El Supremo zanja la guerra de Kukuxumusu: el artista Urmeneta puede seguir dibujando nuevos personajes
El Tribunal Supremo ha puesto punto y final a la guerra judicial entre el dibujante navarro Mikel Urmeneta y Kukuxumuxu. Los jueces han avalado que el creador, que se desvinculó de la marca y creó su propia línea de diseño a principios de 2016, tiene derecho a seguir desarrollando el universo que contribuyó a crear: puede realizar nuevos dibujos siempre y cuando no sean un plagio de los que ya cedió en el pasado. Los propios jueces reconocen que el margen que le queda a Urmeneta y el resto de dibujantes para hacer esto es “reducido” porque sus nuevas creaciones tienen que ser diferentes para no ser consideradas un plagio y eso dificultará su trabajo.
Urmeneta fue uno de los fundadores de Kukuxumusu, la empresa de camisetas que puso en marcha con dos amigos en 1989 para vender ropa con dibujos de los Sanfermines y sus encierros. Su popularidad se disparó, llegando a facturar millones de euros y a tener tiendas por todo el país, hasta que entró en concurso de acreedores en 2018 y cerró sus comercios. Unos años antes, en 2016, la empresa y uno de su fundadores, Mikel Urmeneta, habían roto de forma traumática y terminó su etapa como director artístico.
El dibujante y creador presentó poco después su propia marca, 'Katuki Saguyaki', pero arrancó en paralelo un pleito en los juzgados para decidir si podía o no podía seguir utilizando sus antiguas creaciones y dibujos, teniendo en cuenta que había vendido algunas a sus antiguos socios. Un juzgado de Pamplona dictó un auto que le prohibía desarrollar esos dibujos del 'Universo Kukuxumusu' de forma cautelar y luego ratificó esa decisión en una sentencia. Posteriormente fue la Audiencia de Navarra la que permitió al dibujante poder desarrollarlo pero sin incurrir en plagio de los que ya había cedido.
El Tribunal Supremo ha avalado esta decisión, permitiendo que Urmeneta siga dibujando con el estilo Kukuxumusu pero con poco margen de maniobra, ya que sus creaciones deben distinguirse lo suficiente de todo lo que diseñó para esa marca durante varias décadas. Personajes como 'Mr. Testis', 'Ms. Tetis', 'Beelorzia' o 'Comparsa'. La cesión prohíbe al dibujante repetir esos personajes pero eso no se puede extender “a otros distintos”, afirma el Supremo, abriendo la puerta a un futuro debate: “En qué medida un nuevo dibujo que representa a uno de esos personajes de los dibujos cedidos es realmente nuevo y no comporta una reproducción total o parcial de alguno de los cedidos”, adelanta.
Se trata de una victoria amarga tanto para la marca como para Urmeneta. La primera ha visto cómo su recurso de casación ha sido rechazado y el segundo, reconocen los propios jueces, tiene poco margen en su trabajo aunque se hayan desestimado las alegaciones de su antigua empresa. “El margen que resta a los autores para realizar nuevos dibujos de esos personajes del Universo Kukuxumusu es reducido, en cuanto que los nuevos dibujos deben ser tan distintos que no puedan considerarse un plagio”.
No pueden, tampoco, “realizar una animación o adaptación a obras audiovisuales de los dibujos cedidos, en la medida en que el derecho a realizar esta forma de transformación también fue cedida”, recuerda el Supremo.
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