Anoche las nuevas Urgencias tuvieron que hacer frente a un nuevo problema, la rotura de una tubería que inundó el pasillo B, el circuito en el que se atiende a los pacientes graves. En un primer momento, los trabajadores achacaron la caída de agua a las lluvias de la tarde, aunque finalmente se aclaró que se debía a la rotura de la tubería de agua caliente. La rotura de un codillo de uba tubería hizo que, a las 23.15, reventara la tubería del agua caliente y comenzara a caer agua a través del falso techo del pasillo del circuito B.
Según la explicación del departamento de Salud, se procedió al corte del agua caliente y los pacientes que en ese momento se encontraban en el circuito B fueron trasladados al circuito A. Asimismo, se avisó a los bomberos que, junto a la empresa encargada de la limpieza y al personal de mantenimiento del propio CHN, procedieron a retirar y secar el agua del pasillo afectado. Según el Gobierno, “las consultas y los boxes prácticamente no se vieron afectados” aunque durante la noche los trabajadores aseguraban que las consultas habían tenido que ser desalojadas.
La avería, afirman desde Salud, se reparó una hora y cuarto más tarde, aunque hasta las cinco de la madrugada no se restableció la actividad en el circuito, una vez seco el falso techo por el que había caído el agua. Según el departamento que dirige Marta Vera, “la incidencia no afectó al tiempo de atención de los pacientes”, otro punto que no coincide con la visión de los trabajadores que consideran que sí se produjeron retrasos.
Desde el sindicato LAB, a primera hora de la mañana han enviado un comunicado en el que añaden la rotura de la tubería a la lista de “carencias” que ya presentaron la semana pasada y que ha motivado la convocatoria de un paro de una hora el próximo jueves 13 de noviembre en el servicio unificado de Urgencias.
Por su parte, Izquierda - Ezkerra, Bildu y Aralar han solicitado la comparecencia urgente de Marta Vera en el Parlamento para que explique las causas y consecuencias de la rotura de esta tubería, así como los gastos de su reparación y aclare si considera necesaria la revisión del circuito de conducción de aguas. Además, critica que se produzcan estos indicentes en un edificio recién inaugurado y lo achaca a la “precipitada apertura” que, dicen, no ha contado con los controles de seguridad necesarios para garantizar el correcto funcionamiento del edificio.