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España, dando la nota incluso cuando no nos enteramos

A.L. Sánchez | socio de elDiario.es

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Como sucede con muchas cosas que no son el fútbol, en España tenemos una multiplicidad de eventos, competiciones y actividades que pasan absolutamente desapercibidas para los medios, incluso cuando somos protagonistas de escándalos a nivel internacional.

Así ha sido con el Gran Torneo de Talavera, un evento de carácter internacional que gira en torno al conocido ‘wargame’ Warhammer 40.000 (W40K), un juego de estrategia de mesa con elaboradas miniaturas de plástico que representa las guerras en las que se ve envuelto un hipotético (Y satírico) Imperio Humano en un distópico futuro en el que la religión y la xenofobia han convertido al ser humano en el villano por antonomasia.

Casi 700 participantes ha reunido en esta su primera edición posterior a la cuarentena el GT de Talavera, que tuvo lugar el día 1 de Noviembre. Tristemente, el evento se ha visto eclipsado por una noticia que ha sido comentada hasta la saciedad en las webs y revistas internacionales dedicadas al mundillo de los wargames en general y de W40K en particular. Resulta que, en esta edición del evento, uno de los participantes que terminó en uno de los puestos más altos del ‘roster’ de competidores fue un señor que llevaba ropa con motivos nazis, miniaturas pintadas con motivos nazis, que se hacía llamar “Pintor Austríaco”, y que debe en gran medida su parcial victoria a la decisión de la organización del GT de declararle vencedor (Con la puntuación máxima) en todas las rondas en las que sus oponentes – héroes, todos ellos – rechazaron enfrentarse al interfecto.

Antes de que caigan todas las culpas sobre los organizadores del GT, hay que decir que asistentes al evento y prensa que lo ha cubierto coinciden en señalar que se intentó sacar en numerosas ocasiones al sujeto en cuestión, que amenazó incluso con llamar a la policía y denunciar al Torneo por discriminación si se hacía efectiva su retirada. Todos sabemos perfectamente cómo funciona esta escoria, así que nos podemos imaginar la situación.

Lo de los puntos, por otro lado, es una decisión cuestionable y cuestionada por todas las instancias que se han hecho eco de la noticia, que no entienden cómo es posible que en España las leyes no permitan discriminar a alguien que va por ahí con odio plasmado en todo lo que puede plasmarse. Incluso la compañía dueña del juego de mesa, Games Workshop, ha publicado un potente comunicado en sus redes sociales anunciando que, si bien el Imperio de la Humanidad está movido por el odio, no hay cabida para él en el mundo de W40K, y que se retirará de las competiciones en el futuro a este tipo de basura. No obstante, es deprimente que al final España quede retratada como lo que tristemente parece ser – ese país nazi – cada vez que tenemos algún roce con lo internacional. Y más deprimente todavía que casi nadie, aquí, se entere de ello.

Como sucede con muchas cosas que no son el fútbol, en España tenemos una multiplicidad de eventos, competiciones y actividades que pasan absolutamente desapercibidas para los medios, incluso cuando somos protagonistas de escándalos a nivel internacional.

Así ha sido con el Gran Torneo de Talavera, un evento de carácter internacional que gira en torno al conocido ‘wargame’ Warhammer 40.000 (W40K), un juego de estrategia de mesa con elaboradas miniaturas de plástico que representa las guerras en las que se ve envuelto un hipotético (Y satírico) Imperio Humano en un distópico futuro en el que la religión y la xenofobia han convertido al ser humano en el villano por antonomasia.