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Hacer nada para nada sirve, pero...
El título de este artículo es simplemente una confirmación de dos hechos opuestos. Y es lo que está ocurriendo con la Sanidad pública. Ahora algunos quieren hacer fijos a más médicos solo para acallar sus protestas en la calle. Este problema es provocado solo por el sistema económico en el que se han creado dos sociedades muy alejadas entre riquísimos y pobrísimos. Y las grandes empresas se quieren hacer y se hacen con un gran negocio universal entre laboratorios que desean enfermos de larga duración y empresas que recojan lo que ahora se reparte en el erario que a ellos no les da beneficio. O sea, el problema es la corrupción ahora llamada negocio de cada vez menos protagonistas, pero más poderosos y ahí se acaba todo con el voto y el aplauso de muchísima gente que también va a sufrir sus consecuencias. Mientras, políticos basura, se enredan en diálogos que dan pena por su nivel, para entretener al personal. Y ahí se encuentra una derecha perdida en un marasmo de insultos y provocaciones pero que ante un gobierno que hace cosas sociales, que jamás se hicieron, y rompe con temas franquistas intocables no les queda mas que el insulto o ETA, dos temas que le ganan votos de diferentes tipos de personas, pero fieles a lo suyo.
Mientras tanto, la sanidad pública se destruye, no por deseo de Ayuso que solo ejerce como bufón del sistema, sino del propio sistema, como antes he dicho. Un sistema económico que quizá se convierta en la mejor máquina de destrucción masiva porque destruye a una parte enorme de la humanidad poco a poco y con ayuda de los votos. Y a eso voy. A saber, el por qué se vota esa autodestrucción. Y cito esta palabra porque conozco a muchas personas, como yo mismo, que solo tienen una buena jubilación y algunos ahorros para acabar los años de vida que te queden, que se muestran encantados con esa decisión de acabar con algo que nos reporta un coste enorme a los cotizantes. No dándose cuenta del timo profundo. Porque si eliminar la sanidad pública provocara la eliminación del ministerio central y sus variantes en las comunidades, en todo su personal, incluidos ministros y adláteres, sería para pensárselo. Pero no es así y, además, aunque así fuera aumentaría el paro con lo que el gasto publico podría bajar pero no de forma sensible. Pero hay más. La globalización nos trae ya enfermedades que creíamos olvidadas pero que encierran gran peligro, que incluso también se podrían cubrir a la larga con más inversión en ciencia, ahora que la Inteligencia Artificial y el Metaverso nos pueden traer grandes mejoras al haberse descubierto el análisis completo del gen humano. O sea, no ir, por ejemplo, a curar el pulmón, sino lo dañado de ese mismo pulmón, por decirlo de forma simplista. Esta es una noticia importantísima que apareció ahora hace casi un año, pero nunca más se volvió a escribir sobre ella, porque da mas audiencia las cosas de la Ayuso y así nos va.
El resumen es que el sistema neoliberal, que nada tiene que ver con los liberales del siglo pasado, y no cansare de decirlo, acaba con cualquier alcance social, con cualquier empresa a la que la convierten en negocio, que no es lo mismo porque la labor de una empresa seria es la inversión con las ganancias y el mejoramiento cultural y social de sus empleados, pero el sistema solo quiere beneficio a costa de lo que sea, y muchas veces, a costa de un personal mal pagado. Eso es hoy el sistema que se apoya en políticos sin escrúpulos ni ética en su labor, que deja mucho que desear y desmiente esa principal labor de mejorar a la sociedad. Lo que ellos hacen es mejorar su bolsillo. Por eso creo que los que aun creemos en factores éticos o de honradez personal no tenemos nada que hacer porque muchos como nosotros aplauden este sistema corrupto que solo llega a un caos que yo desconozco pero que acabara así.
En España existen unas connotaciones muy particulares pues el voto se suma entre las personas que he citado, satisfechos siempre con la derecha, haga lo que haga, y que se asocian o son los mismos, que los que siempre votaran en contra de un gobierno como el actual que abre las puertas con cierta empatía a las regiones o comunidades rebeldes porque para ellos la unidad de España consiste en estar siempre enfrentados con ellos desde la centralidad de Madrid pero que en el fondo es un caladero de votos para esa derecha franquista que siempre se une.
El título de este artículo es simplemente una confirmación de dos hechos opuestos. Y es lo que está ocurriendo con la Sanidad pública. Ahora algunos quieren hacer fijos a más médicos solo para acallar sus protestas en la calle. Este problema es provocado solo por el sistema económico en el que se han creado dos sociedades muy alejadas entre riquísimos y pobrísimos. Y las grandes empresas se quieren hacer y se hacen con un gran negocio universal entre laboratorios que desean enfermos de larga duración y empresas que recojan lo que ahora se reparte en el erario que a ellos no les da beneficio. O sea, el problema es la corrupción ahora llamada negocio de cada vez menos protagonistas, pero más poderosos y ahí se acaba todo con el voto y el aplauso de muchísima gente que también va a sufrir sus consecuencias. Mientras, políticos basura, se enredan en diálogos que dan pena por su nivel, para entretener al personal. Y ahí se encuentra una derecha perdida en un marasmo de insultos y provocaciones pero que ante un gobierno que hace cosas sociales, que jamás se hicieron, y rompe con temas franquistas intocables no les queda mas que el insulto o ETA, dos temas que le ganan votos de diferentes tipos de personas, pero fieles a lo suyo.
Mientras tanto, la sanidad pública se destruye, no por deseo de Ayuso que solo ejerce como bufón del sistema, sino del propio sistema, como antes he dicho. Un sistema económico que quizá se convierta en la mejor máquina de destrucción masiva porque destruye a una parte enorme de la humanidad poco a poco y con ayuda de los votos. Y a eso voy. A saber, el por qué se vota esa autodestrucción. Y cito esta palabra porque conozco a muchas personas, como yo mismo, que solo tienen una buena jubilación y algunos ahorros para acabar los años de vida que te queden, que se muestran encantados con esa decisión de acabar con algo que nos reporta un coste enorme a los cotizantes. No dándose cuenta del timo profundo. Porque si eliminar la sanidad pública provocara la eliminación del ministerio central y sus variantes en las comunidades, en todo su personal, incluidos ministros y adláteres, sería para pensárselo. Pero no es así y, además, aunque así fuera aumentaría el paro con lo que el gasto publico podría bajar pero no de forma sensible. Pero hay más. La globalización nos trae ya enfermedades que creíamos olvidadas pero que encierran gran peligro, que incluso también se podrían cubrir a la larga con más inversión en ciencia, ahora que la Inteligencia Artificial y el Metaverso nos pueden traer grandes mejoras al haberse descubierto el análisis completo del gen humano. O sea, no ir, por ejemplo, a curar el pulmón, sino lo dañado de ese mismo pulmón, por decirlo de forma simplista. Esta es una noticia importantísima que apareció ahora hace casi un año, pero nunca más se volvió a escribir sobre ella, porque da mas audiencia las cosas de la Ayuso y así nos va.