El Gobierno de Navarra evita hablar de recortes y dice que se “reorientarán partidas” para paliar el desplome de la recaudación
“No se saldrá de esta crisis como de la de 2008”, es la frase que se ha convertido en el mantra del Gobierno de Navarra desde que se comenzaron a notar los estragos económicos de la crisis del coronavirus. Este jueves se ha tumbado en el Parlamento foral una moción de Navarra Suma que pedía una revisión de los presupuestos aprobados en febrero y que contemplan un récord en el gasto de más de 4.000 millones de euros. Ha sido rechazada por todas las fuerzas salvo la liderada por Javier Esparza, que ha acusado al Gobierno de utilizar eufemismos para no hablar de recortes. Ramón Alzórriz, portavoz del PSN, le ha reprochado tal afirmación y ha señalado que se reorientarán partidas de las cuentas para no aplicar la tijera. De una forma o de otra, el Ejecutivo foral busca soluciones para paliar el desplome de la recaudación previsto para este curso.
Como reconoció la consejera de Economía y Hacienda Elma Saiz, se espera que durante el 2020 se recauden 800 millones de euros menos de lo previsto, a lo que hay que sumar un gasto inesperado de más de 100 millones de euros en medidas para paliar los efectos de la crisis entre los autónomos u otros colectivos afectados por el parón de la actividad económica a causa de la pandemia.
Para remediar esa caída de los ingresos y a su vez aumento del gasto, desde el principio de la crisis el Gobierno lleva estudiando medidas a aplicar. Desde el comienzo se ha rechazado la idea de corregir los presupuestos que en febrero fueron aprobados en la Cámara foral de la mano de EH Bildu, si bien durante las últimas semanas se ha reconocido la necesidad de “revisarlos”, puesto que incluyen un gasto de más de 4.500 millones de euros, el más alto de los últimos años.
Hoy el Ejecutivo liderado por maría Chivite ha hablado de “reorientar partidas” de las cuentas para paliar esa caída de la recaudación sin necesidad de aplicar la tijera en los presupuestos. Lo ha hecho como portavoz del PSN, principal partido dentro del Gobierno, en respuesta a la moción que ha presentado Navarra Suma, y que ha sido tumbada por el resto de arco parlamentario, en la que pedía modificar los presupuestos. En palabras del líder de UPN, Javier Esparza, “mantener estos presupuestos es irreal”. Esparza ha pedido al Gobierno que deje de utilizar “eufemismos” y que no permitirán “recortes de forma encubierta”, a lo que Alzórriz ha respondido que “reorientar partidas que son imposibles de ejecutar por la pandemia” es muy diferente a “negociar unos nuevos presupuestos intentando debilitar al Gobierno”.
Aumento de la deuda
Además de “reorientar partidas”, el Ejecutivo de Navarra maneja otras opciones para paliar los estragos de la recaudación: aumentar la deuda pública o aumentar la carga fiscal. Todo ello a la espera de que se concrete cuál será la participación de Navarra en el fondo de 16.000 millones de euros que el Gobierno central ha previsto para las comunidades. La semana pasada la consejera Elma Saiz propuso al Ministerio de Hacienda minorar la aportación de la Comunidad foral al Estado, que realiza mediante el convenio económico, como fórmula de participación en ese fondo.
Desde EH Bildu apuestan por la fórmula de incrementar la deuda pública. El portavoz en el Parlamento, Adolfo Araiz estima que “con un incremento del 20% estaríamos hablando de 872 millones de euros, casi la pérdida total de la deuda”.
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