Las investigaciones para intentar aclarar como murió el general Prim, cuya momia está siendo analizada casi 150 años después, han descubierto que ninguna de las balas que le alcanzó en el atentado afectó a órganos vitales, aunque si han hallado un orificio por el que podría haberse desangrado.
Los científicos intentan determinar con estos análisis si el general Prim, una figura clave en la vida política española del siglo XIX, murió inmediatamente por los efectos del atentado que sufrió en Madrid o tres días después por una mala praxis médica.
La fecha exacta de la muerte del general Prim no podrá conocerse hasta dentro de tres meses, han dicho hoy los investigadores que han examinado el cadáver embalsamado del estadista.
Ante más de un centenar de estudiantes universitarios, los científicos han examinado el cuerpo de Prim en el Hospital Sant Joan de Reus (Tarragona), y en sus conclusiones preliminares han comprobado que ninguna de las balas que impactaron en el general en el atentado de 1870 afectó a un órgano vital.
Sí han localizado los científicos un orificio que habría causado una fuerte hemorragia a Juan Prim y que podría ser la causa de su muerte por el atentado, en la calle del Turco de Madrid, en la noche del 27 de diciembre de 1870, camino al Ministerio de la Guerra.
No obstante, Delfín Delain, del equipo investigador de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, ha señalado hoy en rueda de prensa que “aún es pronto para extraer conclusiones” y ha recordado que hay cuatro hipótesis abiertas: que murió en el momento del atentado, por shock, por inflamación de los órganos y por hemorragia.
La investigación se realiza con la esperanza de ratificar que el general falleció en el acto por los disparos que sufrió en un atentado y no tres días después de esos hechos, a consecuencia de una mala praxis médica.
Durante todo el día de ayer, un equipo de conservacionistas del Instituto de Conservación de Bienes Muebles de Cataluña preparó el cadáver para las pruebas de hoy, y Maite Tonel, coordinadora técnica de este instituto, ha explicado hoy en el encuentro con los periodistas como extrajeron el cuerpo sin tocar los dos féretros que lo guardaban, uno de plomo y otro de madera.
Tras sopesar si sacar o no la ropa que llevaba el cuerpo del general, al final se decidió desnudarlo para facilitar las pruebas y, en ese momento, se encontraron tres frascos -uno bajo cada axila y otro en la entrepierna- con un líquido y probablemente órganos en su interior.
Delain ha explicado que, por el momento, no saben qué mensaje transmiten esos tres frascos, aunque podrían indicar que “quizás Prim era masón” o ser “una práctica de los embalsamadores para que en un futuro pudiera investigarse la causa de la muerte”.
Las pruebas también han permitido conocer “detalles sobre los embalsamamientos de la época” y “de sistemas de curas”, aunque es demasiado pronto para establecer la fecha de la muerte, ha insistido el investigador.
Las pruebas radiológicas y el escáner se han realizado en fin de semana para no perturbar el normal funcionamiento del Hospital de Reus y ante más de un centenar de universitarios, en una suerte de lección magistral a tiempo real con imágenes del cuerpo en 3D, lo que ayudará también a la investigación médica, ha subrayado la doctora Rosa Solà de la Universidad Rovira i Virgili (URV).
Los restos mortales del general Prim serán trasladados de nuevo al tanatorio de Reus y cada equipo multidisciplinar formado por médicos, médico-forense, antropólogos, criminalistas y psicólogos analizará las muestras en sus respectivos laboratorios para intentar aclarar uno de los crímenes políticos que cambió la historia de España del siglo XIX.
El equipo que se encarga del estudio científico está liderado por Francisco Pérez Abellán, director del Departamento de Criminología de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, y cuenta con la participación de profesionales de prestigio de las universidades de Granada, Valencia y Complutense de Madrid.
Se han incorporado a este proyecto profesionales del Ayuntamiento de Reus, del Hospital Sant Joan de Reus y de la Universidad Rovira i Virgili.
Una vez finalizadas las pruebas anatómico-forenses, se iniciará la segunda fase del proyecto, que consistirá en la restauración de la momia, la recuperación del ataúd y la rehabilitación del mausoleo del general en el cementerio de Reus.
Los trabajos irán a cargo del Centro de Restauración de Bienes Muebles y se prevé que estén finalizados en 2014, coincidiendo con la conmemoración del Año Prim.
El alcalde de Reus, Carles Pellicer (CiU) ha anunciado hoy que ha encargado un relato para documentar todo el proceso de investigación y restauración, que se prevé introducir en el féretro del general cuando todo finalice, “para que las generaciones venideras sepan más de este reusense ilustre”.