Una sentencia tumbó en 2020 el intento del Gobierno de Navarra de limitar las macrogranjas
Más allá del debate generado por la tergiversación de las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre la producción de carne, son varias las comunidades que ya han aplicado o anunciado medidas contra las grandes explotaciones de ganadería intensiva o macrogranjas. Entre ellas, Navarra fue pionera en su regulación cuando, en 2019, el entonces gobierno de Uxue Barkos aprobó un decreto foral por el que se limitaban las explotaciones ganaderas a 1.250 reses “con el objetivo de mitigar el riesgo de difusión de enfermedades, facilitando la actuación destinada a su control y erradicación en caso de detectarse un foco de enfermedad”.
Sin embargo, este decreto foral fue rechazado por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra meses más tarde, en junio de 2020. En la sentencia, los magistrados señalaron que no está demostrado que limitar el número de reses evite la difusión de enfermedades y mejore la salud de los animales, y además sostuvieron que la norma iba en contra del libre mercado y de la libertad de las empresas.
Tras la sentencia, el nuevo Ejecutivo navarro presidido por María Chivite decidió recoger esta limitación en la ley foral de Sanidad animal mediante una modificación de los artículos 28 y 39de la misma. Esta modificación, que ya ha sido redactada y aprobada en sesión de Gobierno, será llevada al Parlamento foral para su aprobación. En ella se establecen unos tamaños máximos de explotaciones ganaderas de 1.250 reses para las explotaciones de vacuno de leche y para las de vacuno de carne, incluidas las explotaciones de ganado bravo.
Además, en abril de 2021, el Parlamento de Navarra, con los votos favorables del PSN, Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra y la abstención de Navarra Suma, aprobó una moratoria para que mientras se estuviera redactando la modificación de la ley foral de Sanidad animal estuviera prohibida la construcción o ampliación de explotaciones con más de 1.250 cabezas de ganado bovino.
Poco antes, en el mes de enero, había llegado otro varapalo de la Justicia a los intentos del Gobierno foral de poner coto a las macrogranjas. En este caso, el TSJN estimó parcialmente el recurso que la empresa que gestiona la macrogranja de Caparroso, la cooperativa Valle de Odieta, interpuso contra una resolución del director general de Medioambiente en 2018 por la que se denegó el permiso de esta empresa de ampliar a 7.500 las unidades de ganado.
De esta forma, la principal macrogranja de Navarra, que en la actualidad ya tiene unas 6.000 reses, podrá ampliar su explotación hasta las 7.500. Fuentes del Ejecutivo foral consultadas por elDiario.es señalan que con modificación de la ley foral no se podrá regular esta macrogranja a pesar de que supere las 1.250 unidades por no tener carácter retroactivo. En todo caso, apuntan, no podrá sobrepasar ese número y en el caso del resto de explotaciones no podrán ampliarse a más de las unidades que limitará la norma.
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