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Inmigración, agricultura y Mar Menor, la sangre que bombea en Torre-Pacheco, el corazón de Vox en Murcia

Pintada a la entrada en Torre Pacheco

Erena Calvo

Huele que alimenta a pan marroquí y a té a la menta. En un polígono industrial a las afueras de Torre Pacheco, se encuentra la cafetería Nassiha, muy conocida en este municipio murciano entre la comunidad magrebí. El nombre del local en árabe significa 'consejo', y en este establecimiento no falta quien levante la voz para dar el suyo sobre la actual situación política.

Mohamed, un joven marroquí que lleva más de 15 años en Murcia, nos habla de su preocupación por el ascenso de Vox. “En el norte de España no vemos el mismo color verde que aquí. Estoy pensando en trasladarme a esa parte del país, seguro que tienen una mejor opinión del inmigrante”. Versado analista político, conoce casi al detalle los escaños que ha sacado cada partido en la Región y entre sorbo y sorbo de café trata de hacer quinielas sobre el acuerdo de Gobierno.

Torre Pacheco es el municipio murciano que más votó a Vox el pasado domingo, con un 38% de apoyos (4.988) frente al 13% (1.634 votos) de las municipales del 26 de mayo de este año. Con estas cifras, se ha convertido de nuevo en el corazón de la ultraderecha de Murcia. Consiguieron en la Región 199.440 papeletas en las urnas, el 28% del total de sufragios. Estos datos suponen un incremento de más de 56.000 apoyos respecto a los comicios de abril, cuando Torre Pacheco ya fue el municipio donde más votos obtuvo Vox.

Como muchos otros de sus compatriotas, Mohamed asegura no haber sentido nunca racismo por parte de sus vecinos “pero se está dando un caldo de cultivo cada vez más peligroso; la mayoría de los inmigrantes venimos a buscarnos la vida y no queremos problemas”. Él recibe cada mes una pensión desde hace una década porque sufrió un aparatoso accidente laboral cuando trabajaba en la obra. “Y aunque me han quedado secuelas para toda la vida–en forma de una pronunciada cojera al caminar-, gracias a Dios estoy vivo”.

Apurando el desayuno, otro magrebí puntualiza: “Sí que hay algunos inmigrantes en situaciones extremas que pueden llegar a delinquir y tienen comportamientos que nos dejan en mal lugar, nos meten a todos en el mismo saco y en ese sentido entiendo que en lugares como éste Vox tenga más seguidores, aunque no me guste”. Hace un par de días, recuerda, “un chico magrebí intentó robar y apuñalar a una persona mayor del pueblo; esos actos, cuando los cometen compatriotas, nos hacen daño y propician una mala imagen”.

En Torre Pacheco (36.000 habitantes), una tercera parte de la población es de origen inmigrante. Entre las comunidades extranjeras la más numerosa es la magrebí, seguida por la ecuatoriana, indios (en su mayoría sijs) y europeos del este; además de un grupo elevado de británicos asentados en las urbanizaciones de los alrededores. Una población que fue llegando en su mayor parte atraída por el trabajo en el campo tras inaugurarse en 1979 el trasvase del Segura y pasar la agricultura de la zona de secano a regadío. “Primero vinieron de Andalucía y Castilla-La Mancha, y a finales de los 80 los primeros magrebíes; desde entonces la integración ha sido plena y velamos por ello en el Ayuntamiento”, asegura en su despacho Antonio León, alcalde del municipio del Partido Independiente de Torre-Pacheco (PITP), que revalidó un Gobierno en coalición de la mano del PSOE el pasado 26M.

León recuerda que el 80 por ciento del peso económico en esta zona proviene del sector agrícola y “en el campo y las industrias asociadas se trabaja gracias a la población inmigrante; entiendo que esa no es la clave del voto a Vox” dice al tiempo que señala al contexto de Cataluña como la causa del ascenso de la extrema derecha.

Un joven del pueblo, en cambio, aventura que “los que han votado a Vox son los mismos 'panzagordas' del campo, los dueños de la tierra; yo he sido testigo de la manera tan denigrante en la que tratan a los inmigrantes porque por desgracia tuve que trabajar un año entero en el sector”. También señala a aquellos que se han revuelto tras la exhumación de Franco. 'El Valle no se toca' reza una pintada a la entrada del pueblo firmada por las Juventudes Falangistas Españolas. Unos meses antes, en el mismo muro, el mensaje -acompañado de una bandera de España- animaba a votar a Vox.

“Qué miedo”, le decía una trabajadora del Consistorio a otra el lunes en referencia a los resultados de Vox. “Yo le contesté que lo que da miedo es ese tal Sánchez, desenterrador de muertos”.

Extranjeros y locales casi a partes iguales se cruzan calle arriba calle abajo por el centro de Torre-Pacheco. “No me ha sorprendido en absoluto el resultado de Vox; aquí hay muchos inmigrantes sin papeles, tenemos miedo y queremos que solucionen este problema”, confía una vecina.

Se le suma otra que no se considera racista, pero sí que enumera la “inseguridad” como una de las razones que le llevaron a votar a Vox. “Mis sobrinas son jóvenes y es un calvario para ellas salir solas por la noche; parece que traen aquí a todos los inmigrantes directos de la patera”.

Sin querer identificarse, un policía local de Torre-Pacheco ya jubilado asegura a eldiario.es que “el tema de la inseguridad del que tanto se habla no es real; he pateado estas calles durante más de 30 años y no he visto más delincuencia entre los inmigrantes que entre los propios españoles; este es un pueblo en general tranquilo, en uno y otro lado”. En su opinión, el voto al partido de Abascal ha sido “un voto de castigo al PP”.

Carlos López Martínez, concejal de Hacienda de Torre Pacheco y vicesecretario general del PSOE en el municipio, habla de un caldo de cultivo: “Las plazas donde ha ganado Vox suelen ser pobres, con una tasa elevada de inmigración y un tejido productivo agrícola o con un sector primario predominante. Aquí el 35 por ciento de la población está empleada en el sector primario”.

El socialista, también politólogo, culpa del ascenso de Vox a un discurso “de no acogida” que ha ido calando en los últimos años, “de noticias falsas sobre delincuencia y sobre ayudas sociales”. Y pone como ejemplo que en Torre-Pacheco “hay un 30 por ciento de inmigrantes y las ayudas de emergencia social son de un 30 por ciento para extranjeros y un 70 por ciento para los españoles; es decir que hay una relación de uno a uno; además ha bajado la tasa de criminalidad un 15 por ciento”.

Y señala también a un colectivo “de 8.000 extranjeros que viven aquí, pagan impuestos (con menor morosidad que los españoles) y trabajan aquí pero no pueden votar; si pudieran hacerlo a lo mejor los resultados no serían los mismos”.

Torre-Pacheco, describe, es un pueblo tranquilo, alejado del racismo. “El voto a Vox es un voto de defensa del 'statu quo'; en el caso de la agricultura entroncado con el tema de la gestión del agua, el abandono por parte del Gobierno y las responsabilidades respecto a la crisis del Mar Menor”.

“Aquí hay mucho menudeo de droga y robos”

En un pequeño despacho destinado a los tres concejales de Vox del Ayuntamiento, José Francisco Garre Izquierdo y Joaquín Navarro Orenes, coinciden con el argumento del socialista. Consideran que Murcia los ha votado fundamentalmente “por la problemática de la inmigración ilegal, pero los agricultores también se han sentido abandonados por el Partido Popular, al que votaban mayoritariamente; se les ha criminalizado con la crisis del Mar Menor y el PP no ha sabido dar un mensaje de tranquilidad”. Según Garre, “cuando las cosas se han puesto feas se les ha señalado a ellos como los culpables”.

Los pequeños agricultores, explican, han dado paso a grandes grupos nacionales e internacionales “que cumplen todos los requisitos legales y medioambientales; han hecho grandes inversiones en el campo de los fitosanitarios, la gestión del agua o la producción en ecológico y no se les está valorando ese esfuerzo”.

En cuanto a la inmigración “ilegal” –en sus palabras-, consideran que también ha sido decisiva. “Al inmigrante legal se le contrata según convenio, ese no es el problema; el problema es el ilegal, y el descontrol”. Ese “descontrol” se repite varias veces en la conversación.

Garre y Navarro hablan también de inseguridad. “No se lo reprochamos a los que están sin papeles, si no a quien lo permite, quien no tiene cómo ganarse la vida acaba delinquiendo; aquí hay mucho menudeo de droga y robos”. Y denuncian que “no hay un seguimiento de la inmigración ilegal” porque Policía y Guardia civil “no tienen libertad para pedir la documentación en la calle; lo normal es que si hay alguien sentado dos horas en una plaza que puedan acercarse, sea español o extranjero, y pedir la documentación pero enseguida llega el imán de turno y denuncia por racismo”.

Y creen que les ha votado “mucho inmigrante 'legal' porque saben que les protegemos, así como mucha gente de izquierdas por el tema de la unidad de España”.

“Al de la barba, ese... Abascal, le he votado a él”, nos dice Said, marroquí que se declara conservador. “Los que no tienen papeles es mejor que vuelvan a sus países de origen, allí al final pueden vivir mejor que aquí, lo básico se consigue por menos dinero”, justifica mientras se mete dentro de su furgoneta para continuar con la jornada de trabajo.

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