Cuando el comisario Villarejo “levantó el pie” a Esperanza Aguirre
Las grabaciones del comisario Villarejo son un mapa del poder corrupto escrito en lengua muerta. Entre las misiones de los investigadores está traducirlo, desbrozando las fanfarronadas del policía y sus socios, e identificar a aquellos a los que aluden con un alias. En medio de esa maraña ha emergido un personaje clave, al que apodan El Largo, y que habría hecho de nexo entre el Gobierno de Mariano Rajoy y la banda del policía.
La relevancia de El Largo se pone de manifiesto en el nivel de las peticiones que este individuo hizo al grupo de Villarejo y en las promesas que ellos creyeron que podía cumplir, solo accesibles para alguien muy pegado al poder. En las conversaciones entre José Manuel Villarejo y Adrián de la Joya, empresario de la jet aliado con el policía, ambos se quejan de que El Largo no ha colocado a un comisario muy próximo a ellos en la cúpula de Interior. También hablan sobre la petición que El Largo hace a De la Joya para que medie con la Administración Trump.
Todo podría formar parte del delirio de ambos socios si no fuera porque algunos acontecimientos cuadran el puzzle de su presunta organización criminal. Ocurre cuando en un momento de la grabación, Villarejo y De la Joya critican los incumplimientos de El Largo en sus tratos. “Cuando cogí y levanté el pie a la Esperanza Aguirre fue lo mismo. Le dije: o esto o le levanto el pie”. ¿Qué acontecimiento vincula pública y directamente a Villarejo y Esperanza Aguirre? Solo uno: la acusación popular en el caso de la fuga en coche de la expresidenta madrileña de la Policía Municipal por el centro de Madrid. Cuando fue necesario para sentarla en el banquillo, Transparencia y Justicia, la asociación tras la que se ocultaba el comisario, retiró la acusación que mantenía en el juzgado.
En los primeros días de mayo de 2015, con el horizonte inmediato de una campaña electoral, Esperanza Aguirre supo que no se sentaría en el banquillo. Todo quedaría en una multa por aparcar en el carril bus de la Gran Vía, desobedecer a los agentes y emprender una huida en dirección a su casa. El caso fue archivado en primera instancia y reabierto por la Audiencia de Madrid. Los magistrados apreciaron indicios de delito, pero con la Fiscalía negándose a formular acusación, solo quedaba Transparencia y Justicia, una asociación sin apenas actividad, que se había personado para ejercer la acción popular. Transparencia y Justicia renunció a presentar escrito de acusación en el último momento. Detrás de ella estaba Villarejo.
¿Qué interés tenía El Largo en mantener la acusación contra Esperanza Aguirre? El 15 de febrero de 2017, fecha de la grabación, Villarejo rememora cuando “levantó el pie” a Aguirre dos años antes. La propia Aguirre, advertida por las publicaciones de las grabaciones de Villarejo, declaró el pasado septiembre que se había citado con él después de que el juez decano de Madrid José Luis Gómez Armengol le informara de que “el presidente de Transparencia y Justicia” quería hablar con ella. Aguirre aprovechó para pedir explicaciones a Villarejo por su acusación en la causa y él, según la versión de la expresidenta madrileña, respondió: “Ah, no, porque es que me han dicho que hay que dar un susto a Esperanza Aguirre. Pero yo creo que ya no vamos a hacer nada más”.
La intervención del comisario Villarejo en aquellos primeros meses de 2015 fue determinante en la política madrileña. Entonces Villarejo estaba todavía en activo, destinado en la Dirección Adjunta Operativa (DAO), el nido de la brigada política en tiempos de Fernández Díaz. En pocos días, el comisario contribuyó a acabar con la carrera política de Ignacio González y a salvar la de Esperanza Aguirre. El Mundo publicó una nota escrita tres años antes por Villarejo a sus superiores informando de que González le había pedido tapar la investigación sobre el origen de su ático de lujo en Estepona (Málaga).
Por aquel entonces, Mariano Rajoy debía elegir a los candidatos del PP al Ayuntamiento y la Comunidad, y en la terna había tres nombres para repartir esos dos puestos: Esperanza Aguirre, quien había manifestado su deseo de regresar a la primera línea del PP; su sucesor, Ignacio González; y Cristina Cifuentes, un valor en alza en el partido. Cuatro días después de que fuera publicada la nota de Villarejo sobre Ignacio González, el PP anunció que la candidata a la Comunidad de Madrid sería Cristina Cifuentes, en detrimento de González. Aguirre, libre del banquillo gracias a la asociación del comisario, sería el cartel para el Ayuntamiento.
Las grabaciones de la pieza Pit
Villarejo y su socio De la Joya hablan de El Largo en las grabaciones incautadas al primero que se han incorporado a la pieza Pit del sumario contra el comisario y su banda. Se trata de la causa que investiga el sablazo que la banda del policía dio al naviero Pérez Maura -más de 7 millones de euros- prometiéndole que no sería detenido ni extraditado a Guatemala por su presunta implicación en un gran caso de corrupción en ese país.
En una de esas grabaciones, a las que ha tenido acceso eldiario.es, se oye a De la Joya hablar por teléfono con un tal Alberto, en presencia de Villarejo. “No me interesa a mí eso de momento, Alberto. No quiero ese tipo de historias ahora mismo. Te lo voy a decir por teléfono: si Mariano Rajoy quiere tender puentes con los Estados Unidos, que se busca la vida o que me coma la polla y me lo diga. Pero no voy a montar una cosa para que El Largo se ponga aquí y se importantice. No me interesa. No gano nada en todo eso”, se oye decir a De la Joya con su habitual arrogancia.
Un poco más adelante, De la Joya sigue dando pistas sobre el perfil de El Largo: “Yo no voy a mezclar mi vida internacional con El Largo, ni con Rajoy, ni con el Gobierno de España… y si lo mezclo, quiero saber por qué se va a mezclar. Porque luego no quiero intrigas españolas mediocres, de funcionarios españoles haciendo tonterías. No me interesa”.
Adrián de la Joya está imputado por organización criminal y otros delitos en esta causa, pero sus problemas con la justicia se remontan al caso Lezo y a la pieza de la financiación irregular del PP de Madrid. Podemos, que ejerce la acusación popular en el caso Villarejo, ya pidió su imputación en el caso del Pequeño Nicolás. A la luz de las nuevas evidencias, la representación letrada del partido se dispone a volver a hacerlo en la pieza separada de ese caso por la grabación ilegal a policías y a agentes del CNI que habría realizado Villarejo.
En la citada grabación de la pieza Pit, cuando De la Joya cuelga el teléfono comienza a hablar con Villarejo y el comisario se refiere también a El Largo: “No cumple nada. De todas las cosas que me prometió: de nombrar al Oli, de mi no sé qué, nada (…) Lo primero que tenía que haber hecho es imponer al Oli. Si no le ha impuesto todo lo demás es una mierda”.
Otra vez surge la pregunta: ¿qué tipo de personaje puede prometer a Villarejo, en la cúspide operativa de la Policía, “imponer” a su amigo José Luis Olivera? El comisario Olivera fue el jefe de la UDEF que fustigó al PP en tiempos de Zapatero. Cuando se produjo el cambio de gobierno sobrevivió en la cúpula policial, para sorpresa de sus compañeros, y acabó como director del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado y el Terrorismo (CITCO). Se convirtió así, con el Gobierno de Rajoy, en uno de los policías que manejaban mejor información en España. Su posible proyección fue más allá. Olivera sonó para director adjunto operativo, número dos de la Policía, en 2016.
Villarejo: “Tuve que amenazar al ministro”
Hay otro incumplimiento de El Largo que irrita a Villarejo. El policía había protagonizado la denominada guerra de comisarios en el seno de Interior por su enfrentamiento con el entonces jefe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín-Blas. Ambos habían participado en los encargos “políticos” del Gobierno del PP, principalmente la Operación Catalunya contra el proceso soberanista. Pero la investigación de Asuntos Internos a un hijo de Villarejo y al comisario Carlos Salamanca, amigo íntimo de Villarejo, en la Operación Emperador abrió un enfrentamiento que se enconó con la grabación ilegal a Martín-Blas y a dos agentes del CNI en el caso del Pequeño Nicolás. Martín-Blas es un policía, ya jubilado, históricamente ligado al PP y, más concretamente, a Ignacio Cosidó, director entonces de la Policía. Pese a ello, la balanza se decantó a favor de Villarejo y Martín-Blas fue cesado como jefe de Asuntos Internos. ¿Cómo pudo ocurrir aquello? Villarejo esperaba que se encargara El Largo, pero no fue así. “Tuve que coger y amenazar directamente al ministro para que le cortara la cabeza al Marcelino”, asegura el comisario en su conversación con De la Joya.
La indolencia de El Largo se produce, según el comisario, pese a los servicios que él le ha prestado. “Yo le he dado de todo, le he dado información. Necesito ahora urgentemente lo de Grinda. Ahora, urgentemente, dame no se qué, he quedado con él mañana, tarde, noche, domingo una puta mierda”, dice. Grinda, José Grinda, es fiscal Anticorrupción, asignado a la causa de la mafia china en la que fueron investigados el hijo de Villarejo y Salamanca. El primero ni llegó a estar imputado. El segundo se sentó en el banquillo, pero resultó absuelto. Salamanca sería después detenido, y sigue imputado, en la Operación Tándem que mantiene a Villarejo en prisión.
El comisario Villarejo elaboró un informe sobre el fiscal Grinda, a quien considera uno de sus principales enemigos, sobre dos causas judiciales contra el fiscal desvinculadas de su actividad profesional y que terminaron siendo archivadas. Pese a ello, el ya fallecido abogado Ignacio Peláez acudió a Intereconomía y 13TV a exponer las graves acusaciones contra el fiscal a sabiendas de que las causas estaban archivadas.
El rastro de El Largo en el espionaje a Bárcenas
Hay varios personajes de la trama Villarejo que, por sus características físicas, podrían ser El Largo. Sin embargo, los investigadores han descartado que se trate de alguno de los imputados hasta ahora. Tampoco es el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, del que se han acreditado sospechosos vínculos con Villarejo y otros comisarios de la brigada política. Fuentes del caso apuntan a que la verdadera identidad de El Largo aparece en la pieza dedicada a investigar la operación de espionaje a Bárcenas. La pieza Kitchen es, precisamente, la que vincula directamente a Villarejo con los encargos “políticos” del Gobierno de Mariano Rajoy.
El mismo audio que pone sobre la pista de El Largo hace intuir a otro intrigante personaje, “Horry”. De la Joya, mientras habla por teléfono con Alberto, dice: “Lo que no entiendo es El Largo, y el Rajoy y todo eso. Tú tienes que entender unas premisas, que es que me cae muy mal el Gobierno de España, influye todo eso… Como me caen muy mal, porque muy mal es muy mal, Alberto, no sé cómo decírtelo… Me caen muy mal los españoles. Me han tocado los cojones los españoles a un nivel acojonante en mi vida y no le voy a dar una puta cancha al presidente del Gobierno de España porque nunca jamás, cumple nada de lo que promete. Tú hay cosas que no sabes, Alberto, cosas que he hecho con Horry, porque ese hijo de puta deja tirado a todo el mundo. No es de fiar”.
De Horry se sabe, por el propio De la Joya, que es alguien que tendría ascendente o pertenecería al staff del periódico La Razón. “Me he quitado del foco alejándome de Horry y cuanto más tiempo lleve sin hablar con Horry menos van a saber de mi. Horry me ha intrigado que te cagas diciéndome que estaba en el foco del otro, de El Gato y no estoy en el foco de nadie. Esto son montajes que se montan unos y otros para venderme protección y para tenerme cerca y sacarme información. Estoy hasta los cojones de esa mierda. No quiero que nadie sepa nada de mi. Y hoy Horry para joderme en la portada de La Razón saca a Paul Manafort cagándose en él, diciendo no se qué, cuando sabe que es mi tronco”.