Cuando Bárcenas aparcaba su trineo en Génova

Luis Bárcenas, el “presunto delincuente”, como se ha referido a él este lunes Carlos Floriano, el innombrable para el PP durante meses o el “ejemplo de profesionalidad y buen hacer”, como lo denominaba el partido en 2009, tenía un trineo.

A pesar de que los parkings para trineos no abundan en Madrid, el extesorero del Partido Popular no tenía problemas de aparcamiento. Hasta marzo de este año, Bárcenas guardaba su peculiar vehículo, junto a esquís y una cabeza de ciervo y otra de alce, en el garaje del número 13 de la calle Génova, sede del PP.

Los Alpes, Alaska, Groenlandia, Armenia, donde ‘celebró’ su imputación por cohecho, blanqueo de dinero y delito contra la Hacienda Pública en 2012, o Finlandia, en un viaje, según un informe de la Agencia Tributaria, a cargo de la trama Gürtel, junto a la ahora ministra de Sanidad Ana Mato y su, por aquel entonces marido, Jesús Sepúlveda, en 1996, han sido algunos de los destinos donde Bárcenas podría haber disfrutado de su trineo.

También podría irse a Laponia –donde la patronal quería enviar a los parados-, un lugar con nieve suficiente para la práctica del esquí. Allí, tal vez hubiese conocido a Papá Noel, con quien, sin duda, la pesadilla del PP tiene muchas cosas en común. Como él, tiene un trineo. Como a él, le encantan los animales, aunque uno utilice los renos para que le ayuden a tirar de su trineo y el otro tenga cabezas de alce y ciervo que, hasta hace poco, intentaban ‘adornar’ los bajos de Génova.

Y, lo que es más importante, ambos repartían regalos. Mientras el grandullón de rojo entra en las casas con paquetes envueltos con llamativos papeles de regalos, el ‘popular’ lo hacía en Génova, cargado de sobres que, al parecer, todos recibían pero que, como sucede con Papá Noel y, para muchos, con los billetes de 500 euros que presumiblemente llenaban esos sobres, nadie ha visto.

Pero aquellos, eran tiempos mejores. Tiempos en los que con un sms con un simple “sé fuerte. Mañana te llamaré”, todo pasaba. Tiempos en los que, pese a no pertenecer al partido, ya que se dio de baja tras ser imputado en la Gürtel, y aunque ya no trabajaba para el PP, como aseguró su secretaria general, María Dolores de Cospedal, Bárcenas todavía aparcaba su trineo en Génova.