La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se refugiará este lunes en el plasma para evitar responder a la prensa sobre las irregularidades que le permitieron conseguir su máster en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Tras la reunión del comité de dirección del Partido Popular de Madrid, convocada este lunes a mediodía, la presidenta no comparecerá ante los medios en convocatoria de prensa y tendrán que seguir su intervención, abierta a los medios, a través de plasma. Cifuentes evitará así exponerse a las preguntas de los medios de comunicación sobre la exclusiva publicada el pasado miércoles por eldiario.es.
Desde que este diario publicó que Cifuentes había obtenido su máster con notas falsificadas, la presidenta ha decretado un silencio informativo y ha limitado sus apariciones públicas a su intervención en el pleno del jueves en la Asamblea de Madrid y a dos entrevistas: una en Onda Cero y otra en 13TV.
La presidenta subió al pleno de la Asamblea desde el garaje, por una zona alejada de los periodistas, que estaban recogiendo las declaraciones de los portavoces de la oposición. Además, el Partido Popular se había asegurado de que no se abordase el asunto en el pleno.
En las entrevistas, Cifuentes negó las acusaciones de eldiario.es y aseguró que ella ya había presentado los documentos que acreditaban que las notas de su máster estaban en regla y que todo se debía a un error de la universidad. En ambas intervenciones se presentó como una víctima y trató de apoyarse en las explicaciones que habían dado el rector de la universidad, Javier Ramos, el catedrático Enrique Álvarez Conde que compareció como director del máster -después se supo que no lo era- y Pablo Chico, el profesor de la asignatura de la que se cambió la nota. Los tres dijeron que todo fue fruto de un error en la transcripción de las calificaciones. Pero ninguno explicó dónde está el trabajo de fin de carrera que Cifuentes debió aportar para recibir el título y por qué en contra de las normas de la universidad se le permitió presentar el TFM si, tal y como asegura la dirección de la Rey Juan Carlos, figuraba en el sistema informático una asignatura sin aprobar.
Una vez decretado este cerrojazo informativo, fue el número dos de la presidenta, el portavoz y consejo de Presidencia, Ángel Garrido, el que compareció para dar por cerrado el caso al considerar que las explicaciones de Cifuentes eran suficientes. “Hemos dado información para acreditar que ese máster está realizado. La intervención del propio rector y dos profesores aclaró que todo el trabajo y el curso se había realizado conforme a la legalidad”, aseguró Garrido, que defendió que la presidenta no entregase el máster para no “hacer el juego a la oposición”.