Verónica Forqué: “El movimiento feminista es imparable”

Verónica Forqué es una de las actrices más conocidas y premiadas y, sin lugar a dudas, la voz más pizpireta e irrepetible del cine español. A sus 64 años se encuentra en plena actividad creativa. Inmersa en la gira de la exitosa, 'Las cosas que sé que son verdad', de Andrew Bovell dirigida por Julián Fuentes Reta, llega al Teatro Circo Murcia el próximo 7 de febrero. En este mismo mes, además, estrena en el Teatro Español, 'Españolas, Franco ha muerto', una obra dirigida por la propia Forqué con texto de Ruth Sánchez y Jessica Belda. Su último trabajo cinematográfico llegará en abril con 'Salir del ropero' de Ángeles Reiné e interpretada junto a Rosa María Sardá y la joven actriz, Ingrid García-Jonsson.

Forqué acaba de terminar un ensayo de 'Españolas, Franco ha muerto' y se disculpa por el ruido de fondo, “las chicas se van en cinco minutos”, asegura. Es, precisamente, ese “ruido de fondo” uno de los sonidos más claros de la transformación radical de este país en los últimos 50 años: el movimiento feminista.

Llama la atención que en las más de treinta películas en las que has participado tan solo una ha sido dirigida por una mujer, Clara Martínez Lázaro, en 2018.

En mi generación había muy pocas mujeres vinculadas al cine que no se dedicaran a la interpretación. No se les ocurría ocupar otros puestos. Si alguna lo pensábamos parecía imposible. Nos decíamos: “¿Cómo voy a ponerme a dirigir, con mi casa, mi marido, los niños…”. Ser actriz ya era difícil. Ser directora, con la energía que se requiere para sacar adelante un proyecto, imagínate.

Afortunadamente, las cosas han cambiado. Acabo de rodar con la directora Ángeles Reiné, gaditana de 55 años, su primer largo, 'Salir del ropero'. Se estrena en abril de 2020, con Rosa María Sardá y una actriz joven maravillosa, Ingrid García Jonsson.

Siempre que mi madre me veía baja de moral me leía una cita de Walt Whitmann, decía: “Acuérdate, todo va hacia adelante y hacia arriba, nada perece”. Como el movimiento feminista, va hacia adelante y hacia arriba, no va a perecer nunca. Es imparable.

El próximo 26 de febrero estrenas en el Teatro Español, 'Españolas, Franco ha muerto'. Diriges esta obra de teatro con texto de Ruth Sánchez y Jessica Belda que también es intérprete junto a Manuela Rodríguez y Natalie Pinot. Aunque no es la primera vez que diriges un espectáculo, ¿qué te ha llevado a ponerte al frente de este proyecto?

Conocí un trabajo anterior de Ruth y Jessica que me gustó mucho. Esta segunda obra forma parte de una trilogía y las autoras son brillantes. El título ya me pareció genial, 'Españolas, Franco ha muerto'.

Hemos tenido la suerte de repartir los ensayos en dos periodos. Primero, de agosto a septiembre y, ahora, en los días libres que me deja la gira de 'Las cosas que sé que son verdad'. Esto nos ha dado la oportunidad de reposar el trabajo hecho. Las autoras han reescrito mucho para adaptar la obra a los cambios. Estamos de subidón. A ver lo que nos dura.

La muerte de Franco te pilló, con 20 años, de gira con la compañía teatral de Nuria Espert, ¿qué recuerdas de esos años?

Lo recuerdo todo. Tenía 19 años cuando murió, yo los cumplo en diciembre. Estaba con la compañía de Nuria Espert haciendo 'Divinas palabras' de Valle Inclán en la que también participaba Héctor Alterio. Tuve mucha suerte de debutar en teatro con esta compañía y esta obra. La muerte de Franco fue un subidón enorme. Todas la estábamos esperando y deseando.

En 1987 ganaste el premio Goya en la categoría de mejor intérprete femenina por la 'La vida alegre' de Fernando Colomo y cinco años más tarde por 'Kika' de Pedro Almodovar. Tienes más premios Goya a mejor actriz de reparto y otros tantos, ¿el siguiente será el Goya de Honor?

Ay, seguro (risas). Pero espera un poco que cuando te dan el Goya de Honor, a continuación, te mueres. Así que no des ideas.

A tus 64 años, ¿cómo afrontas la vejez?

Me encuentro bien de salud, fuerte y con buen ánimo. Me gusta mucho el trabajo que estoy haciendo. Disfrutar de mi hija mayor, de mi perrita, Coqui, y mi casa. No tengo más que agradecer. Mientras tenga salud e ilusión por lo que hago seguiré trabajando. Cuando no, ya veremos.

¿Qué ha significado el éxito profesional en tu vida?

Algo muy importante. En la vida de una persona, el trabajo y la salud son esenciales. Siempre he querido ser actriz y resulta que sí, que no sólo he podido realizarme sino llegar a los 64 años y seguir viviendo del oficio. Qué más quiere una. El teatro me encanta. Soy muy feliz con mis bolos, mi maleta y mi compañía.

¿En qué ámbito de tu vida te ha costado más ser tu misma?

Quizá con la pareja. Por un lado, mi generación y por otro circunstancias personales me han llevado a ser una persona muy sumisa con mis parejas. Sobre todo, con la más importante, el padre de mi hija con el que he compartido 34 años de mi vida.

He sido muy feliz en mi relación de pareja, pero todo se acaba. El amor también. Me costó separarme y ahora estoy viviendo una etapa diferente que me gusta. Estoy muy bien conmigo misma y mi propia compañía, cosa que nunca me había pasado.

En las pasadas elecciones generales, Vox, fue la fuerza más votada en la Región de Murcia. Por primera vez en democracia un partido de ultraderecha ganó unas elecciones en una Comunidad Autónoma, ¿cómo has vivido la reciente irrupción de este partido político en España?

No es ninguna sorpresa. La derecha y la ultraderecha siempre han existido en España. Ahora han formado un partido y tienen nombre y apellidos, los conocemos. Me parece muy bien, que tengan su representación y la gente los vote, eso es la democracia.

¿Qué compañías o personas vinculadas a las artes escénicas o cinematográficas de Murcia conoces o admiras?

Conozco y aprecio mucho al crítico teatral, Antonio Arco. También tengo a mi amigo Xuso Jones que vive en Cartagena. Y, aunque no sea Murcia, mi primer amor fue de Orihuela. Algo tiene vuestra tierra que enamora. Los murcianicos tenéis algo.

¿Qué vamos a ver el próximo viernes 7 de febrero en el Teatro Circo Murcia con 'Las cosas que sé que son verdad'?

Es una obra maravillosa. De las más bonitas, emocionantes y conmovedoras que he tenido la suerte de hacer. Me gusta muchísimo y es una obra que llega al corazón de la gente y, además, se ríen.

No me gusta contar mucho de los espectáculos. Interpreto a la madre de una familia que es enfermera y vive con su marido jubilado, antiguo mecánico en un taller de coches. Tenemos cuatro hijos y la menor, de 20 años, vuelve repentinamente de Berlín a casa y ahí empieza la obra.

¿Qué cosas sabe Verónica Forqué que son verdad?

Bien pocas. El amor es la única fuente de vida y que te mueres, seguro.