Las cuentas del Cambio
Echamos a Rajoy al grito de “sí se puede” poniendo fin a un gobierno enfermo de corrupción, que a golpe de ajustes y recortes había martirizado durante demasiados años a la gente. Ahora el cambio debe seguir abriéndose paso. Alcanzar el país que queremos implica unos presupuestos que pongan en el centro el cuidado de las personas, capaces de atajar las múltiples desigualdades existentes y de dar respuesta a los anhelos de la gente. Pese a no ser perfecto, el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado que ha presentado el Gobierno, sin duda fruto del acuerdo con Unidos Podemos, va en la dirección correcta. Queda mucho camino por recorrer, pero podríamos decir que es el primer proyecto de presupuestos que sigue la estala de las demandas del 15M al situar la cuestión social como epicentro de las políticas económicas.
Es innegable que este proyecto conlleva una respuesta a la plurinacionalidad que la realidad exige, a la par que pretende dar un fuerte impulso a nuestro estado del bienestar. Cerca de la mitad de los presupuestos están destinados a las pensiones; la inversión en dependencia aumenta un 59%; se respalda la recuperación de los subsidios de desempleo para las personas mayores de 52 años; las infraestructuras crecen un 40%; la inversión en educación aumenta un 65,4%, con un aumento destacado de las becas, lo que, junto al incremento en I+D+i, subraya la apuesta por el nuevo modelo productivo sostenible que nuestro país necesita. Además, tiene un importante simbolismo el hecho de que las partidas para la Memoria Histórica, que Rajoy había reducido a 0 euros, se incrementen en 15 millones.
Como no podía ser de otra manera tras el 8M, la propuesta sienta una base para un país feminista. Este proyecto busca ampliar a ocho semanas los permisos de paternidad para facilitar un reparto equitativo de las tareas de cuidados en las familias. Asumiendo la necesidad de aún más recursos y de importantes medidas complementarias, es un avance elevar a 220 millones de euros el presupuesto para cumplir con el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
La propuesta prevé un record de ingresos y apuesta por lo que a todas luces puede ser considerado como justo; serán los más privilegiados, las grandes empresas y las rentas de más de 11.700 euros al mes, quienes solidariamente harán una mayor contribución. Además, la introducción de nuevas medidas como la llamada tasa Google o el históricamente reivindicado impuesto sobre transacciones financieras, pretenden reducir el fraude fiscal y los flujos especulativos.
El actual Ejecutivo depende del Congreso de los Diputados, un hecho que brinda una oportunidad para ser ambiciosos e ir más allá de esta propuesta presupuestaria. Tenemos un importante trabajo parlamentario por delante para incorporar más medidas del acuerdo con Unidos Podemos que aseguren una España de presente y futuro.
El ciclo de cambio que abrió el 15M puede ser reversible. Los enemigos de una España plural, moderna y avanzada acechan con su proyecto de involución. El bloque aznarista y reaccionario que representan PP, Vox y Cs es hoy una amenaza real. Frente al miedo, la esperanza y la ilusión que se abrió paso tras la moción de censura de junio y que ha de seguir vigente. El anhelo de una España que pone las instituciones al servicio de la gente, que mira y cuida a quienes la viven y la construyen puede ser una certidumbre. Los Presupuestos Generales de 2019 podrán ser el ancla que asegure la irreversibilidad del cambio, por eso es tan importante que todas las fuerzas comprometidas con los valores democráticos y sociales se sumen para alcanzar el país que queremos. No dejemos escapar la oportunidad.
