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Tras el acuerdo en el Parlamento de Navarra, socialistas y Geroa Bai se preparan para negociar el Gobierno foral

Pedro Sánchez en Pamplona, rodeado por Santos Cerdán, María Chivite y Maite Esporrín (dcha.).

Miguel M. Ariztegi

El acuerdo de ultimísima hora entre socialistas y Geroa Bai para la presidencia del Parlamento de Navarra allana el camino para la conformación de un gobierno de progreso en la Comunidad foral, pero también echa a andar la cuenta atrás para la investidura. La Ley Orgánica de Amejoramiento y Reorganización del Régimen Foral de Navarra (Lorafna) indica en su artículo 29 que el presidente del Parlamento tiene un plazo de 10 días desde su nombramiento para hablar con los portavoces de los grupos parlamentarios y proponer un presidente o presidenta para el Gobierno de Navarra.

El secretario de Organización del PSN, Ramón Alzórriz, ha hablado hoy de “un nuevo tiempo para el futuro”, y ha afirmado que el objetivo de su partido “sigue siendo el mismo, conformar un gobierno progresista, plural y alternativo con una suma de 23”.

El parlamentario de Geroa Bai Koldo Martínez ha matizado que el acuerdo entre su formación y el PSN era “para hoy”, si bien ha reconocido que “cimenta de alguna forma esa confianza mínima que se necesita para que en Navarra haya un gobierno progresista y plural, liderado por María Chivite”.

Si tras la primera ronda de consultas que deberá iniciar en 10 días Unai Hualde considera que María Chivite tiene el respaldo necesario para ser investida se convocará una sesión plenaria con al menos tres días de antelación. Si el acuerdo al que han llegado hoy para la Mesa del Parlamento se mantiene, Chivite contaría con el apoyo del Grupo Socialista (11 parlamentarios), el de Geroa Bai (9 Parlamentarios), los dos parlamentarios de Podemos y la parlamentaria de Izquierda-Ezkerra. 23 apoyos en total, más que los 20 de la coalición de derechas Navarra Suma.

En ese pleno, que se celebraría en el mes de julio, Chivite presentaría su programa político, y la votación se realizaría de forma secreta mediante papeletas, como hoy en la Mesa.  En esa primera votación la candidata debería contar con la mayoría absoluta de la Cámara, es decir, al menos 26 de los 50 escaños. Como no es probable que EH Bildu apoye con sus 7 parlamentarios a la socialista, que mantiene su política de no hablar-no acordar con la izquierda abertzale, deberá celebrarse una segunda votación 24 horas después, en la que basta con la mayoría simple. Basta con tener más síes que noes.

Será en esa segunda votación en la que la abstención de EH Bildu resultará clave para que el “gobierno de progreso” que busca Chivite sea viable, pues los 20 noes de Navarra Suma parecen asegurados. El nombramiento se publicará en los boletines oficiales del Estado y de Navarra, y 10 días naturales después, la nueva presidenta tomará posesión de su cargo. La persona que ocupa la presidencia es la que elige a su gobierno, consejeros que tendrán que jurar o prometer su cargo.

La parlamentaria de EH Bildu Bakartxo Ruiz ha advertido hoy, no obstante, que el hecho de tener un puesto en la Mesa del Parlamento no basta: el PSN “todavía habla de exclusión”, y ha recalcado que “es imposible conformar una mayoría alternativa a la derecha sin contar con EH Bildu”. “Estar en la Mesa es un paso, pero no ha sido en ningún caso gracias al voto del PSN y, por tanto, vamos a seguir viendo qué pasos se dan en los próximos días y próximas semanas”, ha insistido.

26 de agosto, fecha límite

En caso de que tras la primera ronda de consultas no haya un candidato claro, el presidente del Parlamento repetirá en las siguientes semanas los contactos. Si se celebrase un proceso de investidura y el candidato no consiguiera los votos necesarios para ser elegido, ocurriría lo mismo, el presidente del Parlamento deberá iniciar una nueva ronda de consultas para ver si otra persona tiene posibilidades.

La fecha límite es el 26 de agosto, tres meses justos después de las elecciones. Si para entonces los parlamentarios no han conseguido elegir al presidente del Gobierno, la Cámara foral se disolvería y se convocarían nuevas elecciones. El Parlamento que se elegiría en otoño iniciaría una legislatura completa de 4 años.

Algo poco probable para el candidato de Navarra Suma a la Presidencia del Gobierno foral, Javier Esparza, que ha denunciado que “desgraciadamente hay un acuerdo entre el PSOE y EH Bildu” y ha considerado “inmoral que el PSN pretenda liderar esta Comunidad con la abstención de EH Bildu”. “Eso tendrán que explicar los socialistas al conjunto de la sociedad navarra, a la sociedad española”, ha denunciado, para advertir también que lo ocurrido hoy en la conformación de la Mesa del Parlamento “marca un antes y un después”.

Además, ha asegurado que UPN no dará sus dos votos en el Congreso de los Diputados para la investidura de Sánchez: “No podemos dar el apoyo a un presidente que es capaz de pactar con los amigos de Josu Ternera, no lo hemos hecho nunca, nos parece inmoral y no lo vamos a hacer”, ha recalcado. El acuerdo PSN-Geroa Bai, no obstante, facilita el apoyo de los seis congresistas del PNV a la investidura de Sánchez.

La portavoz nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas, de visita en la Cámara foral, ha aprovechado para anunciar que su partido va a presentar una iniciativa para reformar la Constitución con el fin de “derogar inmediatamente la Disposición Transitoria Cuarta -que prevé el mecanismo de incorporación de Navarra a Euskadi-, porque este es el objetivo del nacionalismo en Navarra, que Navarra deje de ser Navarra para ser una mera parte del País Vasco”.

 

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