La mitad de todo

La crisis de la COVID-19 ha eclipsado el foco de la discriminación laboral que experimentan en muchos casos las mujeres porque lo ocurrido ha sido extraordinario, pero no podemos olvidar las miles de situaciones que siguen ocurriendo en el ámbito del trabajo y que, si no estamos atentas, puede ser que se vuelvan, si cabe, más invisibles.

Lo cierto es que da igual los años que pasen, las mujeres seguimos sufriendo numerosas formas de discriminación laboral que siguen pesando como una losa que condiciona nuestra vida, pero que apenas se ve.

Algunas cifras deberían sonrojarnos. En la Región de Murcia, la mayor parte de las contrataciones a tiempo parcial son para las mujeres -un 25%- mientras que en el caso de los hombres es un 7%. Se trata de una parcialidad que, en la mayoría de los casos, es indeseada, algo que también sucede cuando hablamos de contratos temporales, cifra es superior en las mujeres que en los hombres. También estamos infrarrepresentadas en los puestos y niveles más altos, según los datos de la EPA del cuarto trimestre del 2019, 11.100 hombres ocupan puestos de dirección y gerencia frente a 3.700 mujeres, pese a ser mayoría entre la población activa con estudios superiores.

La realidad a día de hoy es que las mujeres seguimos teniendo peores condiciones laborales que los hombres. Seguimos teniendo una vida laboral más corta y con mayor dificultad para promocionar en la empresa debido a la maternidad, al tiempo que las responsabilidades del cuidado de las personas dependientes siguen recayendo en nosotras. También tenemos ingresos inferiores a los de los hombres, tanto en el salario base como en los complementos salariales que tanto influyen en la brecha salarial, sin olvidar que este lastre nos condicionará hasta cobrar la pensión por jubilación, una de las brechas más profundas que marcan la diferencia salarial.

El sector servicios ocupa en nuestra región el 68% de la población ocupada, de éstos, el 55% son mujeres y el 45% son hombres. Son las personas que trabajan en el comercio, hostelería, actividades financieras, artísticas, administrativas, sanitarias y de servicios sociales, empleadoras de personal domestico, entre otras. En definitiva, todas las personas que nos dan servicio cuando lo necesitamos. Pero cómo es posible que siendo el único sector que concentra más empleo femenino que masculino, las mujeres cobren menos que los hombres, en concreto y en la Región de Murcia 5.533 euros menos al año. Según la encuesta anual de estructura salarial publicada por el INE en junio de  2019, los hombres en el sector servicios ganaron una media de 23.599 euros, mientras que las mujeres apenas llegaron a los 18.066 euros.

Quizás ahora no sea el momento, pero llegará. De forma obligada tendremos que abordar de manera ineludible la precariedad en el empleo de las mujeres, la eliminación de los roles de género que hacen que las mujeres sigamos siendo las responsables de las tareas de cuidados, el fin de la brecha salarial y la consciencia de que lo que nos corresponde no es más que la mitad de todo.