España está alcanzando cotas de demagogia propias de los EEUU o la ONU o la UE. Lo que está pasando es tan anormal que llegara un momento en que no habrá vuelta atrás. La Policía ha detenido a tres aficionados del Real Madrid C.F por proferir insultos racistas a Lamine Yamal durante el Clásico, por llamarle “negro” y decirle que se vaya a vender pañuelos a un semáforo. Vaya por delante que me parece bien que se detenga y juzgue a quienes delinquen, como es el caso, pero entonces habría que detener a más de medio país, que lleva insultando gravemente y amenazando de muerte a Pedro Sánchez y a los que pensamos como él, desde años. La caterva de PP y VOX incurren en delitos similares a estos cometidos por los tres madridistas, todos los días, y no pasa nada. A este paso, nos gobernará una zanahoria, un narco sin Internet ni cobertura cada vez que lo pillan o un nini que no hizo la mili y manda fragatas a por pateras de niños indefensos y cuyo único mérito es el de insultar cada minuto de su anodina vida. Pónganles ustedes nombre...