Gonzalo Sicre presenta sus escenografías sin escena en el Centro Párraga
Una sala vacía, oscura, donde tan sólo despuntan tres pequeñas luces amarillentas que marcan un pasillo central de escalones. A ambos lados, cinco filas de butacas de cine rojas, deshabitadas, vacías, inertes. A pesar de los tonos cálidos de las butacas, una atmósfera gélida impregna toda la sala. ¿Qué ocurre?, nos preguntamos. ¿El espectáculo está a punto de empezar?, ¿el espectáculo acaba de terminar?, ¿o simplemente el espectáculo está delante de nosotros?. Efectivamente, no hay duda, el espectáculo cuelga ante nosotros, suspendido en el tiempo, en las paredes verdes botella (pintadas para la ocasión) del Espacio 2 del Centro Párraga.
Esta escena, es tan sólo un ejemplo de las magníficas propuestas que nos muestra el pintor Gonzalo Sicre (Cadiz, 1967), afincado en Cartagena desde hace años, en su nueva exposición titulada “Escenografías sin escena”.
Trece obras de distinto formato conforman esta nueva presencia de Sicre en Murcia, todas ellas sin cartela -ni falta que les hace-, con un mismo hilo conductor: el sello inconfundible de Sicre. Esos espacios desiertos, un tanto desangelados y melancólicos, suspendidos en el tiempo, sin presencia de la figura humana, pero sí con una persistente impronta fantasmal.
Pese a que su obra evidencia un claro desinterés por la narrativa (ni siquiera conocemos un título) en favor de los aspectos más puramente formales, compositivos y luminosos de la pintura, no por eso la priva, paradójicamente, de una imaginativa y enigmática narración. Eso sí, una narración que debe aportar el espectador, que cual “detective privado” debe juntar todas las pruebas y huellas que va dejando Sicre en sus lienzos para completar la historia: ¿Qué acaba de pasar?, ¿Qué va a suceder?. Es por esto que no se trata únicamente pintura, sino más bien de fragmentos, fotogramas, apuntes, recuerdos o huellas de espacios melancólicos, cercanos, comunes y muy representativos de la vida moderna.
Otro de los signos de identidad más representativos de este artista, junto con reducida paleta cromática, es el soberbio tratamiento cálido que ejerce sobre la luz, reforzando la carga de misterio y enigma que desprenden todas sus composiciones. Sicre, explota de forma magistral los matices que ofrecen las lámparas y las bombillas que aparecen en sus cuadros, consiguiendo forzar una atmosfera de soledad y melancolía penetrante y vaporosa.
Por otro lado, el mobiliario (las butacas de cine, las cortinas, las pareces) y los objetos presentes en las escenas están desprovistos de detalles, en favor de una simplificación de las formas, con el fin de facilitar superficies lisas en las que poder recortar más dramáticamente los contrastes de luces y sombras. Algo, todo esto, muy deudor del más puro estilo Hopper. No en vano, Sicre es un gran admirador del genial pintor americano (como ya nos demostró en el 97 con su viaje- proyecto “Cape Cod - Cabo de Palos : tras las huellas de Hopper”, junto con su amigo y colega Angel Charris).
En definitiva, “Escenografías sin escena” es sin duda una muestra del más puro Sicre. Aunque si bien atendiendo al título y a la reseña de la exposición, donde reza: “interiores vacíos donde se produce un espectáculo”. Uno, a priori, piensa en una exposición genuina, inédita, donde Sicre nos muestre esos maravillosos espacios llenos de enigmas que tanto nos hacen gozar, pero esta vez llevados a las salas de espectáculos. Sin embargo, lamentablemente, cuando uno recorre la exposición en busca de estos espacios de espectáculos, solo se topa con cinco o seis obras (la mayoría de pequeño formato) que si pudieran cumplir con la propuesta curatorial.
El resto son obras ya conocidas, no realizadas para la ocasión, y donde Sicre nos muestra de nuevo sus famosos interiores de salones o habitaciones de hotel. Algo que para los que acudíamos con la expectativa de un encuentro con enigmáticas salas de espectáculo, nos hace temblar un poco el corpus de la muestra.
Todo esto no quita para ensalzar, proclamar a viva voz y celebrar con entusiasmo esta nueva oportunidad de poder volver a saborear la magnífica obra de Gonzalo Sicre, que sin duda es uno de los más interesante y reconocidos pintores figurativos del panorama actual. ¡No se la pierdan, por favor!
“Escenografías sin escena” se puede visitar hasta el 17 de diciembre de lunes a viernes de 9h a 20h Centro Párraga, Espacio .