'Patrulla Animal' es un espacio coordinado por Elisa Reche en el eldiario.es Murcia, para defender los derechos de los animales como seres sintientes.
Decomiso de animales maltratados: “¡Esto no es liberad a Willy”!
Que mal se pasa cuando uno hace algo por primera vez, sobre todo ante un juzgado. Aún recuerdo cuando llevé mi primer caso judicial por delito de maltrato animal en junio del año 2012, justo pocos meses después de haber rescatado a mi querida perrita Tania (D.E.P. Tania falleció el 17 de julio de 2019).
Por aquél entonces, llevaba más de diez años como abogada en ejercicio, colaboraba con protectoras de animales: unas veces como voluntaria paseando perros, otras veces limpiando cheniles, otras com vendedora espontánea en puestos de mercadillos solidarios y también con consultas jurídicas gratuitas. Pero en 2012 todo cambió para mí. Mi vida dió un gran giro tras introducir en mi familia a la pastora alemana Tania, que había sido abandonada en la autovía y que mi pareja rescató tras ser atropellada. Él mismo presenció el accidente del coche que iba delante de él.
Tener en mi familia a una perra que había sufrido un maltrato y un abandono de tal calibre hizo que dejara los casos de particulares y del turno de oficio para centrarme de forma exclusiva en denunciar a maltratadores de animales y a ayudar a propietarios de animales y a protectoras de animales. De tal forma, que me tiré desde 2012 hasta 2019 llevando como abogada infinidad de casos judiciales de este tipo. Si bien al principio no fue fácil, todo hay que reconocerlo.
¿Por qué no fue fácil? Pues porque en la carrera de derecho no me enseñaron nada sobre leyes relacionadas con animales, nada de leyes autonómicas ni de ordenanzas municipales de protección animal, ni sobre animales de granja, ni fauna silvestre, ni contrabando de animales, ni aplicación a équidos, ni legislación aplicable a los gatos ferales, ni aplicables a los perros potencialmente peligrosos, entre otras muchas. Todo esto tuve que aprenderlo de forma autodidacta.
Como lo pasé muy mal durante muchos años mientras recopilaba todas estas leyes, las analizaba y comprendía cómo había que aplicarlas para proteger legalmente a los animales, entendí y vi claramente que era necesario que compartiera mis conocimientos con otras personas con mismas inquietudes y valores. De ahí que comenzara a dar conferencias, a escribir en el blog de mi web www.deanimals.com y, hace ya más de un año, comenzara a escribir en este blog. Entre ambos blogs puedes encontrar gratis casi un centenar de artículos de gran valor jurídico práctico de Derecho Animal con contenido sobre legislación de protección animal y con consejos muy prácticos y fáciles de implementar.
En la carrera de Derecho solo vi algunos artículos del Código Penal relacionados con los animales, como el delito de maltrato animal regulado en el artículo 337. Si bien en su día me lo estudié de memoria y lo recité como un papagayo en el examen oral, al igual que el resto del articulado de este Código, por lo que poco después de examinarme de Derecho Penal me olvidé de todos esos artículos. Solo años más tarde, cuando comencé a llevar casos penales por delito de maltrato animal, aprendí realmente qué es un delito de este tipo y, no solo eso, también aprendí como debía solicitar una medida cautelar judicial (conocida popularmente como “orden judicial”) para poner a salvo a animales maltratados con carácter urgente.
Mi primer caso fue el de una poni y una yegua maltratadas por acción y omisión del deber de cuidado por parte de su propietario. En junio de 2012 una veterinaria muy valiente llamada Marian denunció el caso ante la Guardia Civil y, además, les buscó una protectoras a ambos animales. Aparentemente, el caso estaba solucionado. Había un atestado impecable de la Guardia Civil, un informe de la veterinaria que denunció el caso y un destino ético para los animales, pero en el juzgado no vieron que el caso fuera urgente.
Casi dos semanas después de haberse presentado la denuncia en el juzgado me enteré del caso y ofrecí mi ayuda como abogada de forma solidaria. Mi sorpresa fue cuando llegué al juzgado y la denuncia aún no había sido asignada a ningún juzgado. Estuve yendo al juzgado a diario durante dos semanas y pude ver como se pasaban la denuncia de un juzgado a otro como si fuera una patata caliente. No daba crédito a lo que presenciaba, por lo que presenté varios escritos en el juzgado diciendo que era urgente liberar a los animales porque podían morir de sed y de hambre. ¡Ay, qué novata era por aquel entonces!
La secretaria judicial del juzgado donde finalmente cayó la denuncia me llamó y a solas en un despacho me dijo: “¡Esto no es liberad a Willy! Los animales están así mucho tiempo y le tocará al expediente por orden de número”.
“¡Ostras!” - pensé-. “¿Si no es liberar al animal, entonces qué es?” Además se había mofado de mí. Me pusé a mirarme con lupa la Ley de Enjuciamiento Criminial y la Ley de Enjuiciamiento Civil. Aprendí que cuando se pide el rescate legal de un animal maltratado no hay que usar términos como “liberar al animal”, “sed” o “hambre”, sino que hay usar palabras mágicas como solicitud de medida cautelar urgente para el decomiso (también se puede decir incautación) del animal que está deshidratado y desnutrido y con grave riesgo de fallecer si no se decomisa de forma urgente.
Hoy, gracias a la frase “Esto, no es liberad a Willy” aprendí de forma urgente y autodidacta tres cosas:
1. Cómo solicitar medidas cautelares.
2. La poca empatía que tienen algunos funcionarios de los juzgados con los abogados “noveles”.
3. La falta de empatía con los animales.
Ahora, tras haber rescatado legalmente más de 600 animales en apenas siete años, me siento una privilegiada por poder dedicarme a compartir mis conocimientos con otras personas que, como tú, están preocupados por el bienestar de las personas y de los animales.
Finalmente, ambos animales fueron decomisados y puestos a salvo. El denunciado fue condenado por delito continuado de maltrato animal.
Querido lector: si deseas formarte en esta materia te invito a que veas mis cursos online en mi web. Igualmente puedes realizarme alguna consulta sobre protección animal a través de deanimals.
Que mal se pasa cuando uno hace algo por primera vez, sobre todo ante un juzgado. Aún recuerdo cuando llevé mi primer caso judicial por delito de maltrato animal en junio del año 2012, justo pocos meses después de haber rescatado a mi querida perrita Tania (D.E.P. Tania falleció el 17 de julio de 2019).
Por aquél entonces, llevaba más de diez años como abogada en ejercicio, colaboraba con protectoras de animales: unas veces como voluntaria paseando perros, otras veces limpiando cheniles, otras com vendedora espontánea en puestos de mercadillos solidarios y también con consultas jurídicas gratuitas. Pero en 2012 todo cambió para mí. Mi vida dió un gran giro tras introducir en mi familia a la pastora alemana Tania, que había sido abandonada en la autovía y que mi pareja rescató tras ser atropellada. Él mismo presenció el accidente del coche que iba delante de él.