El Gobierno de Navarra ha adoptado, en su sesión de hoy, un acuerdo por el que se declara Bien de Interés Cultural, como Bien Mueble, la 'mano de Irulegi'. Esta pieza, fechada a comienzos del siglo I a. C., está considerada el primer documento, más amplio y completo en lengua vascónica conocido hasta la fecha, un bien excepcional de la máxima protección.
Entre los riesgos detectados que avalan la necesidad de proceder a la protección legal de la 'mano de Irulegi' de forma individual, está la delicadeza material de la pieza. Requiere unas condiciones de conservación específicas y constantes, así como un continuo mantenimiento que garanticen su adecuada conservación. Entre estas medidas preventivas está controlar el préstamo para exposiciones temporales que pongan en riesgo su preservación.
La pieza se descubrió el 18 de junio de 2021, en el transcurso de las excavaciones arqueológicas programadas en el yacimiento de Irulegi (Valle de Aranguren). La zona de excavación corresponde al castro vascón de Irulegi, en concreto a su zona de habitación intramuros. Esta zona arqueológica, denominada 'Conjunto de Irulegi', ya fue declarada Bien de Interés Cultural por el Ejecutivo foral mediante acuerdo del 26 de abril de 2023.
Una de las primeras singularidades de la pieza es la forma en que se ejecutó la inscripción. Para facilitar la escritura, primero se marcaron tres líneas de pautado esgrafiado. Posteriormente se grabaron los signos en trazos rectilíneos y, finalmente, se marcaron mediante la técnica del punteado impreso.
La combinación de incisión-esgrafiado y punteado era desconocida hasta ahora en las inscripciones paleohispánicas, y sólo se ha anotado un caso en la epigrafía latina de todo el Imperio. El signario empleado para escribir el texto corresponde a la familia de los semisilábicos paleohispánicos, con determinados rasgos particulares: la presencia del signo T, conocido hasta la fecha sólo en leyendas monetales del grupo de cecas vasconas (oTikes y uTanbaate). A partir de la 'mano de Irulegi' se ha reconocido como un signo específico de la lengua que transcribe, y la presencia de dos signos para las vibrantes, rasgo que descarta que la lengua empleada sea el celtibérico. Estos y otros rasgos lingüísticos han llevado a pensar que el texto de la Mano se halla escrito en subsistema especial o signario vascón.