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“Ya hay déficit de enfermeras en la Región de Murcia: ¿de dónde van a sacar las 2.500 que se necesitan para las 500 camas nuevas?”

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, informó el pasado viernes en la Asamblea Regional que se podrían disponer en 24 horas 500 nuevas camas hospitalarias con el plan de contingencia que tienen preparado, pero los profesionales sanitarios no tienen “nada claro” con qué personal se puede contar. “En la Región hay unas 6.000 enfermeras, pero para las 500 nuevas camas harían falta 2.500 más porque se necesitan cinco por cama para los distintos turnos”, apunta Luis Esparza, secretario de Acción de Sindical del sindicato de enfermería SATSE. Esparza recuerda, además, que las enfermeras de pacientes COVID requieren de una vigilancia “visual” de 24 horas.

“Los pacientes tienen unas diarreas gravísimas y tenemos que limpiarlos constantemente. Vamos con el pijama de plástico y salimos empapados. Nos tenemos que duchar varias veces durante el turno”, cuenta María (nombre cambiado), enfermera de 39 años del Hospital Reina Sofía en Murcia. “¿Qué va a pasar la próxima semana? Este anuncio me parece un poco técnica Díaz Ayuso en Madrid: ¿de dónde van a sacar las camas y el personal?”, se pregunta.

En la intervención en el Parlamento, el jefe del Ejecutivo murciano habló de que este año el sistema sanitario se había reforzado con 2.200 nuevas contrataciones, entre las que se encuentran 900 enfermeras y 700 auxiliares de enfermería. Fuentes sanitarias, además, dijeron a este periódico que están “preparados por si hubiera que contratar más”.

Bolsa de enfermería, a cero

De hecho, aunque la bolsa de enfermería se cierra el 31 de octubre, este verano se tuvo que hacer una baremación extraordinaria para incorporar a más trabajadoras y se volvió a abrir de nuevo una bolsa urgente el jueves pasado porque se había quedado a cero. “El resultado de la bolsa normal se demora aquí a enero o febrero. No se resuelve en un mes o unas semanas, como en otras comunidades”, dice Teresa, una enfermera que está a la espera para incorporarse a trabajar.

La enfemera estuvo trabajando en la bolsa urgente convocada este verano con dos contratos diferentes de un mes y un mes y medio. “He estado esperando a que llamen otra vez y no es cierto”. “Con esta nueva bolsa urgente empezarán a llamar a los enfermeros, pero no sabemos ni cuándo”, añade. “En Asturias, por ejemplo, cuando la bolsa se queda a cero, convocan bolsa urgente y bareman directamente y así pueden empezar a contratar ipso facto”.

“A nosotras nos han dicho que ya no podemos cogernos los días libres o vacaciones que tenemos este año”, apunta Carmen, quien trabaja en el Hospital Morales Meseguer de Murcia, los mismos términos en los que han sido informadas las trabajadoras del Reina Sofía.

Carmen, aunque no está en planta COVID, también ha visto su trabajo incrementarse. “Los pacientes que llegan ahora al hospital es porque están muy mal. La gente está aguantando mucho. Además, tengo de todas las especialidades como están cerrando plantas para que las ocupen los pacientes COVID. Esto se va a colapsar”, considera. La enfermera cree que la sociedad ha perdido miedo a la enfermedad. “El histerismo que teníamos en marzo ha desaparecido. La gente está muy relajada”, reflexiona.

Contratos más largos para frenar la fuga de enfermeras

Según Esparza, “hay una situación conflictiva porque hay muchos sanitarios que se están contagiando y hay que poner en cuarentena a todo el equipo”. El responsable de Acción Sindical señala que ahora los contratos en la Región que se ofrecen son “más largos” porque quieren estabilizar al personal sanitario. Hasta la fecha las comunidades limítrofes habían estado ofreciendo mejores condiciones laborales, de modo que muchas enfermeras murcianas se han ido a trabajar fuera de la Región. “Imagina ahora con el hospital de mil plazas de Madrid”, apunta Esparza. “Aunque se produzcan nuevas contrataciones en la Región no creo que se pueda dar abasto con toda la enfermería que se necesita”, añade.

“En el Reina Sofía teníamos en la primera oleada como máximo 16 pacientes en las plantas COVID cuando ahora tenemos más de treinta, en cambio somos el mismo número de enfermeras y auxiliares de enfermería, doce en total”, apunta la trabajadora sanitaria. María también señala que muchas veces “están llegando a las plantas enfermeras que nunca han estado en planta COVID”. El riesgo de contagio “muchas veces está en desconocer los procedimientos de los respiradores o no haber sido entrenados en ellos”, apunta.

La enfermera señala que también han visto aumentada su carga de trabajo por las pruebas que tienen que realizar para la investigación impulsada por el Instituto de Salud Carlos III. “Todas esas pruebas conllevan, además, más riesgo de infección”. Las enfermeras, además, llevan una mascarilla FPP2 durante tres turnos, al igual que los médicos, aunque ellas pasan mucho más tiempo en contacto con los pacientes. La trabajadora considera que también deberían hacerles PCR de forma rutinaria, “al menos a las que estamos en las que estamos en zonas de mayor carga vírica”.

La Región, con la ratio de enfermera por habitante más baja de Europa

“Hay malestar en el colectivo de enfermeros y enfermeras porque hay una gran precariedad. La pandemia ha abierto ahora la realidad de la sanidad”, resume Esparza. De hecho, mientras que la ratio en España es de 5,3 profesionales por 1.000 habitantes, en la Región es la más baja de Europa con 3,5 por cada 1.000 personas. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Dinamarca la ratio es de 16,9 enfermeras por 1.000 habitantes; en Alemania, de 13,3 o en el Reino Unido, de 11,9.

La Consejería de Salud de Murcia, por su parte, aseguró el pasado lunes 26 de octubre que de mantenerse la incidencia actual, se estima que las cifras de ingresos diarios por COVID-19 se podrían duplicar de cara a la semana próxima, pasando de los 75 actuales a 150: “La situación es crítica”. En septiembre se llegaron a contabilizar entre 35 y 40 ingresos diarios.