EH Bildu arranca a Chivite un estudio para complementar las pensiones bajas en Navarra como el que ya existe en Euskadi
El preacuerdo de presupuestos alcanzado entre el Gobierno de Navarra y EH Bildu recoge, entre otras cosas, elaborar un estudio para implantar un complemento a las pensiones más bajas de los navarros a través de la Renta Garantizada. Actualmente en la Comunidad foral ya existe un sistema que complementa los ingresos de las pensiones no contributivas a través de una deducción del IRPF, pero EH Bildu busca cambiar el modelo a uno similar al que ya funciona en Euskadi, en el que año a año se marca un umbral de cobertura y se complementan todas las pensiones bajas hasta llegar a él.
EH Bildu ha conseguido con el preacuerdo alcanzado con el Ejecutivo navarro en los presupuestos, que falta ver si se formalizará en un voto favorable a las cuentas o en una abstención como ya hizo en la investidura, que se amplíe el techo de gasto inicialmente fijado por el Gobierno de María Chivite en 4.557 millones de euros y compromisos para partidas en distintas áreas para mejorar la calidad de los servicios públicos, que ninguna de las dos partes no ha querido entrar a detallar hasta que se inicie el proceso para debatir las enmiendas parciales a los presupuestos.
Aunque todavía no se conocen detalles de las partidas, este periódico ha podido saber que una de las cuestiones que ha puesto encima de la mesa EH Bildu y que el Gobierno de Navarra ha aceptado es elaborar un estudio para implantar en Navarra un modelo de complemento de las pensiones. Fuentes de la negociación consultadas por eldiario.es aseguran que todavía están por concretar los detalles del estudio pero cuentan que tendrá como premisa que el sistema va a ser deficitario porque va a suponer un gasto adicional y elevado para una sociedad que cada vez está más envejecida, y que se implantará siempre dentro de las posibilidades que tenga el Gobierno foral conforme a los presupuestos.
Con el estudio se verá cómo se puede adoptar este sistema y cuántas personas se podrían beneficiar de él. Actualmente en Navarra ya existe un sistema que complementa a las pensiones no contributivas a través de una reducción de la carga impositiva. En 2017 16.000 pensionistas, 9.000 de ellos viudas, se beneficiaron de este sistema para complementar sus ingresos de la pensión.
EH Bildu pretende con esta propuesta que ha sido aceptada por el Gobierno de Navarra en el preacuerdo de presupuestos, cambiar el modelo que existe en Navarra por uno como el que tienen en Euskadi. Allí los pensionistas con prestaciones más bajas reciben un complemento a través de la Renta Garantizada de Ingresos (RGI) en lugar de recibir ese complemento mediante una deducción del IRPF. Desde la formación abertzale entienden que el de Euskadi es un modelo menos lioso y más beneficioso para los pensionistas.
¿Cuál es el modelo que tiene Euskadi?
En Euskadi, el modelo de garantía de ingresos permite cobrar la denominada RGI no sólo cuando no se tienen otros recursos, sino como complemento de rentas bajas. Esa renta puede ser otra prestación pública, un salario precario o una pensión baja. 13.000 pensionistas se benefician de este sistema.
Estos complementos de pensiones se crearon en 2008 no sin debate político. El Gobierno central, entonces presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a advertir de que Euskadi estaba invadiendo sus competencias exclusivas en materia de Seguridad Social. Pero, en puridad, la RGI es una prestación social y, además, tiene diferentes requisitos que una pensión. Un ejemplo: una pareja de jubilados puede cobrar dos pensiones pero el complemento se aplica a las unidades de convivencia, por lo que sólo tienen derecho a una RGI. Y otro matiz. En las pensiones hay pagas ‘extra’ pero la RGI se abona en doce mensualidades prorrateadas.
Según datos del Servicio Vasco de Empleo -Lanbide-, la cobertura básica para un perceptor de la RGI que viva solo es de 693,73 euros, mientras que el umbral garantizado a los pensionistas crece hasta los 795,95 euros. El máximo que se complementa llega a un umbral de 1.074,53 euros para una unidad de convivencia de pensionistas de tres o más miembros.
En un principio, el sistema se diseñó para que se garantizaran pensiones equivalentes al 100% del SMI, pero los complementos, como el conjunto de la RGI, han sufrido recortes desde su puesta en marcha en 2008. En 2011, por ejemplo, se introdujo un tijeretazo general de las cuantías del 7% nunca revertido. Y cuando el SMI empezó a subir de manera importante en España, el Gobierno vasco desindexó ‘de facto’ las prestaciones y optó por fijar las cuantías año a año en sus presupuestos.
Este 2020 han crecido un 4% merced al acuerdo del Ejecutivo de PNV y PSE-EE con Elkarrekin Podemos. En 2019 subieron un 4,5% los complementos de pensiones frente al 3,5% del resto de prestaciones. Se hizo mediante una ley específica porque no hubo acuerdo presupuestario entre el Gobierno y EH Bildu, precisamente a cuenta de estas cuantías. Lo que estuvo sobre la mesa fue incrementar el umbral de cobertura hasta 858 euros y la “individualización” de la prestación de modo que un matrimonio con dos pensiones pudiese cobrar doble complemento.
El Parlamento Vasco tiene pendiente analizar una reforma del sistema de RGI. Nuevamente, el asunto de las pensiones volverá a estar sobre la mesa. Uno de los planteamientos es que las pensiones salgan de la RGI y se llamen RGP (Renta Garantizada de Pensionistas). El Gobierno estima que poco tiene que ver el modelo de formación y empleabilidad que se aplica con los perceptores ordinarios con el pago a jubilados.
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