Antonio Saura, director de Alquibla Teatro: “La creación periférica castiga mucho, es dolorosa y agotadora”
Hay muchas formas de entender el arte teatral, de ejercer esta profesión milenaria. La celebración del teatro, para ese grupo de personas que llamamos público, ha permutado considerablemente a lo largo de los siglos. Pero en el ritual -por no decir, manías- de los creadores escénicos previo al estreno de una obra se percibe un hilo de tiempo intacto. Antonio Saura -director artístico de Alquibla Teatro-, siempre realiza la misma tarea horas antes de estrenar: “corto los filtros de los focos, algo que podría hacer cualquier técnico, pero forma parte de mi ritual. Ese último corte iluminará cada uno de los espacios escénicos, transportará al espectador los tiempos dramáticos e iluminará los cuerpos en movimiento” con la esperanza de gastarlos pronto, “señal de que hemos hecho muchos bolos”. De forma sistemática, además, lee el texto dramático una última vez en busca de algún matiz o gesto no registrado en su cuaderno de dirección, 48 horas antes de estrenar.
'Mi cuerpo será camino'. Todo surge del texto
Alquibla Teatro estrena 'Mi cuerpo será camino' en el Teatro Villa de Molina el próximo 4 de diciembre. El texto de Alba Saura, publicado por la editorial Máquina de Nubes, ahonda en los lazos de una familia originaria del Campo de Cartagena a lo largo de varias generaciones y migraciones sobrevenidas: desde el tío que se marcha a Buenos Aires finalizando el siglo XIX a la joven que emigra a Alemania en busca de una oportunidad laboral en pleno siglo XXI. Serrat da título a la pieza, Concha Piquer y el Mediterráneo inspiran una dramaturgia compleja -que surge de la investigación académica- con más de una veintena de personajes interpretados por seis actores, entre los que destacan los emblemáticos Esperanza Clares y Julio Navarro, así como la incorporación del joven José Ortuño.
El repertorio de Alquibla trasluce un gran respeto y admiración por la dramaturgia, desde autores clásicos a contemporáneos de ámbito nacional y regional. “Procuro que la puesta en escena sea fiel al texto dramático porque es el que me ha inspirado, todo surge del texto”, señala Saura. 'Mi cuerpo será camino', primera gran producción de Alquibla Teatro tras los estragos de la pandemia, es un texto que conoce al dedillo. En agosto de 2020, en pleno confinamiento perimetral, inició el proyecto con Alba Saura, dramaturga y docente universitaria, Álvaro Imperial, músico, y Esperanza Clares, actriz, directora de producción y cofundadora de Alquibla Teatro.
La puesta en escena, ideada por Saura, ahonda en las constantes escénicas de Alquibla Teatro que intercalan dolor -de la migración y el desarraigo, en este caso- con humor. El espacio escénico ha resultado “muy poético y limpio. Con pocos elementos generamos todos los lugares y tiempos contenidos en las 24 escenas que tiene la obra”. Una puesta en valor de la teatralidad donde seis actores interpretan a una veintena de personajes con “cierta vocación de anacronismo: con un solo cambio de chaleco o peluca, los actores se convierten en otro personaje. Ayudamos al espectador con la proyección de una didascalia que sitúa la ciudad y el momento de cada escena”. Todo un reto interpretativo para el elenco que contarán en escena con una luz y plástica “con sabor, color y olor a mediterráneo”.
El milagro de la producción teatral en Murcia
Las poéticas, también las teatrales, necesitan un medio material para desarrollarse. No son luz que se propaga en el vacío. El lunes de 6 octubre comenzaron lo ensayos en la nave industrial que Alquibla Teatro tiene en el polígono industrial Oeste, de lunes a viernes de 9 a 14:30h. Quien ha trabajado en una fábrica conoce la naturaleza del frío y el calor industrial. “Cada día he puesto una vela al clima para que el proceso de ensayos pudiera finalizar en esa nave. Con frío no se puede ensayar allí. Cuando veo el vaho salir por la boca de los actores pienso que no son condiciones de trabajo”. Por fortuna, el frío, que ha llegado, les ha sorprendido en la semana de residencia del auditorio de Algezares.
“En Alquibla, los bolos que hemos hecho desde que comenzó la pandemia nos han dado para no cerrar la compañía. Gracias, además, a un préstamo ICO que comenzaremos a pagar en abril de 2022”, apunta Saura. La producciones teatrales necesitan políticas culturales coherentes con la realidad de un sector, en la actualidad, muy castigado por la pandemia. Los profesionales de las artes escénicas de la Región de Murcia tienen por un lado al Instituto de Industrias Culturales (ICA), que depende de la consejería de Educación y Cultura y, por otro, la red de teatros municipales.
En primer lugar, “los teatros de todo el país están al 100% de ocupación menos en la Región de Murcia que siguen al 75%. No sé en qué piensa la consejera de Cultura, debería mirar al resto de comunidades”. Por otro lado, los presupuestos municipales en Cultura se han reducido y, en general, “los teatros están programando poco”, afirma Saura.
La convocatoria anual con la que el ICA favorece la producción teatral aún no ha publicado la resolución definitiva. Esta circunstancia acarrea problemas a la hora de planificar una producción en un mercado muy competitivo. “Vamos a estrenar el 4 de diciembre sin saber si el Gobierno regional nos ha apoyado o no, porque la resolución final de las ayudas a producción no se ha hecho pública. No sé lo que me queda por amortizar o cuales son los costes de la producción pendientes de amortizar con el caché. Es surrealista que las ayudas de producción de un ejercicio salgan a final de año. Porque yo podría tener cero ayudas o una ayuda importante con lo que la producción podría haber sido mejor”, concluye Saura.
“Hacer creaciones periféricas es muy difícil, el mercado las penaliza, los presupuestos son bajos”, continúa el director artístico de Alquibla. “Compites en un mercado con producciones cuyo presupuesto es cien veces mayor al tuyo. Veo producciones con presupuesto superior al que el Gobierno regional destina a toda la profesión teatral en un año. Las compañías murcianas no competimos en igualdad de condiciones fuera de la Región”.
Raíces
La vida profesional y familiar de Antonio Saura siempre se ha desarrollado en Murcia. Viaja mucho por trabajo y por placer -muchas veces para ver teatro que no llega a Murcia-. En 1997 estuvo trabajando en Madrid, en el Teatro María Guerrero para el Centro Dramático Nacional. Era consciente, ya entonces, que “las políticas teatrales en la Región son de perfil bajo” y que “la aventura de la creación periférica castiga mucho, es dolorosa y agota muchísimo”. Decidió volver porque, apunta, “mis raíces están en Murcia. Necesitaba la proximidad de mi gente y familia. Estoy muy feliz con cada una de las producciones”.
Desde entonces ha realizado una o más producciones anuales, ha formado, junto con Esperanza Clares, una de las principales escuelas de formación teatral no reglada de la Región y ha contribuido a forjar un difícil tejido asociativo a lo largo de estas décadas. Fundador de MurciaaEscena y de la asociación de Directores de Escena Profesionales de la Región de Murcia, siempre dispuesto a echar un cable y a hablar sin pelos en la lengua. “Estamos a años luz de tener una política teatral de altura y, aún así, en esta Región hay mucho talento de actores, dramaturgos, directores y técnicos. Esto no es un lugar común, es un hecho”.
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