Robe presenta 'Mayéutica' en su primer concierto sin restricciones y con público de pie en Navarra
El músico de Plasencia acerca su nuevo disco en un concierto con 3.500 asistentes de pie y tras la suspensión de su gira de despedida de Extremoduro en medio de la pandemia
En lugar de recitar un verso para marcar la transición entre los temas “Guerrero” y “Si te vas”, como habitualmente hace entre canciones, Robe Iniesta lazó un “¡Qué alegría veros de pie!”. Y los cerca de 3.500 asistentes al Navarra Arena saltaron y gritaron en el que fue el primer concierto del músico de Plasencia sin restricciones sanitarias con motivo de la pandemia. Ni sillas ni test de antígenos ni limitaciones de aforo. Aun así, en el espacio -con capacidad para 12.000 espectadores- quedaba lugar para guardar las distancias de seguridad entre un público que respetó el uso de la mascarilla y que compró su entrada con tan solo quince días de antelación. Así, después de suspender la gira de despedida de la banda de rock Extremoduro, Robe regresó a un escenario con condiciones previas a la pandemia para presentar su último trabajo en solitario, 'Mayéutica'. El título de la gira, “Ahora es el momento”, cobró mayor dimensión si cabe en el primer concierto multitudinario sin sillas en el Navarra Arena de Pamplona.
Fueron más de dos horas y media de despliegue de un repertorio que arrancó con su ‘Hoy al mundo renuncio’. Los primeros acordes de este tema de su disco ‘Destrozares, canciones para el final de los tiempos’ (2016) fue ya el anuncio de que el turno de ‘Mayéutica’, concebida como una sinfonía ininterrumpida de 43 minutos, llegaría después del descanso. La primera parte de la noche transitó, con un público entregado, por temas reconocidos de sus dos discos en solitario. Los asistentes, muchos venidos de otras comunidades y en especial de San Sebastián, cuya cita fue cancelada, vibraron y saltaron como no lo pudieron hacer en otros conciertos de la gira. En el Navarra Arena se escucharon letras contenidas en su álbum ‘Lo que aletea en nuestras cabezas’ (2015), donde no faltó el clásico “Como buen guerrero/ solo tengo miedo / a que sus ojos dejen de mirar a ver si puedo”. De este disco tampoco faltó ‘Contra todos’ o la más dulce ‘Un suspiro acompasado’.
En esta primera parte hubo lugar para algunos de los temas más reconocidos de Extremoduro. El alma máter del grupo disuelto se regaló al público entonando “Se le nota en la voz por dentro es de colores / Y le sobra el valor que le falta a mis noches”, incluido en el tema ‘Si te vas’, dentro de ‘Material defectuoso’ (2011). Con ‘Golfa’, perteneciente a ‘Canciones Prohibidas’(1998), hizo bailar a los asistentes que pudieron adquirir consumiciones en la barra mientras sonaba “¿Y por qué no sale sola? / porque no le da la gana / dice que si no se droga / dice que no siente nada”.
“La canción donde el tiempo no pasara / donde nunca pasa nada” marcó el compás de la ‘Dulce introducción al caos’, incluida en ‘La ley innata’(2008), que funciona como espejo y enlace a los 43 minutos ininterrumpidos con los que Robe deleitó al público con ‘Mayéutica’. Con un preludio, cuatro movimientos y una ‘coda feliz’, el piano de Álvaro Rodríguez Barroso, la batería de Alber Fuentes y mucho menos la guitarra de Woody Amores o el bajo de David Lerman parecieron tener un suspiro. El último disco presentado sobre el escenario, frenético, exhausto y apabullante, emocionó con el violín de Carlitos Pérez, sonido tan característico en el rock del fundador de Extremoduro, que fue tejiendo e hilando los versos hasta el final. De esta forma, con ‘Mayéutica’, que hace referencia al método socrático de búsqueda de la verdad, Robe interpeló e hizo saltar al auditorio con su “Mierda de filosofía / Me iría, me ahoga / Dime si tú te vendrías y el día y la hora”.
Incombustible, después de más de 40 minutos de sinfonía y rock en directo, el extremeño regaló al público de pie otros de los temas más reconocidos de Extremoduro como ‘Stand by’ y ‘Vereda de la puerta de atrás’, para hacer después un guiño a los navarros con un rebautizado ‘Berriozar contigo’. La guinda la puso con ‘Ama, ama, ama y ensancha el alma’, uno de las canciones más antiguas de la banda disuelta y recogido en ‘Deltoya’ (1992). Todavía no parece el momento de escuchar repertorios del grupo reunido sobre el escenario después de la cancelación de la gira de despedida. Pero permanecer de pie, por ahora, sí lo es.