La composición de las Cortes que salga de las próximas elecciones generales será muy distinta a la que ha habido en esta legislatura. No habrá una mayoría absoluta y entrarán caras nuevas de las formaciones emergentes. También el PSOE ha anunciado una profunda renovación, que no ha sentado bien en todos los sectores del partido. No obstante, más de la mitad de los parlamentarios que ahora mismo tienen acta aspiran a tenerla tras las elecciones.
Si al PSOE le salen los números que desea, 58 asientos de la bancada socialista pueden volver a estar ocupados por los mismos diputados que han acabado la legislatura en la Carrera de San Jerónimo. Son 58 nombres que figuraron en las papeletas del PSOE cuando Alfredo Pérez Rubalcaba peleó sin éxito por la Moncloa y que volverán a aparecer en la carrera de Pedro Sánchez. Carme Chacón es la única de las que se ha marchado que volverá al Parlamento.
Las razones que explican la marcha de casi la otra mitad de la bancada son muy variadas. Ferraz nunca ha ocultado que quería renovar a los cargos públicos. Es una de las bazas de Pedro Sánchez para recuperar el electorado perdido. Algunos dirigentes han optado por adelantarse a la ‘limpieza’, como los exministros Jesús Caldera y Trinidad Jiménez, que anunciaron su retirada poco después de que comenzase el proceso de elaboración de las candidaturas. Poco después de su declaración, El Confidencial reveló las negociaciones de Jiménez para fichar por Telefónica.
Varios de los diputados apartados de las listas están alejados de la dirección de Pedro Sánchez. En algunos casos, apoyaron a Eduardo Madina -a quien Ferraz ha tenido que hacer un hueco por Madrid- en la competición por liderar el PSOE tras la marcha de Rubalcaba. Leire Iglesias y Juan Moscoso son dos ejemplos, aunque han afirmado que se van voluntariamente. En algunos casos, que prefieren no ser identificados, la renuncia a seguir es personal por desacuerdo con la actual deriva del partido.
Ferraz también ha metido mano en la composición de las candidaturas dejando fuera a algunos de los que estaban actualmente en sus filas. Retiraron a la ‘madinista’ Laura Seara, que fue la más apoyada en Ourense para encabezar la lista y apartaron del número uno por Palencia a Julio Villarrubia, que llevaba en su escaño desde 1996.
La antigüedad en el Parlamento es uno de los motivos que ha tenido en cuenta Sánchez para dejar fuera a los más veteranos. Es una de las recriminaciones que le hacen desde la ‘vieja guardia’, que se priorice la juventud sobre la experiencia. Lo cierto es que la desaparición es mayor en aquellos parlamentarios que acumulan más legislaturas a sus espaldas, como Diego López Garrido.
No habrá ningún diputado socialista con más de ocho legislaturas en el Congreso. Sí repite en la lista el valenciano Ciprià Císcar, que fue secretario de Organización del PSOE, y que ha tenido presencia en siete periodos. El mayor porcentaje de diputados que repetirán en las listas del 20D es, por el contrario, el de aquellos que solo aparecieron en la papeleta en 2011.
Por edades, la mayor fuga está entre los parlamentarios que tienen de 61 a 70 años mientras que el el tramo anterior (51-60) repiten más en términos absolutos. Porcentualmente, los de la generación de Sánchez (41-50) son los que más probabilidades tienen de revalidar su acta. Los más jóvenes (31-40) repiten en un 55,5%.
Por circunscripciones, habrá caras nuevas sí o sí por A Coruña, Almería, Huelva, Santa Cruz de Tenerife y Tarragona, donde ninguno de los actuales diputados del PSOE repite en la lista. Por el contrario, los parlamentarios de Murcia, Valladolid, Badajoz, Ciudad Real y Cáceres aparecen de nuevo en las candidaturas.
En la bancada socialista han desfilado estos cuatro años un total de 145 diputados. Los 110 electos y 35 que sustituyeron a lo largo de esta legislatura. La principal salida se produjo este verano, cuando once parlamentarios abandonaron el Congreso para pasar a formar parte de gobiernos autonómicos y municipales, como Carmen Montón -consejera de Sanidad en Valencia- o Patricia Hernández -vicepresidenta del Gobierno canario-.
Las elecciones europeas fueron la segunda causa de abandono de las Cortes. Durante la legislatura hubo un goteo de marchas de los que fueron ministros con José Luis Rodríguez Zapatero, como Francisco Caamaño o José Antonio Alonso. La salida de Rubalcaba, en junio de 2014, también produjo una pequeña desbandada: su sucesor en Interior, Antonio Camacho, se fue poco después. Alfonso Guerra duró pocos meses de mandato de Sánchez, al igual que el exministro Valeriano Gómez, que dejó su escaño poco después de cuestionar el anuncio del secretario general de querer derogar la reforma del artículo 135 de la Constitución.