Sídney (Australia), 19 feb (EFE).- El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, ofreció este lunes enviar ayuda a Papúa Nueva Guinea para controlar la violencia tribal, que ha dejado decenas de muertos desde el domingo.
“Estamos dispuestos a enviar todo el apoyo que podamos, de manera factible, por supuesto, a nuestros amigos en PNG (Papúa Nueva Guinea”, afirmó Albanese en una entrevista radiofónica con la emisora estatal ABC.
Albanese, cuyo país ya presta ayuda de seguridad a Papúa Nueva Guinea en el marco de un acuerdo bilateral, reaccionó así tras la noticia sobre la violencia tribal ocurrida el domingo en la provincia de Enga, situada en la región montañosa de Highlands (Tierras Altas).
El medio local Post Courier indicó que los muertos ascienden a 64, aunque el medio australiano ABC apunta que la Policía rebajó esta cifra a 26.
El superintendente en funciones de la Policía de Papúa Nueva Guinea, George Kakas, dijo este lunes a la cadena ABC que el suceso, ocurrido el domingo, sería “la mayor matanza que se ha visto en Enga, quizá también en toda Highlands, en Papúa Nueva Guinea”.
El alto mando policial indicó que la matanza ocurrió cuando una tribu emboscó la mañana del domingo a otra tribu rival que, junto a sus aliados y un número indeterminado de mercenarios, se dirigía a atacarlos.
La Policía también explicó que los enfrentamientos con armas de asalto y de tipo militar como SLR, AK47, rifles M4. M16, entre otras armas, fueron protagonizados por las tribus Arbulin y sus aliados contra las Sikin y otros grupos afines.
Los enfrentamientos tribales en Enga- en la que estarían implicadas unas 17 tribus- se agravaron en 2022 durante las elecciones.
En septiembre del año pasado se produjo otra serie de incidentes violentos después de que una tribu fuera acusada de matar a un hombre, lo que obligó a las autoridades a restringir el movimiento de los ciudadanos.
Papúa Nueva Guinea, una nación rica en recursos que tiene a una gran parte de sus doce millones de habitantes en situación de extrema pobreza, está aislada por los problemas de conexión e infraestructura, especialmente en áreas remotas donde la seguridad y servicios básicos de salud y educación escasean.EFE
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