Pablo Iglesias centra el final de la campaña del 26M en las plazas con más opciones para Podemos
La campaña de las elecciones europeas, autonómicas y municipales del 26 de mayo entra en su recta final con el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, volcado en respaldar a sus candidatos, y los de algunos de sus aliados, ante una cita crucial para refrendar el resultado de las generales del pasado 28 de abril. Iglesias completará una decena de actos, entre los de este fin de semana y los días de campaña que restan, en la Comunidad de Madrid, Barcelona, Andalucía o Ferrol y Vigo, entre otras. Pero también dejará de asistir a lugares con gobiernos municipales en los que Podemos se ha referenciado desde 2015, como A Coruña, Cádiz o Zaragoza.
Iglesias visitó el pasado sábado Sevilla y Alcorcón, uno de los grandes municipios del sur de Madrid y donde Podemos aspira a cogobernar con el PSOE para arrebatar al PP uno de los bastiones del llamado cinturón rojo de la región. Por la mañana, en la capital andaluza, el líder de Podemos arropó a la candidata de Adelante Sevilla, Susana Serrano, acompañados por el líder de IU, Antonio Maíllo, y la diputada electa Noelia Vera.
En el acto no estuvieron los principales rostros de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez y José Maria Gónzalez, Kichi. Las relaciones personales y políticas entre ambos sectores siguen frías, hasta el punto de que el equipo de Iglesias anunció un acto en Cádiz del que se cayó en el último momento sin que trascendiera el motivo.
En Sevilla, Iglesias insistió en la necesidad de acordar un Gobierno de coalición con el PSOE. Una de las ideas fuerza de la campaña de las generales y en la que el líder de Unidas Podemos ha seguido insistiendo. La opción fue rechazada en un primer momento por los de Pedro Sánchez, pero ha empezado a coger fuerza en los últimos días. No será precisamente hasta después de la triple cita electoral del 26 de mayo cuando se concrete, o no, esta posibilidad.
“Le vamos a pedir un programa de Gobierno de coalición para garantizar derechos sociales de la Constitución Española”, sostuvo Iglesias en Sevilla. Iglesias aprovechó para replicar precisamente a la líder andaluza de Podemos, y al resto del sector Anticapitalista, quienes rechazan la entrada de Unidas Podemos en un Ejecutivo conjunto con el PSOE. “Nuestro objetivo es cambiar la vida de la gente, no darnos golpes en el pecho”, señalaba.
Cádiz no es la única de las llamadas Ciudades del Cambio que no verán a Pablo Iglesias en esta campaña. Podemos ha recurrido a estos gobiernos municipales como ejemplo de su capacidad de gestión. Pero la ausencia formal del partido en las candidaturas de 2015, por una decisión estratégica que tomó entonces la ejecutiva, ha provocado choques que, en algunos casos, han derivado en ruptura para la integración del partido cuatro años después.
Es el caso de Madrid o Zaragoza, por ejemplo. En la capital española Podemos había optado por no presentar una lista contra Manuela Carmena. Sí lo ha hecho IU, con otros socios que acompañan a Podemos en la candidatura autonómica. El partido de Iglesias, finalmente, ha optado por pedir el voto para ambas listas, aunque Madrid en Pie no termina de despegar en las encuestas. De no alcanzar el 5% del voto, quedará fuera del Consistorio, lo que podría inclinar la balanza hacia el bloque de las derechas. En Zaragoza, la situación es similar, aunque en este caso sí habrá presencia de Podemos en una candidatura propia.
En Galicia ha sido la quiebra del espacio político de En Marea el detonante, sumado al alejamiento de Anova y Podemos. Iglesias no visitará en esta campaña Santiago ni A Coruña, donde en 2015 celebró un mitin multitudinario para arropar a Xulio Ferreiro. Esta vez, ni él ni Martinho Noriega han reclamado la presencia del dirigente.
Iglesias sí estará esta campaña en otras ciudades gallegas, como Vigo o Ferrol, donde el alcalde, Jorge Suárez (IU), podría ser el primero en lograr un segundo mandato desde 1987.
El secretario general de Podemos también ha ido a Barcelona. Y por partida doble. La semana pasada ya compartió escenario con Ada Colau y volvió a hacerlo este mismo domingo. Colau, que se juega en un puñado de votos repetir la Alcaldía de la capital catalana, sabe del tirón que Podemos y su secretario general aún conservan en una parte del electorado popular de la ciudad, aunque la marca ya no funcione como lo hacía en 2014 o 2015.
El mismo domingo, Iglesias ha acudido a un acto en Palma para acompañar al candidato a las autonómicas, Juan Pedro Yllanes, quien puede convertirse tras el 26M en vicepresidente junto al PSOE y el Mès. Podemos también opta a cogobernar la capital balear.
A diferencia de lo ocurrido en 2015, Podemos sí apuesta esta vez por entrar en ejecutivos de coalición autonómicos. Una decisión, la de hace cuatro años, de la que Iglesias ha dicho varias veces estar arrepentido. Entonces permitieron varios ejecutivos socialistas sin compartir la gestión. Los réditos, vistos los resultados, se los quedó el PSOE.
Iglesias arranca la semana sin actos de campaña en la agenda. El lunes será Irene Montero quien acompañe a la candidata de Unidas Podemos en la Comunidad de Madrid, Isa Serra, a un acto con mujeres. El martes, ambos deberán acudir a la constitución del Congreso de los Diputados.
El miércoles y el jueves, Iglesias retoma su agenda de campaña. Otra vez en Madrid, donde Unidas Podemos y el resto de formaciones se juegan cumplir, o no, buena parte de las expectativas electorales. El jueves, el líder de Podemos asistirá al cierre de campaña en Tenerife y La Laguna.