Señor Musk, la primera pregunta es inevitable. ¿Por qué alguien con tantos y tan exitosos proyectos empresariales compra una red social deficitaria?
¿Por qué se fue Colón en dirección contraria? ¿Por qué no siguió la misma ruta que los demás en vez de irse para el otro lado?
Pues supongo que…
Yo te lo digo: porque no quería vivir en el mundo, sino construirlo. ¡Era un artesano de destinos, igual que yo! ¿Y cómo crees que reaccionó la gente? ¿Crees que alguien le dijo: “Ey, Cris, tráeme algo bonito de México”?
Eh… No.
No. Más bien le dijeron: “¿por qué meterte en un proyecto deficitario?” Y míranos ahora. Gracias a Colón, tenemos todo un continente lleno de democracias que no funcionan, sí, pero también tenemos café y cocaína. Sin Colón, sin su idealismo, no habría estimulantes psicoactivos. Por eso él tiene un montón de esculturas y los que le criticaron ni siquiera tienen una entrada en Wikipedia.
Su llegada a Twitter fue un poco accidentada. Si mis datos son correctos, ha despedido a media plantilla.
Cuando compras una casa, tienes todo el derecho a cambiar el váter, digo yo. No quieres sentarte donde otra gente ha estado posando su culo durante años o décadas. Quieres porcelana limpia, brillante, virgen.
¿Está comparando a los trabajadores con váteres?
George Mallory.
¿Qué?
George Mallory, el montañero. El primero que se lanzó a la conquista del Everest. Hoy todo el mundo dice “¡oh, qué gran pionero, ya no hay exploradores como él!” Pero ¿alguien se acuerda de sus sherpas? ¿Tú te acuerdas de sus sherpas? Dime el nombre de uno solo.
No puedo.
Exacto, no puedes. Nadie puede, porque a nadie le importan los sherpas.
Bueno, pero…
No, escúchame. ¿Crees que Mallory les dejaba teletrabajar? ¿Crees que pensó: “la mitad de mis sherpas deberían ser mujeres”? ¿Crees que si el hijo de un sherpa tenía un partido de baloncesto, Mallory le decía: “oh, no te preocupes, vete a las dos, nos apañaremos sin ti”?
No.
¡Claro que no! ¡Eran sherpas! ¡Los sherpas se congelan, se mueren y no pasa nada porque siempre hay más sherpas! Un programador no es más que un sherpa con alto riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Pero Twitter tenía una cultura empresarial asentada.
¡¿Cultura empresarial?! ¿Crees que Colón llevaba un futbolín en la Santa María por si los marineros necesitaban descomprimir un rato? ¿Crees que, en plena tormenta en las Azores, les decía “¡Dinámica de grupo!, que cada cual diga lo que más le gusta del compañero de su derecha”?
No creo.
Si Colón hubiese tenido una cultura empresarial así, en Sudamérica hoy seguirían reduciendo cabezas.
Vale, eh… Hablemos de la nueva política de moderación. ¿Cuál es su filosofía?
Yo soy un integrista de la libertad de expresión. Mataría a quien haga falta para defenderla. A un país pequeño entero, a una raza entera. Si me dicen: “Elon, ¿libertad de expresión o negros?”, yo no lo dudo. Mi compromiso es total.
Por último, señor Musk, ¿cómo se imagina el futuro?
Mío.