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El jugador Roberto Torres arroja nuevas dudas sobre la exdirectiva de Osasuna y las entregas de dinero

Ángel Vizcay, exgerente de Osasuna, durante una intervención en el juicio

Rodrigo Saiz

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La última sesión del juicio del 'Caso Osasuna' de declaraciones de testigos ha vuelto a ejemplificar cómo se llevaban las cuentas de la entidad rojilla bajo la directiva de Miguel Archanco. En esta ocasión han sido el jugador de Osasuna Roberto Torres y el exdirector del servicio de Inspección Tributaria de la Hacienda foral de Navarra quienes han puesto en duda las prácticas del equipo en materia económica durante los años que se están enjuiciando.

En concreto Roberto Torres ha mostrado discrepancias en la cuantía y la forma de pago de un adelanto de su salario que le hicieron desde la directiva en la temporada 2013-2014. Ese año el jugador pidió al club -“era Vizcay a quien se le solían pedir estas cosas ha declarado”- si le podían adelantar parte de su ficha para organizar su boda. Él asegura que lo que recibió por parte de Osasuna fue una transferencia bancaria de 37.000 euros, cifra de la que está seguro porque lo revisó recientemente.

Sin embargo, este jueves en la sala de la Audiencia Provincial de Navarra en la que se está juzgando el caso, se le ha mostrado un documento, a petición de la abogada del expresidente de Osasuna Miguel Archanco, en el que consta que el jugador recibió la cantidad de 50.000 euros en efectivo. Documento que viene firmado por él. Roberto Torres ha declarado que esa puede ser su firma, pero que no recuerda haber firmado ese documento y ha negado haber recibido 50.000 euros asegurando que fueron 37.000. Una cantidad, ha indicado, que a final de temporada se le descontó de la ficha.

Preguntado por si a lo largo de esa temporada recibió más dinero de Osasuna en concepto de primas, reconoció que también cobró una prima de 9.000 euros en efectivo por resultados, que se la entregó el capitán Patxi Puñal, pero que a final de temporada se le descontó “por el descenso” a Segunda División.

También recibió un adelanto de su sueldo el exjugador Oriol Riera, en su caso para poder comprarse un coche. Un adelanto de 50.000 euros porque no le quedaba “dinero para vivir” y que los recibió mediante una transferencia. En su caso no se le mostró ningún documento que acreditase lo contrario, como se le hizo a Roberto Torres, pero también afirmó que “estas cosas se le pedían a Vizcay”. Oriol Riera, que Vizcay en su declaración dijo que se había enfadado cuando se enteró del pacto con el Espanyol por empatar porque “no sabía jugar a eso” no fue preguntado sin embargo por esa reacción ni el conocimiento de ese amaño de partido.

“Las cuentas de Osasuna no se correspondían con la realidad”

Otro de los testigos, el exresponsable del servicio de inspección de la Hacienda Navarra Óscar Martínez Bujanda ha afirmado que aproximadamente entre 2002 y 2014 el beneficio que recogían las cuentas anuales de Osasuna “no se correspondía con la realidad”, ya que en la práctica en la mayoría de los ejercicios se registraban pérdidas, salvo casos puntuales en los que por la venta de algún jugador pudo haber beneficios.

Martínez de Bujanda ha relatado que, en diciembre de 2013, la Unión Europea abrió un expediente a España por la presunta concesión de ayudas de Estado a los clubes españoles que no son sociedades anónimas deportivas, entre ellos Osasuna. La UE consideraba que, por ser clubes, estas entidades tenían en el Impuesto de Sociedades una normativa fiscal más favorable que si fueran SAD. Así, se pusieron en contacto con Osasuna para que “aportase documentación que a su vez había que aportar a la Unión Europea”, ha apuntado.

Hacienda nombró a dos personas para encargarse de este expediente y se pusieron en contacto con el club para solicitar una serie de documentación, “pero como iban pasando los plazos y no habíamos recibido la documentación que habíamos solicitado, tuvimos una reunión a la que asistimos yo y un inspector”. En esa reunión estuvieron presente por parte de Osasuna el entonces directivo Sancho Bandrés y un asesor. En la reunión, Sancho Bandrés, que llegó a la directiva en 2012 explicó que, “a pesar de que en las cuentas anuales podía figurar que había beneficios en la mayoría de ejercicios, atendiendo a determinadas salvedades que se hacía en la auditoría, la realidad era que normalmente había habido casi todos los años pérdidas”.

Hacienda alegó ante la UE que no había ayudas de Estado porque casi todos los años Osasuna había tenido pérdidas. El expediente, ha indicado Martínez Bujanda, se resolvió en enero de 2016 y determinó que conceptualmente había habido ayuda de Estado, pero el beneficio obtenido por el club no llegaba a 4.000 euros y por tanto no había que hacer una regularización.

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