El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha apoyado la decisión del Tribunal Supremo de Venezuela de renunciar a asumir las funciones del Parlamento, tras la petición de Nicolás Maduro a la corte para revisar la sentencia que retiraba sus poderes a la Asamblea Nacional: “El presidente Maduro ya ha pedido al tribunal que rectifique esa decisión y ha llamado de nuevo al diálogo. Ojalá la situación se reconduzca”.
En un artículo en Público titulado Sobre la revolución en Venezuela, Garzón contextualiza la situación del país dentro de “un clima de agresión permanente a los procesos latinoamericanos” cada vez más acentuado y señala que, en este conrexto, el Gobierno encabezado por Nicolás Maduro está tomando decisiones “demasiado precipitadas y poco meditadas frente a esta creciente agresión”.
El líder de IU asegura que la suspensión de las atribuciones de la Asamblea, que finalmente no se llevará a cabo, “ha sido una acción legal y constitucional y desde luego en ningún caso un golpe de Estado como repiten los voceros de la derecha oligárquica, pero al mismo tiempo ha sido un error que ha dado facilidades a esa misma oligarquía”.
El líder de IU -que hace un recuerdo a la revolución en Venezuela y los sucesivos mandatos de Hugo Chávez, pasando por el golpe de Estado a la democracia venezolana en 2002 y sus sucesivas reelecciones- cita a Marx para explicar cómo la derecha “no iba a dejar que le arrebataran el poder y los privilegios fácilmente”: “En la mejor tradición, Marx ya había anticipado que las democracias burguesas son meras ilusiones y que cuando los socialistas –o cualquier movimiento enfrentado al poder económico- ganan las mayorías parlamentarias entonces es de esperar una reacción militar. (...) La diferencia notable en el caso de Venezuela con esa advertencia del gran clásico fue que Chávez tenía a su lado el ejército”.
En el artículo realiza también una crítica a la izquierda occidental “víctima del eurocentrismo y sus patrones culturales” por no saber comprender la revolución venezolana. “La realidad es que Chávez logró convertirse en una referencia para millones de pobres que empezaban a vivir de nuevo gracias a la revolución bolivariana”, escribe.
A la militancia de izquierdas se vuelve a dirigir más adelante para pedir que se combata la desinformación, pero a la vez señala la necesidad de crítica. “Muchos de los que llevamos años defendiendo a Venezuela públicamente, mientras la izquierda progresista calla o se suma al ”sentido común“ de la oligarquía, tenemos también la necesidad moral y política de subrayar los errores del proceso bolivariano. No se puede corregir lo que no se ve. Además, puede que uno quede regular cuando defiende incondicionalmente algunas medidas que los propios artífices acaban rectificando”.