Este sábado una manifestación recorrerá las calles de Pamplona, en silencio, para despedir a Miren Peña. Se pone el broche final a una serie de concentraciones y actos de protesta organizados por distintos colectivos sociales, como las Plataformas de Afectados por la Hipoteca o Los Martes al Sol para denunciar el suicidio de Miren Peña como una consecuencia del sistema económico. A partir de las 6 de la tarde, desde la Plaza de la Cruz, una marcha recorrerá el centro de la capital navarra para denunciar que existen “víctimas de una cadena perfectamente engrasada de ganar dinero a costa de todo, un sistema criminal y corrupto”. La marcha transcurrirá en silencio, según han informado los colectivos organizadores, a petición de la familia. Un silencio que quieren “que sea total y pese, convirtiéndose en una forma particular de grito” y que sea ese silencio “quien lleve el mensaje de dolor que queremos trasladar en su nombre”.
Cuando se cumple una semana del suicidio de Miren, las Plataformas de Afectados por la Hipoteca convocan esta marcha, a la que se han sumado numerosos colectivos sociales, como Los Martes al Sol, o los sindicatos LAB y CGT. Tras la marcha, la PAH de Ansoáin, a la que pertenecía la fallecida y que estaba ayudando a Miren con las negociaciones de su hipoteca leerá un comunicado que, esperan, sean las únicas palabras que se escuchen durante la marcha.
Han convocado esta manifestación para denunciar lo que consideran que es una muerte consecuencia de “la voracidad de un sistema que se niega a asegurar lo más básico a todas las personas”. En un comunicado detallan las circunstancias que han rodeado la situación de Miren los últimos años, el despido de Faurecia, dos años sin empleo y la negación del acogimiento al código de buenas prácticas para reestructurar su hipoteca. Una serie de circunstancias que, afirman, la llevaron a “la depresión y el sentimiento de no sentirse útil, las noches sin dormir pensando un futuro oscuro, casi negro”.
“Es urgente, era urgente”
Aprovechan el adiós a Miren para denunciar “una situación de emergencia social con más de 500 desahucios al año solo en Navarra y cerca de 50.000 desempleados de los cuales más de la mitad no cobra prestación contributiva” y pedir “un cambio de sistema, una mirada consecuente hacia las personas y sus problemas”. Un cambio en el sistema que, terminan, “es urgente. Era urgente”.