Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

La mayoría silenciosa

Jesús Mejías Estepa

0

Es estupendo ir por la autovía comprobando una vez más que la inmensa mayoría de los conductores, no sólo no estorba a los demás con su conducción negligente, sino que ayuda a incorporarse o a adelantar, aunque es cierto que la minoría que hace lo contrario llama muchísimo la atención y molesta mucho.

Es estupendo ver en clase o en el patio la inmensa mayoría de alumnos que no estorba, que no incordia, aunque es cierto que la minoría que lo hace, hace mucho daño y llama mucho nuestra atención.

Es estupendo oír en la tienda o en el bar a gente que critica decisiones políticas, incluso alguno bastante exaltado, sin insultos, sin odio, aunque es cierto que hay otros muchos que destilan odio y bilis cuando lo hacen.

Es estupendo ver a una mayoría silenciosa, que parece que no existe cuando salen miles de personas a insultar a la calle y las vemos repetidas una y otra vez en los medios de comunicación.

Es estupendo ver que esa mayoría se manifiesta en las urnas, en un sentido o el otro, y que sostiene la democracia sobre sus hombros, que permite la alternancia de partidos.

Aunque esa minoría que polariza y tensa la convivencia (y los hay en todas las ideologías) llame tanto la atención y moleste tanto, es estupendo comprobar que hay una población silenciosa que, a su manera, arrima el hombro, y que es la mayoría.

Es estupendo ir por la autovía comprobando una vez más que la inmensa mayoría de los conductores, no sólo no estorba a los demás con su conducción negligente, sino que ayuda a incorporarse o a adelantar, aunque es cierto que la minoría que hace lo contrario llama muchísimo la atención y molesta mucho.

Es estupendo ver en clase o en el patio la inmensa mayoría de alumnos que no estorba, que no incordia, aunque es cierto que la minoría que lo hace, hace mucho daño y llama mucho nuestra atención.