El Gobierno rechaza el segundo grado a la mitad de los presos de ETA
El Gobierno central ha denegado la concesión del segundo grado a la mitad de los presos de ETA que cumplen condena en las cárceles del Estado. Según informa El Diario de Noticias, los reclusos habían solicitado en las últimas semanas el paso a segundo grado, lo que les permitiría tener más posibilidades para lograr permisos y otros beneficios penitenciarios, así como acercarse a la libertad condicional. Al rechazarse la petición en todos los casos, los internos seguirán con la clasificación de primer grado o régimen cerrado.
La iniciativa de petición del segundo grado responde a la decisión adoptada a finales del año pasado por el Colectivo de Presos EPPK para “intentar vaciar las prisiones”. Para ello los abogados de los internos iniciaron a finales del año pasado una “ofensiva jurídica” presentando los informes penitenciarios y judiciales de cada interno solicitante. Se trata de un cambio de estrategia porque hasta ese momento, tanto el colectivo de presos como el conjunto de la izquierda abertzale rechazaban cualquier beneficio penitenciario al considerarlo como parte de la estrategia represiva del Estado contra los presos y el movimiento independentista.
Tradicionalmente, el Gobierno español ha reclamado a los presos de ETA que reclamaban el cambio de grado un desmarque de la organización y una autocrítica expresa y por escrito del daño causado a las víctimas.
La gran mayoría de los presos de ETA (el 92%) están clasificados en el primer grado penitenciario o régimen cerrado. Solo un 8% se encuentra en segundo grado y estos están solicitando permisos ordinarios de salida de la cárcel (unos 18 días al año).
En la línea de gestos hacia el los presos de ETA, recientemente el Gobierno francés ha procedido al acercamiento de los presos de ETA Julen Mendizabal y Zigor Garro a la prisión de Mont-de-Marsan. Mendizabal se encontraba cumpliendo prisión en la cárcel de Osny y Garro en Saint Maur, y han sido trasladados a este centro penitenciario cercano al País Vasco, situado a unos 130 kilómetros de la comunidad autónoma vasca.
Se trata de los dos primeros acercamientos que Francia concede a presos de ETA tras haber realizado las peticiones de forma individualizada, tal como recoge la legislación francesa