Navarra garantizará consultas presenciales en los ambulatorios en un máximo de 48 horas a final de año
La Sanidad navarra afrontará a partir de este mes de octubre un proceso de paulatina adaptación a la normalidad después de dar por finalizada la circulación epidémica de la COVID-19, con el consecuente fin de las restricciones para contener su propagación. Así, la Atención Primaria tiene como objetivo alcanzar entre un 60% y 70% de presencialidad en las consultas entre octubre y diciembre, después de año y medio adaptada a los medios telemáticos. Este es el reto que ha marcado la consejera de Salud, Santos Induráin, en una comparecencia en el Parlamento navarro donde ha insistido en que esta es una “prioridad absoluta” de su Departamento: lograr atender en un plazo máximo de 24-48 horas a todo aquel que lo precise en la consulta.
El objetivo marcado por Salud es lograr la normalidad en las consultas presenciales registradas antes de la crisis sanitaria, con un nivel previo a la pandemia cuando rondaba unos máximos del 70%. En los meses más duros de la crisis sanitaria dicha presencialidad llegó a caer entre un 20 y 30% en un servicio en primera línea que ha logrado dar seguimiento a más del 93% de los contagiados de COVID-19. En este año y medio, de hecho, la comunidad foral ha superado los 82.000 infectados confirmados, según ha recordado. Así, Induráin ha destacado el papel “esencial” que la Atención Primaria ha desempeñado en este contexto, también a lo largo del proceso de vacunación con más de 985.400 dosis administradas en la actualidad.
En una comisión parlamentaria a petición propia, Santos Induráin ha hecho balance de la gestión de su departamento en lo que va de legislatura, marcada por la crisis sanitaria. “Ahora toca pasar página de la COVID-19, pero leyendo su contenido y tomando nota de lo aprendido”, ha destacado para aclarar que el reto marcado abarca no sólo la Atención Primaria, sino todo el sistema sanitario. De esta manera, ha señalado la hoja de ruta que plantea el Departamento de Salud para lo que resta de legislatura y que se centra en tres ejes. Por un lado, en un impulso en las infraestructuras sanitarias con la apertura de procesos de licitación de nuevos centros de salud en Carcastillo, Zizur, Puente La Reina, Cascante, Villaba y Berriozar. Por otro lado, el refuerzo de los recursos humanos, con la incorporación de hasta un centenar de nuevos profesionales de enfermería y a través de Ofertas Públicas de Empleo previstas; y por último, en modificaciones normativas y organizativas.
Bajar el volumen de las listas de espera constituye otra de las prioridades del departamento de Induráin a partir de ahora. Los niveles en primeras consultas, ha reconocido, son “muy altos”. En agosto superaron los 56.000 pacientes, cuando antes de la pandemia eran 42.645. Además, ha insistido en una “una cierta estabilidad en las de operaciones quirúrgicas” fruto de la apuesta por “desprogramar lo mínimo”. En este sentido, cabe recordar que el volumen de personas esperando a ser intervenidas era de 6.602 el pasado mes de agosto, cuando en el mismo mes de 2020 eran 7.194. A este respecto también se ha referido el director general de Salud, Carlos Artundo, quien ha considerado la necesidad de “reconceptualizar” las listas de espera. “Es imposible abordar el problema de prácticamente 60.000 personas en Navarra esperando para ser atendidas, y mezclándose prioridades, necesidades y situaciones diferentes. Tenemos que repriorizar desde el punto de vista clínico -que no los gestores- las diferentes categorías de necesidad y centrarnos en los procesos y situaciones que precisan una respuesta muy rápida”, ha abundado.
Tanto la titular de Salud como el director general de este departamento han apuntado la necesidad de abordar las consecuencias que la pandemia está teniendo en la salud mental de la población. Induráin se ha referido a una mayor colaboración necesaria entre Atención Primaria y Salud Mental para mejorar la eficiencia en el tratamiento de los trastornos mentales.
Navarra Suma exige a Induráin que asuma responsabilidades
Durante su turno de intervención tras la comparecencia de Santos Induráin, la parlamentaria Cristina Ibarrola de Navarra Suma –la coalición de aglutina UPN, Ciudadanos y PP- ha acusado a la titular de Salud de no haber “rendido cuentas”, ni haber asumido su “responsabilidad” de la gestión de la pandemia. “Este Gobierno se ha llevado por delante la sanidad navarra”, ha señalado para considerar que el sistema sanitario se ha “deteriorado más” tras su gestión de la crisis sanitaria.
Por su parte, desde el grupo parlamentario socialista, la parlamentaria la Patricia Fanlo ha reconocido que “se han cometido errores”, a la vez que ha defendido que, de producirse, estos han sido “siempre desde el convencimiento de que todos los profesionales sanitarios y la consejería siempre han priorizado la salud de la vida de los navarros por encima de otros intereses”. Asimismo, ha apelado a la unidad de los distintos grupos parlamentarios para afrontar los retos futuros del sistema sanitario.
En su turno de intervención, la parlamentaria de Geroa Bai Ana Ansa ha insistido en que las soluciones de los problemas de la sanidad navarra previos a la pandemia se han visto “ralentizados” por la crisis sanitaria. Y Además de considerar la importancia de abordar la Atención Primaria, ha pedido poner el foco en las consecuencias que la pandemia ha dejado en la salud mental y en las listas de espera.
Por último, desde EH Bildu, Txomin González ha hecho referencia a la precariedad en las infraestructuras que existía en la sanidad pública, a su juicio, antes de la pandemia. En este sentido ha criticado el déficit de inversión en sanidad en los últimos 20 años y ha defendido la necesidad de abordar la ley foral de Salud, además de una normativa que permita afrontar la organización de los recursos humanos.
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