Dos becarios declaran que la ONG afín al PP destruyó papeles del caso de las presuntas agresiones sexuales a presos
Una unidad especializada de la Policía investigó durante meses la denuncia presentada por dos presos que decían haber sufrido abusos sexuales mientras pasaban sus permisos en una casa de la ONG Horizontes Abiertos, en el barrio madrileño de Entrevías. En el atestado policial, al que ha tenido acceso eldiario.es, figuran las declaraciones de dos becarios de la ONG que aseguran que trabajadores de la misma destruyeron documentación relacionada con las víctimas después de enviársela al presunto agresor, el expolítico del PP balear Rodrigo de Santos.
La denuncia de los presos a la Policía se produjo en el mes de octubre de 2017. Por la naturaleza del delito que se investigaba y el ámbito en el que se cometió se hizo cargo la Unidad de Atención a Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía en Madrid, aunque las dos presuntas víctimas eran hombres cerca de los 30 años. La UFAM es una unidad que trabaja en dependencias separadas del resto, blindada de filtraciones y encargada de asuntos de especial delicadeza, incluidos los que afectan a menores. Sus agentes arrancaron entonces una investigación secreta que motivó la detención de De Santos el 5 de diciembre de ese año.
Su trabajo continuó tras el arresto y dos semanas después de practicarlo tomaron declaración al becario en prácticas Daniel O.M., quien explicó a los agentes cómo se le ordenó escanear y destruir una documentación de la que, en principio, desconocía su importancia. Hasta que se percató de que eran los partes de salida de la cárcel de la víctima violada presuntamente en siete ocasiones por Rodrigo de Santos mientras estaba en la casa de acogida.
A los cinco días de la detención de Rodrigo de Santos, una trabajadora de la ONG, María G., pidió al becario que escaneara las anotaciones hechas en relación con diversas fechas que había en tres cuadernos de registro. Para que supiera donde buscar, la empleada le anotó las fechas en una nota manuscrita, de la que Daniel sacó una foto y le entregó posteriormente a la Policía. En las notas de registro se apunta cualquier incidencia con los internos que pasan su permiso en la casa de acogida, desde si salen fuera, los llama alguien o si comen dentro de la residencia.
Rodrigo de Santos está acusado de haber utilizado su posición de director del Proyecto Javier, las casas de la ONG, para amenazar a sus víctimas en contra de recibir más permisos por parte de Instituciones Penitenciarias si no accedían a sus pretensiones sexuales. Uno de ellos recibió tocamientos, por lo que el titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid atribuye a De Santos dos presuntos delitos de agresión sexual. El otro joven penetró en al menos siete ocasiones a Rodrigo de Santos bajo la amenaza de informar contra sus permisos y tuvo que dejar que el presunto agresor le practicara felaciones.
De este último joven, de nombre ficticio Benjamín, era de quien requería la documentación la trabajadora llamada María G. “Como una de las fechas no se encontraba en los tres cuadernos entregados, María le pidió que la acompañara hasta el maletero de su coche, donde guardaba otros cuadernos para que Daniel buscara la fecha que le faltaba”, recogen los agentes de la declaración del becario en prácticas. “Además, le requirió que no lo contara a nadie, ya que era para un asunto privado de Vicente y que era mejor que estuvieran en el maletero y no pasasen por el despacho”, añaden los policías.
El tal Vicente es Vicente Zafrilla, el superior de Rodrigo de Santos en la ONG que siguió en Horizontes Abiertos después del caso. La organización creada por el Padre Garralda había contratado a Rodrigo de Santos tras un periodo de voluntario y le otorgó poder sobre los presos pese a sus pasadas condenas por malversación y agresión sexual a un menor. Por ello tuvo que dimitir su presidenta entones, María Dolores Navarro, exconcejal del PP en Torrejón y Madrid y que ocupa el número 29 en la lista del PP a las próximas elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid. Ni ella, ni Vicente Zafrilla, ni la trabajadora María G. han resultado imputados. Ninguno de los tres está vinculado a la Fundación del Padre Garralda en la actualidad.
Después de la dimisión de Navarro y de otros miembros del Patronato, en desacuerdo por la gestión del caso que había realizado la presidenta, una nueva dirección se hizo cargo de la Fundación Padre Garralda-Nuevos Horizontes. Ha pasado un año y medio desde la imputación de Rodrigo de Santos y la Fundación no se ha personado como perjudicada. Es más, ya con la nueva dirección ha compartido durante al menos un año su abogada con el presunto depredador sexual. Tanto en el momento de los hechos como posteriormente, varios políticos del Partido Popular de la corriente más extrema en asuntos de moral integran ese Patronato.
El becario Daniel O.M. dijo también a los policías que días después, al comparar las fechas que tuvo que escanear con los permisos de los internos, él y un trabajador social del proyecto “se percataron de que todas las fechas coincidían con permisos de salida de Benjamín”. El día del encargo, el becario vio como María G. envió desde un ordenador de la ONG toda la documentación escaneada a un correo electrónico de Rodrigo de Santos y que, a continuación, borró el registro de ese envío. También le oyó hablar con el acusado por teléfono para quedar en un lugar y entregarle “algo”.
Una segunda becaria, María T.R., corroboró el testimonio de su compañero. “Instada a que conteste si tiene conocimiento de que por parte de trabajadores del programa –escribe la UFAM-, y a petición de Rodrigo, se está destruyendo documentación relacionada con la fundación, manifiesta que sí, que en estos últimos días, tanto la dicente, como otros compañeros suyos de prácticas, están haciendo acopio de información de los residentes, a solicitud de una de las trabajadoras llamada María G., con el fin de hacérsela llegar a Rodrigo. Quiere añadir que los correos en los que remiten las citada información con posterioridad son eliminados de los ordenadores, no quedando ningún tipo de registro”.
Los dos becarios también dejaron otro dato en sus declaraciones: Rodrigo de Santos seguía dirigiendo el Proyecto Javier aunque no pisaba las casas. Y lo hacía después de haber sido detenido en el marco de una investigación por abusos sexuales. “Daniel cree que Rodrigo sigue dirigiendo, aunque no esté allí personalmente, todo lo que pasa en el Proyecto, incluidas la nueva contratación de una trabajadora para cubrir una baja por maternidad”, se lee en el atestado. La otra becaria trasladó a la Policía que creía que Rodrigo de Santos no había sido despedido “y, de hecho, cree que continúa coordinando todo lo relacionado con el programa (Javier)”.