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María Bastarós, escritora: “La historia de las mujeres es violencia, pero también resistencia y ganas de morirnos de risa”

¿Qué narices?

Cada noche igual: me acostaba con gente impresentable, niñatas enfermas, coyotes de Urbión, Bernardas desgajadas, voyeristas amargados, y en una ocasión, mi preferida a pesar de ser tan fugaz, Lucy Clark. Leer en la cama a Bastarós me provocaba viajes de ayahuasca en sueños para despertarme oyéndome: “¿Qué narices acabo de leer?”.

María Bastarós (Zaragoza, 1987) disfruta y sufre el bombazo que ha resultado ser `Historia de España contada a las niñas´, su novela y carta de presentación en el mundo de la escritura “formal” después de estar dinamitando la “pureza” de la literatura durante años en formatos como la micropoesía o el fanzine. Demasiadas comillas para encerrar un lenguaje único que manifestó en `QuiénCoñoEs´ y prendió hasta calcinar las redes sociales con `Amigas I´.

Ahora, tras ganar con esta novela el Puchi Award y el reciente Premio Cálamo, parece estar recibiendo la recompensa de todo ese trabajo en años de gestora cultural, historiadora del arte, conferenciante, escritora y fanzinera. “La verdad es que ha sido toda una sorpresa, no tanto porque `Historia…´ se salga de la norma -a nivel narrativo hay muchos autores jugando con la estructura, intercalando distintos formatos y voces y haciendo lo que les da la real gana en ese sentido- sino porque yo misma le otorgaba un público más reducido. Imagino que se debe a que cuando una escribe ficción -al menos yo- no está tan concentrada en la acogida que pueda suscitar la obra final como en disfrutar del proceso, y eso nos lleva a tener en mente un lector demasiado parecido a nosotros mismos. En realidad es muy naif pensar que una narrativa desestructurada, unas cuantas alusiones a raves, blogs de niñas anoréxicas y vocabulario generacional puedan restringir el público de una novela. Al final yo estoy hablando de Soria, de Nuez de Ebro, de mujeres como las que llenan hoy las calles de nuestras ciudades, de sucesos que apelan a la memoria colectiva de nuestro país: todo mucho más cercano que los referentes que puedan darse, por ejemplo, en la novela negra nórdica que se puso tan de moda hace unos años y en la que los lectores se introdujeron sin ningún problema. Dicho esto, estoy la mar de feliz con la recepción, casi todos los días recibo algún mensaje de alguien que lo está leyendo y a quien le está encantando, así que no puedo pedir más.”

`Historia de España contada a las niñas´ (La Casa Encendida+Fulgencio Pimentel) cosechó las primeras preguntas de los más illuminati. ¡Quién iba a imaginarse, con ese título, que no era apto para niñas! Sí que lo era para los amantes de la cultura pulp, las comunas extraterrestres con matriarcados sorianos, la crítica a la escena artística más snob y algún que otro crimen necesario. ¿Tan alejado estaba eso de lo que queréis enseñarles a vuestras hijas? “Creo que cada día acoge una nueva -o continuada- tragedia contemporánea y que los telediarios están bien surtidos de sucesos dignos de telefilme -y de ellos me sirvo para escribir, en realidad- pero no creo que a la ficción se le deba aplicar un sentido didáctico -y menos en el caso de mi novela, de la que a ese nivel no creo que pueda extraerse nada en claro, excepto tal vez en la historia de Miguel, la única de la que podría desprenderse una pseudo moraleja -cosa que no pretendía, pero algunas tramas acaban revelándose así y, si surge, no hay por qué maquillarlo. El título es, en realidad, un juego de palabras a medio camino entre el chiste y lo macabro. Obviamente el libro no es un manual de historia ni está destinado a las niñas, pero sus ingredientes son, en suma, los mismos que los de la historia de las mujeres de este país: limitaciones, abusos, violencias y también resistencias, alianzas y -por supuesto- ganas de pasarlo bien, de tener amigas, de morirnos de risa. Todo ello trufado de ovnis, arte contemporáneo y peyote, entre otras cosas”.

Bastarós ya buscó su propio camino en la lucha feminista en 2015 con la plataforma cultural y fanzine `QuiénCoñoE´“ para visibilizar a las mujeres artistas que no tenían cabida en la Historia hegemónica. Ahora parece culminar esta gesta con otra obra que acaba de ver la luz, `Herstory´ (Lumen), en colaboración con Nacho Segarra y Cristina Daura. Es un precioso libro-manual que debe ser obligatorio este 2019 tanto por contenido, un estudio profundo del feminismo desde sus orígenes, como por su preciosista presentación y bellas ilustraciones. Todo un reto que compaginó, trabajando en equipo, con la concepción de su novela. ”Aunque ha sido una carga de trabajo desesperante a ratos, combinar los dos ejercicios ha sido una forma de sentirme a gusto con ambos y disfrutar de lo bueno que ofrecen: por un lado, sentir que estoy haciendo algo casi necesario, de pretensiones didácticas, construyendo perspectivas contra-hegemónicas como historiadora, y por otro, permitirme el lujo de experimentar con la escritura, tratando los temas que más me interesan de la forma que más me ha apetecido hacerlo, sin ponerme cortapisas ni objetivos éticos -para mí, la ficción no ha de tenerlos. Además, escribir ficción es divertido pero un poco solitario, y compartir el proceso de investigación y elaboración de `Herstory´ con Nacho, Cristina y el equipo de Lumen ha sido una experiencia maravillosa. Estoy muy satisfecha con el resultado de ese proyecto, que era en sí mismo abrumador por ambicioso -una historia de las mujeres desde la prehistoria hasta la actualidad, diversa, equilibrada, entretenida, comprometida ideológicamente, transfeminista y alejada de lugares comunes- y el trabajo de cada implicado ha sido, en mi opinión, de diez.“ Mirando hacia atrás, desde que pegara carteles para exigir un cambio de temario más inclusivo en su Universidad de Zaragoza, es la prueba viviente de que decir bien alto lo que no se quiere escuchar –y ser, con orgullo, una tocapelotas- siempre vale la pena.

Su literatura ya nos atravesaba desde hace tiempo, a corazón abierto y con deje navajero, en cualquiera de sus fanzines o sus posts en redes sociales, tan delicado y taquicárdico como compartir una rula con Woolf o mezclar un sainete del XIX con Rosalía: es la libertad, amiga. Siempre situándola en otro lugar, la sentimos tan en casa en una competición de pasteles en Albuquerque o de pintas en el garito guiri de Benidorm, Bastarós es sin saberlo siquiera la voz de una generación, y así se siente este `Historia de España contada a las niñas´. “Este es un libro del que puede disfrutar cualquier lector al que no le importe alejarse de la narrativa lineal tradicional, pero es cierto que está atravesado por una sensibilidad muy contemporánea y que es muy hijo de este momento, del ahora, especialmente por el uso de sucesos reales que remiten a nuestra historia más reciente y por el recurso de los pantallazos de whatsapp, posts de facebook, etc. Si eso lo convierte en un libro generacional, bienvenido sea. Una vez parida, una novela será lo que los y las lectoras decidan que es. Yo, si la disfrutáis y me seguís invitando a presentarla en vuestras ciudades carajillo en mano, eternamente agradecida y feliz.” Tan felices como tenerla en Murcia este viernes 25 de enero en la librería Colette, para preguntarle en persona si es cierto que a los coyotes no hay huirlos, sino correr tras ellos, sobre todo, si van en manada.

¿Qué narices?

Cada noche igual: me acostaba con gente impresentable, niñatas enfermas, coyotes de Urbión, Bernardas desgajadas, voyeristas amargados, y en una ocasión, mi preferida a pesar de ser tan fugaz, Lucy Clark. Leer en la cama a Bastarós me provocaba viajes de ayahuasca en sueños para despertarme oyéndome: “¿Qué narices acabo de leer?”.