Basuras marinas en España: menos bolsas, pero más plásticos de la agricultura
La progresiva reducción del consumo de bolsas de plástico en España entre 2010 y 2015 se ha traducido directamente en una disminución de bolsas desechadas en las playas y riberas, según una investigación que acaba de publicar el Programa “Análisis, Investigación y Comunicación de Datos” de la Universidad de Deusto. Sin embargo, los plásticos relacionados con la agricultura se han convertido en un problema grave.
La cuestión de las basuras marinas es muy desconocida. Sin embargo, es tan grave que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha lanzado este año una campaña global para eliminar en 2022 las fuentes de basura en los océanos. Las basuras marinas más frecuentes y preocupantes son los plásticos. El PNUMA calcula que más de 8 millones de toneladas de plásticos terminan en el mar cada año, el equivalente a tirar un camión entero de plásticos cada minuto. A este ritmo, en la próxima década nuestros océanos tendrán alrededor de 1 kilo de plástico por cada 3 kilogramos de pescado.
Para poder alcanzar la meta fijada por el PNUMA es vital conocer qué tipo de residuos y en qué cantidades se encuentran en nuestras playas y ríos, desde donde en su mayor parte pasan al mar, y qué factores influyen su disminución o aumento. El nuevo informe de Deusto pone su mira en cómo ha evolucionado la presencia de bolsas de plástico en la basura marina y cuántos plásticos relacionados con la agricultura hay abandonados en nuestras playas y riberas.
El informe concluye que el descenso del consumo de bolsas de plástico ha tenido un impacto directo proporcional y directo en una reducción del 80% de este tipo de bolsas en las zonas playeras y ribereñas en las que hubo limpiezas durante los cinco años estudiados.
Asimismo, el Parque Regional Puntas de Calnegre-Cabo Cope, Murcia, resulta ser el punto donde más basuras de cualquier tipo se encontraron de los lugares estudiados, con 21,77 unidades de residuos por metro lineal de playa. En comparación, por ejemplo, las playas vascas acumulan en los mismos años 0,53 residuos por metro lineal limpiado. Por comunidades, las playas y riberas donde se hicieron limpiezas de Murcia, Canarias y Galicia resultan las más contaminadas por basuras marinas.
Finalmente, aunque no se pudo determinar una tendencia por falta de datos (solo se recogieron datos de tres años), el número de residuos relacionados con la agricultura intensiva y tuberías PVC se multiplicó por ocho entre 2014 y 2015. En la península, Murcia y Andalucía, por ejemplo, han experimentado un enorme crecimiento de la agricultura intensiva en los últimos años, y gran parte de ella se practica bajo plásticos o hace un gran uso de plásticos. Se califican como plásticos relacionados con la agricultura los plásticos, cuerdas de sujeción y telas de invernaderos, las bolsas de empaque de productos, las tuberías de riego de PVC, las pinzas de silicona para injertos, entre otros.
El informe está basado en los datos sobre casi 50.000 kilogramos de basuras de todo tipo recogidas por miles de voluntarios y voluntarias de la Asociación Ambiente Europeo (AAE) en cerca de 250 limpiezas realizadas en cinco años, como parte del proyecto International Coastal Cleanup de la organización Ocean Conservancy. El voluntariado de AAE recibe una formación para aplicar la metodología de International Coastal Cleanup en la recogida de datos sobre las basuras encontradas en limpiezas organizadas por decenas de asociaciones y grupos.
Las basuras marinas no son solo un inconveniente estético. Una vez en el mar, el plástico desechado es ingerido por animales o entorpece e incluso impide sus movimientos, causando su muerte en muchos casos. Hasta 600 especies de fauna marina han sido afectadas por este problema, incluidos 200.000 mamíferos marinos por año. PNUMA calcula que para el 2050, el 99% por ciento de las aves marinas habrán ingerido algún plástico, y el 15% de aquellos animales que han ingerido plásticos o se han enredado en ellos están en peligro.
Es especialmente preocupante el caso de los microplásticos, pequeñas partículas de plástico de 5 milímetros de diámetro como máximo, porque no se pueden detectar fácilmente. Los microplásticos pueden ser fabricados a posta, por ejemplo las microperlas que se emplean en exfoliantes y dentífricos, o pueden ser procedentes de la degradación de plásticos de mayor tamaño. Al ser ingeridos por especies comestibles, los casi invisibles microplásticos entran en la cadena alimenticia humana.
Para paliar esta silenciosa crisis, hacen falta políticas públicas inmediatas y eficaces que lleven a la reducción radical del empaquetamiento y material agrícola de plástico, y su sustitución por materiales sostenibles; la optimización de sistemas de gestión de residuos; la reducción al mínimo de generación de desechos sólidos; la prohibición de microperlas de plástico en productos de consumo, y sustituirlos por alternativas no tóxicas y productos biodegradables; y la divulgación y concienciación en materia de basuras marinas.
Bolsas de plástico encontradas por metro lineal frente a consumo de bolsas por habitante
Número de residuos de todo tipo por metro lineal