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María Chivite no se arredra ante el 'no' de Ferraz: arranca este miércoles su ronda negociadora con Geroa Bai

Fue su mensaje central en campaña, y la socialista María Chivite no es mujer que se apoque ante las dificultades, que son muchas. Este martes, ha insistido en Twitter: “Volvemos a tener la oportunidad de liderar un ejecutivo progresista y de izquierdas y cumpliremos nuestro compromiso”. Mientras las derechas de todo el Estado repiten su mantra de que cualquier gobierno de la Comunidad foral que no pase por la coalición Navarra Suma supone “vender” Navarra al nacionalismo vasco, el PSN mantiene su búsqueda de alternativas de gobierno, también contra el criterio de sus propios compañeros de partido.

El ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha ratificado en Barcelona su censura al necesario “apoyo” de un gobierno alternativo en la izquierda abertzale, y ha insistido a los socialistas navarros en la necesidad de no “entrar en colaboración” con EH Bildu. La línea roja se mantiene, pero ha echado un cable a su candidata navarra, que se hallaba bajo el fuego cruzado de PP, Ciudadanos y Vox: “La compañera María Chivite no está desafiando a la dirección del partido”.

Ferraz rebaja así el tono: Ábalos ha recordado el “muy buen resultado” del PSN en las elecciones -es la referencia frente a la coalición de las derechas Navarra Suma-, situación que coloca a María Chivite en la obligación de “cumplir con las expectativas que ha generado”. La navarra lo concreta en la ronda de conversaciones que arranca este miércoles con Geroa Bai, seguirá el jueves con Podemos y terminará el viernes con Izquierda-Ezkerra. Con EH Bildu ni va a hablar, ni va a votar a sus candidatos, ni va a pedirles que le voten.

Desde la dirección federal del PSOE siguen sin ver con buenos ojos no ya el apoyo en EH Bildu, sino su posible abstención. “Todo el mundo sabe que Bildu no es socio de gobierno para los socialistas en ninguna de sus formas. Este es un asunto que está claro, siempre ha estado claro y no tenemos que volver a decirlo: El PSOE no cuenta evidentemente con Bildu nunca, ni ahora, en ninguna forma de concertación de Gobierno”, sentenció la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo el lunes.

Fuentes de Ferraz aseguran que “no se han movido” desde el lunes y que están “desmarcados” de las conversaciones de Chivite con el resto de grupos, pero que aguardan, no obstante, a que presente su propuesta a la comisión de seguimiento de los pactos, informa Irene Castro.

El acuerdo que el PSN ve factible es sumar sus 11 escaños a los 9 de Geroa Bai –en un acuerdo de Gobierno que podría ser de coalición o no–, a los 2 de Podemos y al de Izquierda-Ezkerra. Así conseguiría esa “mayoría progresista” en el Parlamento de Navarra, que tendría 3 asientos más que los 20 de Navarra Suma (UPN, Ciudadanos y PP).

Una vez se constituya la Cámara el próximo día 19  habría dos posibles candidatos a la presidencia del Gobierno de Navarra: María Chivite con su hipotético acuerdo progresista-nacionalista que incluye a 23 parlamentarios, y Javier Esparza y su coalición de las derechas, que suman 20.

Será entonces cuando los siete votos de EH Bildu serán definitivos: su sola abstención bastaría para hacer presidenta a la socialista en segunda votación, por mayoría simple, tal y como recoge el Amejoramiento del Fuero. La alternativa a ese escenario, siempre y cuando María Chivite no traicione su palabra de no hacer presidente a Javier Esparza ni por acción ni por omisión, sería una repetición de elecciones en octubre, pues ningún candidato lograría sumar los 26 votos de 50 que marcan la investidura del presidente de Navarra en segunda vuelta.

Ábalos recalca que “el problema no es tanto la abstención de Bildu sino lo que ello pueda entrañar de cara a garantizar una estabilidad del Ejecutivo”. No obstante, el secretario de Organización reconoce que el panorama político en España “está muy fragmentado, lo que lleva a situaciones de gobernabilidad complejas”. 

Otegi: “Decidirá Madrid”

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha terciado en la polémica en una entrevista concedida a Euskadi Irratia, donde ha asegurado que “si tenemos en cuenta la historia, al final decidirá Madrid”, ya que, en su opinión, “aquí las decisiones no las va a tomar María Chivite , sino que se van a tomar en Madrid, porque, para Madrid, Navarra es cuestión de Estado, y siempre lo ha planteado así”.

Pone Otegi el dedo en la llaga de la credibilidad del PSN. María Chivite subraya una y otra vez su idea de “volver a tener la oportunidad de conformar un gobierno de progreso” en Navarra porque han sido varias las veces que su partido –no ella– pudo pactar con el nacionalismo vasco moderado y no lo hizo. La cuestión de Estado, la Navarra foral y española, ha pesado más hasta el momento en Ferraz, que no ha tenido reparos en censurar las tentativas de acuerdo del socialismo navarro: así ocurrió en 2007, con el agostazo, pero también en 2014, cuando la presidenta Yolanda Barcina (UPN) echó a su vicepresidente, el socialista Roberto Jiménez. El PSN amagó con una moción de censura junto con la oposición, pero se quedó en amago.

Los intentos de María Chivite por desmarcarse de la historia de su propio partido no convencen de momento al aparato del partido en Madrid, que insiste por ahora en rechazar cualquier apoyo de EH Bildu, por acción o por omisión, a la hora de conformar un gobierno en Navarra.

Y frente a todos los matices implicados en el caso, el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, ha recuperado la amenaza de ETA para censurar cualquier acuerdo: los socialistas deberían pactar con Navarra Suma porque “han llorado juntos a sus muertos” y han defendido “la libertad y la democracia” frente a la banda.