Def Con Dos y cómo ser hombre
Durante la semana pasada se generó un intenso debate en torno al tercer adelanto del nuevo disco de Def Con Dos Stop Puritanismo. Ante un tema de este estilo la polémica ha seguido su ya clásico ciclo de vida: primero “arden las redes”, después los medios lo anuncian con titulares clickbait, llega hasta forocoches y de ahí a Un tío blanco hetero y el mundillo youtuber de quienes viven del polemismo virtual contra “lo progre”. Ahora, con más calma, nos toca el turno a los artículos de opinión.
El historial del cantante del grupo César Strawberry a favor de la libertad de expresión es de sobra conocido. Los intensos debates sobre los límites del humor, la corrección política y la libertad de expresión contra lo políticamente correcto siguen ahí. Def Con Dos ha escrito decenas de canciones polémicas siempre desde el Punk y su naturaleza rompedora. Pero además del historial del grupo, es importante señalar que existe también un debate muy complejo dentro del feminismo sobre la cuestión del puritanismo.
Una controversia derivada del famoso manifiesto de las intelectuales francesas contra el #MeToo, pero que viene de más atrás y se cruza en algún punto con algunos otros debates claves. Con todo este contexto, fundamental para entender cómo y desde donde se sitúa la polémica, creo que en realidad lo más interesante de lo que estamos viendo es en realidad otra cosa: esta canción ha tocado otra vez una cierta fibra del problema de la masculinidad contemporánea y me gustaría enfocarlo por ahí. Un problema complejo, pero sin el cual es difícil imaginarse los cambios políticos de calado que está demandando el feminismo.
La canción de #StopPuritanismo se ha calificado en seguida como un himno Incel. Creo que esto se ha hecho con razón. Si nos atenemos al contenido de la letra y los motivos de este movimiento creo que claramente conectan con un mismo sentimiento más o menos difuso. Resumiéndolo mucho, el llamado movimiento Incel trata de un grupo de hombres cis y heterosexuales que se quejan de ser “involuntariamente célibes” por culpa de las mujeres en general y del feminismo en particular.
Aunque esto ha llevado a situaciones extremas como el asesinato múltiple de hace unos años en Canadá, hay algo difuso entre los hombres de esta incomodidad con el nuevo tipo de relaciones sexuales y afectivas que se están proponiendo desde el feminismo. Baste leerse los comentarios a la canción en YouTube o el entusiasmo en Forocoches con entradas del tipo “Def Con Dos hace un himno a Forocoches”. La pregunta que me surge viendo todo esto en realidad es: ¿qué está pasando en todo esto con la masculinidad?
Es evidente que el movimiento feminista, y los feminismos, están poniendo encima de la mesa la forma en la que nos comportamos los hombres. Hay un letrero con luces enorme que nos recuerda todos los días que la manera que tenemos de vivir nuestra masculinidad está sustentada sobre una serie de violencias que normalmente nos negamos a ver. Lo que expresan como polémica Def Con Dos con esta canción es algo que ha permeado realmente a una parte de los hombres. Estamos percibiendo que el feminismo nos está dejando sin salida a la hora de ligar y relacionarnos con las mujeres porque parece que solo podemos imaginárnoslo de la forma en la que lo hemos hecho hasta ahora. Parece que si no es de esa forma no somos capaces de vernos ligando en un bar o hablando de forma natural sobre sexo.
En mi opinión la posición de Def Con Dos es conservadora precisamente porque lo que está haciendo es cerrarse ante el cambio a favor del pasado estado de cosas. Y lo está haciendo de una forma muy específica que es volviendo a poner el deseo masculino en el centro. Qué pasa si yo ya no puedo ligar por las noches de la forma en la que lo hacía, si quiero hacer una orgía, si quiero emborracharme y estar despreocupado por follar como siempre lo he hecho. Qué pasa, al fin y al cabo, con mi libertad de hacer lo que yo quiera. ¿No me está reprimiendo el feminismo?
El problema es que llevamos años de movilizaciones históricas que nos dicen que sí pasa. Que esa libertad es en realidad un privilegio con respecto a las mujeres que viven demasiadas veces estos rituales de forma impositiva y que suele estar en la base de muchas violencias. Este desplazamiento que coloca en el centro el problema de los hombres, desoyendo y obviando esto, es, repito, conservador. Y la posición Incel en la que hay una exigencia del derecho a tener sexo sin tener que preocuparse de cómo, es una posición reaccionaria.
Esto, otra vez, no es (solo) un calificativo moral, más bien el problema donde nos encontramos para pensar la masculinidad y el cambio social. Es necesario que los tíos apostemos de una forma más consciente por una masculinidad que pueda soportar y asumir estos cambios sin sentirse permanentemente como víctima. Esta transición va a venir sí o sí y en realidad una buena parte ya está aquí. Es tarea nuestra trabajar por una masculinidad que pueda verse a sí misma como motor hacia unas relaciones de género y sexuales un poquito mejor y no como permanente dique de reacción triste y ensimismado frente a la realidad que viene.
Lo rupturista, lo crítico, lo Punk está en realidad en el otro lado. Hay una buena parte del feminismo que lleva décadas pensando cómo hacer un porno feminista, superar las restricciones más asfixiantes del amor romántico y en general cómo tener relaciones más satisfactorias para todos. Y eso lo están haciendo no solo para ellas sino para nosotros también. Aquí si hay un puritanismo, una posición moral rígida e inamovible, esa es la de Def Con Dos. Del otro lado tenemos una larga historia de lucha por la libertad sexual, simplemente no lo estamos queriendo ver porque seguimos mirándonos el ombligo.
No verlo y centrarte en que a ti te apetece tomarte una copa y hacer chistes con tus colegas no es ni rupturista, ni liberador ni mucho menos transgresor. Llevamos años preguntándonos qué podemos hacer los hombres para apoyar la lucha por la igualdad y contra la violencia. Repensar y sobre todo rehacer la masculinidad es un camino propio evidente. La pulsión conservadora que expresa #StopPuritanismo es uno de los puntos de disputa centrales en torno a la masculinidad. La frustración que podamos sentir muchos hombres ante la realidad, por muchas razones, también tiene una salida en el feminismo.
Una masculinidad más segura, más empática con el otro, que puede mirarse hacia adentro, encarar cambios y adaptarse a ellos, puede hacernos también un poco más felices. Abrir estos espacios, discutir con tus grupos de amigos para señalar salidas, manteniéndose alerta de que la preocupación por lo masculino sea siempre de ida y de vuelta con respecto al feminismo, es probablemente ya una tarea cotidiana para toda la vida.