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Rivera presume de arrastrar a “la vieja derecha” a una etapa de regeneración

Reunión de los equipos negociadores de Ciudadanos y el Partido Popular, este domingo | Foto: @CiudadanosCs

Luz Sanchis / Belén Carreño

El acuerdo que han firmado PP y Ciudadanos permite a Mariano Rajoy presentarse el martes a la investidura con 170 escaños de apoyo, a seis de la mayoría necesaria. Pero el pacto ha hecho que Albert Rivera se presentara en público como el que ha conseguido vencer las reticencias del partido del Gobierno a empezar a regenerar la vida pública y a poner en marcha medidas sociales. El líder de Ciudadanos ha sacado pecho: “El nuevo centro político arrastra a la vieja izquierda y a la vieja derecha a una etapa de regeneración y reformas”.

De esta forma, el dirigente presumía de haber obligado a PSOE y PP a moverse. Primero con el acuerdo de gobierno que firmó con Pedro Sánchez y ahora con el de investidura con Rajoy. Su pretensión, como la del presidente en funciones, es lograr que el secretario general de los socialistas se sienta lo suficientemente presionado como para pasar del 'no' a la abstención en un próximo intento de investidura. Como es habitual, Rajoy ha vuelto a jugar al despiste y ha asegurado que ese segundo intento “no tiene por qué esperar a las elecciones vascas y gallegas del próximo 25 de septiembre.

Rivera ha trufado su discurso de referencias a “poner el país en marcha” y a la labor “llave” que había hecho Ciudadanos para “desbloquear” el país. Rajoy compareció con un tono mucho menos triunfalista y se limitó a sobrevolar los paquetes de medidas pactados con incluso un tono que rozaba el desinterés. Lo que quería era insistir en presionar a Sánchez. “Hemos cumplido con nuestra obligación y falta que los demás también cumplan con lo que crean que es su obligación”, remató.

Ha cifrado en 150 reformas (el documento no se facilitó a los periodistas ni antes ni durante la rueda de prensa sino sólo cuando terminó). Los dos políticos se presentaron ante la prensa y con conferencias emitidas en directo por la televisión sin entregar papeles ni concretar cifras.

El líder del PP prefirió no entrar en los detalles y dejar ese papel para el de Ciudadanos. Lo que sí dejó bien claro es que la reforma de la Constitución no se pone en marcha de forma inmediata sino que se va a estudiar primero. “Vamos a estudiar la posibilidad de reformarla (la Constitución), pero eso no quiere decir que la vayamos a reformar”, ha aclarado.

La dificultad para evaluar de esta forma las reformas es evidente. Rivera por ejemplo dijo que ha conseguido cambiar los tipos de contrato, para crear uno nuevo “de progreso y estable”, que irá relevando al temporal. Sin embargo, sin prohibir el temporal, el resultado de este acuerdo, que calificó en rueda de prensa de “vuelco laboral”, la reforma no llega al modelo de contrato único que pedía como seña de identidad la formación. Además, también adelantó que se crearía una mochila austriaca, una fórmula que pasa por que el trabajador pueda trasladar con él los días de indemnización acumulados en caso de no utilizarlos, una idea que ya recogía el programa del PP.

También ha anunciado que se eliminará el “impuesto al sol”, una tasa sobre la producción de energía eléctrica para autoconsumo, dentro de un acuerdo para impulsar la transición energética y las renovables. También una reforma del régimen de trabajadores autónomos, que incluirá perdonar la cotización a los que empiezan. Y recuperar la parte cobrada de menos en la amnistía fiscal.

En la parte social, Rivera asegura que se ha aprobado un complemento salarial garantizado que llegará al menos a dos millones de hogares con ingresos bajos. Y un plan de pobreza infantil para 1,2 millones de niños. De nuevo, todas estas medidas se han anunciado sin cifras ni concreción.

Según han ido filtrando los negociadores, los acuerdos tendrán un coste de 29.000 millones de euros, 5.000 para el año 2017 y 8.000 millones. Estas dotaciones se supeditarán a las peticiones de restricción presupuestaria de Bruselas así que también queda en el aire el éxito de estas medidas pactadas.

Rivera ha insistido durante su intervención en que todo este paquete “se podrá pagar” sin subir los impuestos, un compromiso determinante para ambas formaciones. Por su parte, Rajoy aseguró que dentro del pacto se incluía el deseo de bajar el IRPF, algo que reconocieron que solo harían una vez que se alcancen los objetivos de déficit pactados con Bruselas.

En un momento determinado, Rivera ha asegurado que logría cumplir con el déficit exigido por Bruselas y al mismo tiempo dar vida a las medidas anunciadas gracias a que se iba a “pinchar la burbuja política”. Sin embargo, el coste de las reformas de la administración está recogido en 1.000 millones de euros.

Ambos equipos se cruzaron el último documento el domingo sobre las dos y media de la madrugada. Como ha explicado Fernando Martínez Maillo, la redacción llevó mucha discusión hasta que se llegó a un acuerdo con cada término. A pesar de las caras de cansancio, los dos grupos estaban exultantes esta mañana mientras esperaban la llegada de su respectivos líderes. Aunque el ultimátum de 48 horas lanzado por Girauta como protesta ante las reticencias del PP a aceptar los requisitos de Ciudadanos, finalmente saltó por los aires.

Ciudadanos ha llevado la voz cantante en la parte propositiva de los acuerdos pero ha tenido también por lo mismo que ceder en varios puntos. “Ceder es parte del pacto”, ha sentenciado Rajoy.

Pese al protagonismo adoptado por los líderes en la rueda de prensa, han sido los portavoces parlamentarios, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, los que han firmado el pacto de investidura que previamente han Rajoy y Rivera. Ha sido finalmente el presidente del gobierno en funciones el que no ha querido equiparar el acto de la firma al que se produjo entre Rivera y Pedro sánchez como pacto de gobierno y no habrá esa firma solemne.

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