Casado se multiplica en Andalucía para tratar de consolidar su liderazgo interno
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha trasladado a la campaña andaluza la hiperactividad que le ha caracterizado en sus cuatro meses de líder de la oposición. El máximo jefe de los populares comenzaba este viernes su intensísima jornada de trabajo visitando la fábrica de Renault de Sevilla. De allí se iba al Mercado de Triana, en pleno corazón de la capital andaluza para, a continuación, viajar hasta Mairena del Alcor, a 21 kilómetros de la ciudad, a un acto con emprendedores.
Después se desplazaba a Carmona, otra ciudad sevillana, para reunirse con empresarios y, más tarde, se paseaba por el Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Española, también en Sevilla. Al líder del PP todavía le quedaban fuerzas para protagonizar un mitin en un hotel de la ciudad, a última hora.
Esta frenética agenda está justificada, según Casado, “no solo” en la necesidad de apoyar al candidato del PP a la presidenta de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, con el que paradójicamente este viernes no ha coincidido en ninguno de sus seis actos –en toda la campaña solo intervendrán juntos en tres eventos de los 45 que tiene programados el presidente nacional–, sino también para consolidar su propio liderazgo al frente de los populares.
“No es sólo para una campaña andaluza, sino que [la multitud de actos] también sirven para empezar a proyectar nuestros programas e ideas de cara a las municipales, y también de cara a las generales”, aseguraba el líder del PP a primera hora, en declaraciones a la prensa. Casado insiste en que se está “volcando” en Andalucía “lanzando un nuevo proyecto del PP” que está “comprometido con la creación de empleo, las políticas sociales, la regeneración pública, y también con un cambio que se necesita a nivel de Andalucía y a nivel nacional de forma urgente”.
Mensajes estatales
La estrategia del presidente de los populares es darse a conocer buscando todo tipo de fotos bien sea comprando tomates, acariciando caballos o jugando a videojuegos. En cada acto de la campaña andaluza hay, además, un mensaje estatal, con la vista puesta en esas elecciones generales cuyo adelanto el PP lleva esperando cinco meses, prácticamente desde la moción de censura que echó a Mariano Rajoy de la Moncloa, en junio, y que sin embargo no llega por la intención de Pedro Sánchez de agotar la legislatura.
La visita a la factoría de Renault de este viernes tenía como objetivo atacar al Ejecutivo por su política medioambiental. Casado lamentaba “la irresponsabilidad” que a su juicio muestra el Gobierno al decir primero que “se prohíben los diésel, luego la combustión, hacer un plan para limitar a los alcaldes la circulación por las ciudades y otro tanto con los automóviles híbridos”. A todo ello, añadía que “el colmo es que digan a 20 años vista que van a prohibir los automóviles con combustible”, por lo que ha afirmado que “el Gobierno aporta datos falsos para poner en riesgo por cuestiones ideológicas la industria del automóvil”.
Otro mensaje también de carácter estatal, el del apoyo a los autónomos, era el que buscaba la visita de Casado al Mercado de Triana, en la orilla del Guadalquivir, donde el líder del PP logró fotografiarse en charcuterías, pollerías, floristerías o fruterías.
Al presidente de los populares le gustó especialmente que la empleada de una de las fruterías le hablara del colectivo autónomo. “Solo le voy a decir una cosa: Por favor, mirad por los autónomos, hay que bajar la cuota”, le espetaba la mujer. Entonces Casado decidió posar para las cámaras, colocar a su lado al cabeza de lista por Sevilla Juan Ignacio Zoido y hacer suya la causa de la tendera: “Ahora quieren subir las cuotas”, aseguraba el líder del PP, que prometía bajarlas.
Un día después de calificarse como “friki de la revolución digital” en la original apertura de campaña en la que sí coincidió con Moreno –fue una 'hackathon', un encuentro de 'hackers'–, Casado volvía a lanzar el mensaje de la innovación en un acto con emprendedores 4.0 en Mairena del Alcor. Allí pudo ver algunos de los proyectos más innovadores lanzados por jóvenes andaluces, a quienes prometía más facilidades, una vez más, cuando llegue a La Moncloa.
Gran recibimiento del sector equino
En la misma línea transcurría el acto con empresarios en Carmona, minutos después, donde le trasladaron “la necesidad de bajar los impuestos y de ayudar a los empresarios, que son los que crean empleo y progreso”. Casado se comprometía a atender sus peticiones si gana las generales y lo hacía ante Javier Arenas, el que durante dos décadas fue el hombre todopoderoso del PP andaluz que forzaba el saludo con Zoido –uno de sus históricos rivales internos– y Casado, al que no apoyó en las primarias.
Entre botas de cuero, chalecos y asistentes cuidadosamente engominados, Casado era recibido por todo lo alto en el Salón Internacional del Caballo de Pura Raza Española que se celebra este fin de semana en Sevilla. El líder del PP pudo allí cortar verduras, tocar carruajes y acariciar caballos, siempre acompañado por Zoido, que ejercía de relaciones públicas y le presentaba a muchos de los asistentes que le solicitaban el máximo jefe de los populares fotos y saludos.
Esta misma tarde a Casado le surgía un competidor en busca del apoyo del sector equino: el presidente de Vox, Santiago Abascal, –que recientemente protagonizó un polémico vídeo montado a caballo– que también aparecía por la feria a la misma hora que el líder del PP, pero con el que no llegó a verse. Desde su llegada a la presidencia de los populares, Casado ha emprendido un giro a la derecha en el partido que le ha llevado a disputarse el electorado con la formación de Abascal, de extrema derecha, a la que ha evitado en todo momento criticar y con la que ha dicho compartir “ideas”.
El presidente del PP acababa la jornada en el Hotel Lebreros de Sevilla acusando al Gobierno de “instrumentalizar” el Consejo de Ministros por destinar 1.000 millones de euros a Andalucía el primer día de campaña y relacionando a Pedro Sánchez y a Susana Díaz con la “kale borroka” que según él está surgiendo en Catalunya, con el “etarra” Otegi o incluso utilizando el rechazo del PSOE a la prisión permanente revisable para atacar a los socialistas por el crimen de Pioz. Tras sus múltiples fotos, Casado concluía cargando contra Díaz y Sánchez: “Tan desesperados están que tienen que pasearse por la plaza de España a hacerse fotos en el jardín”.