La aprobación de los cuartos Presupuestos del Gobierno del cambio en Navarra ha pasado desapercibida en el Pleno de hoy. En una legislatura marcada por la guerra intestina que vive Podemos Navarra -roto en dos mitades no iguales: cuatro parlamentarios críticos que no siguen la disciplina del partido (agrupados bajo la etiqueta Orain Bai) y tres oficialistas-, los tránsfugas de la formación morada han esperado a superar la última gran votación del mandato para dinamitar definitivamente el partido. Pese a ser el sector oficial el que mantiene la relación con el partido a escala nacional, su minoría en el Grupo parlamentario se revela como un error estratégico clave: la decisión del portavoz, Carlos Couso, del sector crítico, de echar al sector oficial -representado por los parlamentarios Ainhoa Aznárez, Mikel Buil y Tere Sáez- el mismo día que se han aprobado las Cuentas genera una crisis institucional sin precedentes en Navarra, de consecuencias que afectan directamente a la gobernabilidad de la Comunidad foral.
Tras el golpe, aparece nítida la figura de Laura Pérez, exsecretaria general del partido en Navarra e impulsora de la corriente crítica Orain Bai tras su expulsión. Hoy ha guardado silencio, y sus correligionarios críticos han emplazado a los medios a una rueda de prensa mañana a mediodía en la que han asegurado que explicarán los porqués de su decisión.
Los tránsfugas, como les denomina sin ambages Podemos Navarra, se escudan en que su discurso está más cercano al mensaje original de la formación, pero el partido les acusa de actuar por dinero, de manera que puedan financiar la preparación de la ya inminente campaña electoral. Pero no como Podemos, sino como Orain Bai. Un golpe de estado interno que hace saltar por los aires el partido, y también el delicado equilibrio de mayorías que se da en un Parlamento compuesto por 7 partidos, de los que cuatro, que suman 26 de 50 escaños, apoyan al Gobierno
Podemos Navarra ha censurado “el enésimo intento de fraude democrático protagonizado por los cuatro tránsfugas agrupados en Orain Bai” y ha hecho un llamamiento a la “responsabilidad” de Geroa Bai, EH Bildu e Izquierda-Ezkerra -sus socios en el cuatripartito- para “evitar esta nueva agresión a la decisión democrática de la ciudadanía navarra tomada en mayo de 2015 y a la dignidad del Parlamento de Navarra, institución pisoteada una y otra vez por cuatro personajes que hace mucho tiempo que confundieron el proyecto de Podemos por un proyecto de pura ambición personal”.
Efectivamente, la decisión permitirá probablemente a Orain Bai desbloquear las asignaciones de la Cámara Foral al Grupo, paralizadas desde hace un año por la falta de acuerdo entre los cuatro parlamentarios críticos y los tres oficialistas, pero acceder a esos 240.000 euros aproximadamente provocará, entre otras consecuencias, que la presidenta de la Cámara, Ainhoa Aznárez, dejará de serlo por no pertenecer a un Grupo parlamentario, así como la pérdida de la mayoría ponderada del cuatripartito en las comisiones de la Cámara. Una herida profunda para el Ejecutivo, que podría desangrarse antes incluso de las elecciones de mayo.
Más aún, elegir nuevo presidente del Legislativo resultará muy difícil si no imposible, ya que no hay ninguna mayoría posible si Podemos no vota conjuntamente. La exigua hegemonía de 26 sobre 50 escaños que sustenta al cuatripartito ya no es tal si los 7 parlamentarios de Podemos no se ponen de acuerdo, algo que hoy por hoy parece imposible. El Reglamento de la Cámara exige mayoría absoluta en primera votación, pero solo simple en la segunda, con lo que la oposición podría hacerse con la presidencia de la Cámara.
Así las cosas, la oposición (UPN, PSN y PP) se ha apresurado a pedir una Mesa y Junta de Portavoces de carácter urgente, para evidenciar la “descomposición” de los apoyos parlamentarios que sustentan al Gobierno de Uxue Barkos. UPN ha hablado de situación de “crisis institucional”, el PSN considera que “el cuatripartito está en descomposición” y el PPN ha afirmado que “un partido que vino a salvar a los ciudadanos de la casta se ha demostrado como lo peor”.
Por contra, Geroa Bai, EH Bildu e Izquierda-Ezkerra han hecho un llamamiento a la “responsabilidad” a Podemos y a Orain Bai para que mantengan su “compromiso a favor del cambio”.
En representación de Geroa Bai, su portavoz parlamentario, Koldo Martínez, ha esperado que una y otra corriente de Podemos “hagan un mínimo ejercicio de responsabilidad y sigan defendiendo esa mayoría política y social que teníamos y espero que sigamos teniendo a favor del cambio”.
Crisis institucional
El portavoz de EH Bildu, Adolfo Araiz, ha hecho una llamada a la “cordura y responsabilidad” a las siete personas que hasta ahora formaban parte del grupo de Podemos-Orain Bai porque “entendemos que por razones estrictamente partidistas no se puede poner en juego el cambio político y social en Navarra”.
El portavoz de UPN, Javier Esparza, ha pedido incluso la suspensión del Pleno que hoy se celebraba “ante la crisis institucional evidente”. “Algunos pensamos que Ainhoa Aznárez ya no es presidenta del Parlamento, y los ciudadanos merecen que se les dé una explicación”, ha denunciado.
Desde el PSN, María Chivite ha afirmado que es “evidente” que el cuatripartito está “en descomposición” y ha considerado que lo ocurrido en el grupo parlamentario de Podemos-Orain Bai “viene derivado de un problema de transfuguismo político dentro del propio grupo de Podemos” al que el partido morado “no le ha puesto solución”.