No sé si alguien me puede explicar por qué la acusación a Cristiano Ronaldo por agresión sexual está siendo tratada en la sección de deportes de las noticias y no como una noticia no deportiva. Creo que tiene suficiente entidad como para tener su propio titular, máxime cuando Ronaldo es una figura pública y conocida en nuestro país. O quizá, sea precisamente por esto.
No tengo nada en contra (más bien estoy muy a favor) de que este tipo de temas se aborden de forma transversal en todas las secciones informativas. Pero una cosa es la transversalidad y otra, muy distinta, que el enfoque se deje única e íntegramente en manos de una sección, la deportiva que, por lo general, de por sí, suele carecer de enfoque de género. No solo por cómo se dan las noticias deportivas, ni siquiera en porque sean sobre todo hombres quienes las dan y quienes las protagonizan sino, principalmente, y eso lo saben bien los responsables de los medios generalistas, por cómo predomina el machismo y el sexismo en las redacciones y relaciones de los profesionales que se dedican a la información deportiva.
Es difícil, con esos ingredientes, que pueda darse un tratamiento informativo del ‘caso Ronaldo’ que tenga presente los derechos de las mujeres que le acusan de haberlas agredido sexualmente. Posiblemente, por esto (y por algunos otros intereses) esta sea una de las razones de por qué el tratamiento del caso destila, por todos lados y en todos los medios deportivos, un tufillo exculpatorio del futbolista que es difícil de digerir. A estas alturas del año (y de siglo) cuesta soportar tanto argumento justificando lo que se viene a llamar ‘la cultura de la violación’, también en el mundo deportivo.
Es cierto que el amor incondicional nos suele cegar, pero en este caso (como en todos en los que el amor nos ciegue) tenemos que decir: basta ya. Nuestras tragaderas no pueden más. Basta de este relato que cuestiona a la víctima, me da igual que de la nacionalidad que sea. Basta de ponerla en entredicho y de victimizar al hombre agresor. Un poquito de por favor, que nos importa muy poco que el futbolista esté trabajando en su defensa. Lo que nos importa es que, si es culpable, rinda cuentas y que no se repita nunca más una agresión por parte de un sujeto que me da igual cuanto oro lleve en su balón.
Con todos mis respetos a la madre de Ronaldo (que yo entiendo lo mal que lo tiene que estar pasando), ¿es ella la persona, informativamente hablando, más legitimada para hablar sobre la inocencia o culpabilidad de su hijo? Y también con todos mis respetos a los redactores de las noticias, ¿realmente es necesario hacer un repaso de cuál es la estrategia de defensa del portugués? Imagino que lo que se quiere es ponernos en su piel para que podamos exculparle. Pues disculpen, porque de este caso, lo menos importante es comprenderle a él y lo mal que lo esté pasando. Así que no intenten hacer que pensemos: ‘ay, pobre, menudo lío“.
Estos casos no van de eso, al menos periodísticamente hablando. Es tan lamentable que nos estén contando esta noticia así. ¿Cómo? Justificando a Ronaldo y restando importancia a que esté prácticamente ‘fugado’ de la Justicia. ¿Por ser quien es no va a responder ante ella? ¿Desde cuándo? Desde siempre, violar a una mujer no es grave si eso puede arruinarle la vida a él.
Digo yo que si es inocente, Cristiano Ronaldo debería afrontar la acusación. Basta ya de esta condescendencia y de decirnos que es en Portugal, su país natal, donde está a salvo porque ese es el único lugar desde donde no se le puede extraditar.
Y sí, efectivamente (y más desde un enfoque de derechos humanos) es una barbaridad que a alguien se le pueda condenar a cadena perpetua, pero este hecho no puede restarle gravedad ni foco al por qué Cristiano Ronaldo tendría que enfrentarse a una condena de tamaña magnitud. Que por cierto, digo yo, que hay muchos otros condenados a penas injustas, incluso a la muerte, en las cárceles de Estados Unidos y no veo que este sea un tema que preocupe a los periodistas deportivos. Lógico, ¿no?
Para rematar, presten atención a una de las preocupaciones con la que cierran esta noticia en la sección de deportes de una de las cadenas de televisión más vistas: “la difícil situación que está pasando el portugués no afecta a sus contratos publicitarios; la defensa de Ronaldo está trabajando en ello”. Bueno, pues entonces ya sí que sí podemos respirar tranquilos (que no tranquilas). Si ustedes tienen una camiseta de Ronaldo no tienen por qué inquietarse, los abogados del futbolista y los medios deportivos ya están trabajando en su defensa para que no tengan la sensación de estar llevando en sus espaldas el dorsal de un presunto violador.