro juicio, la potencia que precisa en cada circunstancia y la inmediatez de respuesta que espera, razón por la que conviene, por ejemplo, escoger el modo Sport cuando necesitamos encadenar varios adelantamientos y un programa mucho más tranquilo como el Eco en pleno embotellamiento, por imaginar otro supuesto muy frecuente en tantas ciudades.

El 600 Hybrid de 100 caballos está a la venta desde 23.447 euros en la versión de acceso a la gama y por 28.147 en la más equipada La Prima, mientras que el modelo de 136 CV sube a 24.857 y 29.557 euros en los mismos acabados.

Por último, el coche dispone de una versión 100% eléctrica de 156 CV disponible en dos terminaciones: Red, que cuesta 34.445 euros, y La Prima, cuya factura asciende a 39.145 euros antes de aplicar potenciales ayudas.

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