Grecia: la ideología y el nacionalismo de los poderosos se imponen frente a la razón
Economistas Frente a la Crisis EFC denuncia el anti europeísmo que se desprende del comportamiento del Eurogrupo en sus negociaciones con el gobierno griego. Ciegos ante el fracaso de sus políticas de austeridad a ultranza, están destruyendo la confianza de los europeos en el futuro de Europa. La ideología y el nacionalismo de los poderosos se imponen frente a la razón. La mediocridad de personajes oscuros, como el ministro de hacienda alemán, o menores, como el presidente del Eurogrupo, se hace ostensible ante la razón y la competencia técnica de sus interlocutores griegos que es trasmitida a la opinión pública –a falta de otros argumentos- como una actitud impertinente, argumento que más bien parecería, ante la trascendencia y alcance de lo que se trata, propio de adolescentes en patio de escuela.
Con simpleza intencionada se culpa al Gobierno griego, abocado a gestionar el cerco al que ha sido sometido, de la imposición del corralito bancario obviando el papel del BCE -un actor político con déficit democrático- en este desenlace. La no aceptación de los bonos soberanos griegos por el BCE como colateral y, más recientemente, su decisión de limitar la línea de asistencia de emergencia a los bancos griegos, impuso por la fuerza de los hechos el control de capitales en Grecia irrumpiendo de manera indisimulada en su política interna a pocos días del referéndum convocado por el Gobierno.
Cuando se cumplen 5 años del inicio de la crisis griega, precipitada por la constatación del falseamiento de las cuentas públicas realizado por los gobiernos conservadores de Nueva Democracia, resulta cuanto menos sorprendente que esos mismos que militan en las mismas filas políticas que los que llevaron a Grecia a esta situación, traten ahora de imputar las dificultades financieras de estos últimos días a una mala gestión del gobierno griego. Responsabilizar al gobierno griego de los malos datos de coyuntura de la economía griega es una tergiversación de quienes quieren ocultar su apoyo a los gobiernos griegos anteriores que han hecho de Grecia un Estado al borde del fallo, con estructuras clientelares que Syriza debe eliminar por más que entre ellas algunas sean también activas en su soporte. La reforma fiscal; la ineficiencia de la Administración Pública; el alto coste de las estructuras militares griegas; la ausencia de un proyecto de país que transforme su modelo productivo… son desde ahora una responsabilidad que Syriza debe transformar con determinación para dar un ejemplo a quienes le niegan el derecho a ser alternativa y para no defraudar a quienes valoran su papel en la batalla por otra Europa.
Denunciamos la actitud de Alemania y sus satélites, cuya ruta siempre ha sido expulsar a Grecia del euro sin el menor interés en impulsar su modernización como pone de manifiesto su continuado apoyo a los responsables políticos del fracaso de Grecia como país. Esta situación no es sino el reflejo de la ausencia de democracia en la gobernanza económica europea. Las fuerzas progresistas europeas debieran lideran la transformación de Europa desde su núcleo: las normas de supervisión y gobernanza económica del euro para ponerlas al servicio de los ciudadanos, del crecimiento y de la igualdad.