Trepàt: “Nunca hemos tenido miedo a ser predecibles”
O puede que de repente, se suban al escenario y cada concierto sea como si te pasara un Boeing 747 por encima y se te quiten las tonterías: Trepát ha demostrado que está donde debe estar, formando parte de cada festival patrio con la calidad suficiente para callar bocas. Este viernes tocan en Murcia dentro del festival Microsonidos en una velada que promete ser más que extrasensorial, coronada con Tumefactum de teloneros, la nueva banda de punk oscuro made in Murcia que encaja a la perfección con sus compañeros de convite.
Los granadinos Trepàt vuelven a Murcia como parte de la extensa gira “Arranca Arranca”, un buen puñado de fechas entre invierno/primavera de este nuevo año que comenzó en la Sol de Madrid y continuará, tras Murcia, en Zaragoza (25 febrero), Vigo (10 marzo), A Coruña (11 marzo), Donostia (21 abril), Oviedo (22 abril), Tenerife (26 mayo) y La Orotava (27 mayo). Un programa que sin duda, no tiene cualquier banda.
“Consideramos que los likes en Instagram son una medida mucho más precisa. En base a esto, estamos a 1k de ser `de los grandes´” comentan cuando les decimos si ya han subido a primera división. Pero ellos aseguran que nada ha cambiado tanto desde que hacían pequeños shows en su cochera de ensayo. “La única diferencia es que nuestros colegas ahora empiezan a tener dificultades para bailar en primera fila. Tocar para desconocidos cambia la forma en la que afrontas un directo. Es como cuando conoces a alguien nuevo e intentas generar la mejor imagen de ti mismo.”
Trepát siguen siendo los colegas de Granada que tras dos discos, La fiesta oscura (2014), y El amor está en la Tierra (2015) se han convertido en referencia en el pop rock de aura shoegaze más apetecible y han hecho de la experiencia de sus directos una experiencia de otro planeta, gracias en gran parte a la buena convergencia de los miembros de la banda y el carisma de Juan Luis, su `frontman´.
“Es posible que la atmósfera entre nosotros sea tan estimulante que sea imposible no trasmitirla al exterior”. Forma parte de ese sonido `trepátiano´: ya no son más los discípulos de Triángulo de Amor Bizarro o El Columpio Asesino, las referencias de las primeras críticas musicales. Ahora hay Suicide, Bowie, Parálisis Permanente. “Nunca hemos tenido miedo a ser predecibles, quizás nos cueste serlo. Vemos imposible distanciarnos de nuestro sonido, al fin y al cabo, seguimos siendo nosotros los que lo generamos. No estamos dotados de esa clase de virtuosismo que te permite ponerte una máscara sin que se te note la mirada.”
Trepát son parte de esa generación que sabe que la cultura puede ser ocio, aunque no siempre se valora por igual, y que puede encumbrar o hacer caer a una banda. “Creemos que es un problema de prioridades. Si tienes dificultades, la cultura se convierte en tu último gasto. Por otro lado, está internet. Pueden conocerte, escucharte y entenderte gratuitamente. En ese sentido, todas las bandas debutantes están `desbloqueadas´. Se puede empezar, lo complicado es mantenerse.” Y ante la avalancha de festivales y conciertos programados, defienden el espacio para todos. “Sinceramente, nos cuesta mucho no valorar una apuesta musical. Propuestas como el festival Tomavistas, por ejemplo, nos hace pensar, `hay futuro para las nuevas bandas´”.
Con el público y la crítica en el bolsillo, preparan un nuevo disco, el tercero, en el que habrá más protagonismo de las voces femeninas y nuevos conceptos. Y quien piense que con tanta carretera no hay tiempo de crear, no sabe con quién está hablando. “Nos sentimos en un momento de efervescencia creativa. Es precisamente la energía que obtenemos de esta gira la que nos despierta la inquietud por crear cosas nuevas, por proyectar lo que sentimos. El proceso de creación está abierto. Ni siquiera sabemos cómo va a transcurrir, la formación ha cambiado un poco desde el segundo disco. Pero nos gustaría ser más crudos y realistas. Queremos focalizarnos en experiencias propias, desvelar nuestro lado más primario.”
No hay miedo. Ni siquiera, como decimos, a pasar parte de un tiempo que ya no es propio encerrados en la furgoneta. “La furgoneta es una montaña rusa, un lugar donde las emociones se intensifican. En un marco de 10 minutos puedes pasar de la más absoluta diversión al más profundo y frustrante de los hastíos. Hemos desarrollado la habilidad de conciliar el sueño en las situaciones más insospechadas y en las posturas más inimaginables. Últimamente estamos perfeccionando el cambio de fase vigilia-sueño. Cada vez lo hacemos más rápido. El dominio del cuerpo es máximo. Tantas horas de furgoneta te convierten en un profesional, capaz de dar una turra en cualquier entrevista. La convivencia es muy fácil en Trepàt. Lo único que puede torcernos el día son las tostadas de tomate triturado de lata”, comentan en modo de broma muy seria.
Y ante la pregunta de la rutina del setlist sobre el escenario, no se arrugan. “Somos bastante inconformistas. Los temas cambian y evolucionan entre directo y directo. No sabemos si por combate o por necesidad”. Los llenos en ciudades donde repiten les avalan, pero, ¿hay proyecto de tocar fuera de España? “Hay ilusión.”
Trepát son una banda misteriosa y excitante, pero también joven y muy divertida. (“Cantamos con ansiedad ”La mordidita“ de Ricky Martin durante los viajes”) y no se cierran a proyectos paralelos, como el caso de su guitarrista, Miriam Cobo, que también milita en la banda Monte Terror, o incluso a otras disciplinas. “Nos atrae mucho el cine. Actualmente estamos tanteando esta manera de expresarnos”.
Murcia será testigo de esta amalgama de emociones, quizás de nuevas canciones y seguro que de hitazos como “Torturas en los bares”, “Caballo” o “El amor está en la tierra”. Ellos saben que somos un público difícil, pero agradecido.“Nos encanta la manera en la que nos trata Murcia. Siempre lo decimos. Nunca hacemos dos conciertos iguales, sabemos disfrutar de la intranquilidad que provoca variar cosas en el último momento. Los nervios antes de subirse al escenario son muy divertidos.” Este viernes 24 de febrero a partir de las 22h, Trepàt y Tumefactum en la sala 12& medio.