La nueva Asamblea de Madrid de la X legislatura regional quedaba constituida este martes tras una sesión empañada por diversos registros de la Guardia Civil en varios Ayuntamientos de Madrid y Valencia, en una nueva fase de investigación de la Operación Púnica ordenada por el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco.
La noticia cogió por sorpresa a los diputados electos regionales mientras se celebraba la elección de la Mesa de la Cámara, que estará presidida por Paloma Adrados (PP), alcaldesa en funciones de Pozuelo de Alarcón y ex consejera de Empleo de Esperanza Aguirre. Ciudadanos tendrá la vicepresidencia primera de este órgano en virtud del pacto cerrado la víspera por Cristina Cifuentes y el representante de Ciudadanos, Ignacio Aguado, a pesar de que su partido es la cuarta fuerza política de la Asamblea. El acuerdo, que no ha gustado ni al PSOE ni a Podemos, abre la puerta en un principio al apoyo de la formación de Albert Rivera a la investidura de la aspirante del PP.
Antes de comenzar la ceremonia en la Asamblea regional, la propia Cifuentes dejaba entrever que el respaldo de Ciudadanos a su investidura como presidenta de la Comunidad de Madrid estaba muy cercano. “Yo voy a poner todo de mi parte por llegar a un acuerdo”, manifestaba la aspirante del PP, mientras destacaba “el nivel de coincidencias programáticas” que mantiene su partido con el de Rivera.
Cifuentes emplazó a los periodistas a esperar a las reuniones que mantendrá con Aguado este miércoles y el próximo viernes para seguir “acercando posiciones”.
Pero la noticia de que la Guardia Civil estaba recabando información sobre contratos del PP con la trama Púnica en varios Ayuntamiento de Madrid, ensombreció la mañana. Tanto el socialista Ángel Gabilondo, como el dirigente de Podemos, José Manuel López, alertaron del riesgo de que Cifuentes pueda ser apoyada por Ciudadanos cuando siguen salpicando al PP casos de corrupción. Gabilondo habló de “un nuevo bochorno” y López confesó su preocupación por que este nuevo episodio de la Púnica vaya a ser la continuación de “un rosario de situaciones” que pueden a afectar al buen funcionamiento de la Cámara.
Aguado, de Ciudadanos, quiso ser cauto y aunque pidió esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, advirtió al PP de que el caso “complica” las negociaciones. Aguado añadió que su partido podría plantearse suspender las conversaciones si hay imputaciones que afecten directamente al PP.
Cifuentes, por el contrario, restó importancia a estas nuevas diligencias e insistió en que no cambia nada porque su partido se había comprometido a no llevar imputados en sus listas y hasta ahora lo estaba cumpliendo.
Siguiendo atentos los acontecimentos, sentados en el hemiciclo, estaban tanto el número siete de la lista de Cifuentes, Álvaro Ballarín -desimputado recientemente por un caso de prevaricación-, como su número 27, Ignacio García Vinuesa, alcalde de Alcobendas, uno de los Ayuntamientos afectados por la operación de este martes en Madrid.
Recuerdo a Pedro Zerolo
La jornada de constitución de la Asamblea estuvo marcada por el fallecimiento del socialista Pedro Zerolo, que debía haber ocupado un escaño en la Cámara regional al ir como número tres de la lista de Ángel Gabilondo.
Todos los diputados le rindieron homenaje guardando un minuto de silencio puestos en pie, que acabó en un cerrado aplauso.
La presidenta electa, Paloma Adrados, que sustituye en el cargo a Ignacio Echeverría, que pasa a ser diputado autonómico, recibió el apoyo de su grupo, el PP, y de los 17 diputados de Ciudadanos: 65 votos en total de los 128 diputados que conforman la nueva Cámara, restando el escaño de Zerolo, que quedó este martes vacío.
Al acto institucional acudieron tanto el presidente de la Comunidad de Madrid en funciones, Ignacio González, como la aspirante a la alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, que acababa de conocer el archivo de la querella que interpuso Podemos contra ella por vincularlos con ETA y el chavismo.
Aguirre se mostró satisfecha y aprovechó para arremeter contra el PSOE por propiciar que Manuela Carmena y “ocho miembros de Podemos” puedan gobernar el consistorio, algo que calificó como de “craso error”.